El rival de hoy sorprendió a Croacia y mantiene aún viva a la selección, que necesita acabar entre los siete primeros para disputar los preolímpicos
21 ene 2019 . Actualizado a las 08:18 h.La selección brasileña se convirtió en el mejor aliado de España, tras derrotar ayer por 29-26 a Croacia, un inesperado resultado que mantiene vivas las opciones de clasificación de la selección española para las semifinales del Mundial que se celebra en Alemania.
No obstante, el conjunto español, que se medirá hoy (18.00 horas, Teledeporte) precisamente a Brasil, sigue teniendo muy complicado el acceso a la lucha por las medallas, ya que los de Jordi Ribera no dependen solo de sí mismos.
Aunque si Brasil pudo vencer a Croacia, algo que no entraba en los planes de nadie, la selección española tiene el derecho a seguir soñando con unas semifinales que tras la derrota sufrida ayer ante Francia se antojaban un imposible.
Improbable también parecía una victoria de Brasil sobre Croacia, pero los sudamericanos fueron los justos vencedores de un encuentro, en el que la defensa brasileña desarbolo por completo al ataque del conjunto croata.
Sin embargo, también se trata de todo un aviso a navegantes, ya que Brasil bien pudiese dar otra campanada contra la selección española.
«El partido de Brasil, no va a ser fácil. En un escenario nuevo para nosotros, habrá que pensar en la clasificación para los Preolímpicos, sacar la cabeza y luchar hasta el último momento», aseguró el seleccionador Jordi Ribera, tras la derrota ante Francia.
A España solo le vale la victoria si no quiere complicarse el camino hacia los preolímpicos. Condenada a aguardar una improbable carambola para poder acceder a las semifinales, el conjunto español debe centrarse ya en el otro gran objetivo con el que llegó al Mundial: asegurarse una plaza en el torneo que le permita luchar por un billete para los Juegos.
Para ello, deberá concluir entre los siete primeros clasificados del Mundial, algo que pasa irremediablemente por vencer a Brasil en el Lanxess Arena de Colonia.
Enemigo íntimo
Jordi Ribera conoce a la perfección al conjunto sudamericano, ya que él es el máximo responsable del crecimiento exponencial que ha vivido, después de haberlo dirigido entre los años 2012 y 2016.
En ese tiempo, el actual seleccionador español no solo llevó a Brasil a sus mayores cotas, como los cuartos de final alcanzados en los Juegos de Río, sino que además sentó las bases para que el gigante americano sea capaz de competir ahora de igual a igual con los equipos europeos.
Ribera recorrió de punta a punta Brasil buscando jóvenes talentos con los que moldear no solo ya una selección, sino un estilo propio de juego, que el técnico español implantó en todos los equipos nacionales desde la categoría promesa a la absoluta.
Ese ambicioso plan de desarrollo con cientos de jugadores forjó el competitivo equipo brasileño al que ahora tendrá que enfrentarse como rival.
«Cuando tu objetivo es pelear por las medallas y de repente se te pone muy complicado, por no decir casi imposible, siempre hay un poco de decepción, pero seguimos teniendo un reto vital para nosotros como es clasificarnos para los Juegos Olímpicos y tenemos la posibilidad de acercarnos un poquito más entrando en eso preolímpicos», indicó el central Dani Sarmiento.
Por otra parte, Gedeón Guardiola apeló a la fortaleza mental: «Es verdad que en un solo día es muy difícil recuperarse, pero ya lo hemos hecho muchas veces. Además, no nos queda otra, tenemos que levantarnos en este momento».