Pogacar, campeón virtual del Tour tras realizar una exhibición en la contrarreloj

L. Balado

DEPORTES

CHRISTOPHE ENA | REUTERS

El ciclista esloveno de 21 años destroza el cronómetro en la última contrarreloj y le arrebata el amarillo a Roglic antes de la última etapa en París

19 sep 2020 . Actualizado a las 19:31 h.

Tadej Pogacar (UAE) hizo ayer historia para desgracia de Primoz Roglic (Jumbo-Visma) y se proclamó ganador del Tour de Francia a falta del bolo parisino de hoy (17 horas, Teledeporte) con tan solo 21 años. Con una contrarreloj antológica, el esloveno es ya el segundo corredor más joven en ganar la Grande Boucle en toda la historia y el más precoz en hacerlo desde la Segunda Guerra Mundial superando el registro obtenido en la edición del año pasado por Egan Bernal, que no pudo terminar esta edición.

Primoz Roglic declaró antes de comenzar la carrera que él era el gran favorito para ganar el Tour de Francia y hasta el ascenso final de la contrarreloj con final en La Planche des Belles Filles, todo el mundo daba por hecho que el amarillo sería suyo a su paso por los Campos Elíseos. Pero no. Al encargado de lucir el jersey de líder durante las dos últimas semanas, un especialista contra el reloj, le pudo la presión y la fe y pedaleo constante de su compatriota.

Antes de la salida de los dos principales favoritos a la general, Roglic aventajaba en casi un minuto a Tadej Pogacar. A priori, una colchón bastante seguro cuando es a un especialista al que le toca defenderlo. La combinación necesaria para que pasase algo grande, algo que recordar para las futuras generaciones de ciclistas, era que Roglic tuviese un día pésimo y que Pogacar afrontase la contrarreloj de su vida. Finalmente, Roglic tuvo un día malo —no pésimo—, pero una lección tan magistral como inesperada del ciclista del Emirates decantó el triunfo.

Cuando el semáforo se puso en verde para Pogacar en la línea de salida, el corredor impuso un ritmo demencial. Durante los kilómetros de terreno llano, el joven esloveno ya a recortaba a Roglic 30 segundos y solo las buenas perspectivas en línea de meta —con Van Aert y Dumoulin logrando los mejores tiempos— daban cierta sensación de confianza en las filas del Jumbo Visma. El potentísimo conjunto holandés, que apostó durante toda la carrera por una estrategia conservadora y de vigilancia de sus rivales en la montaña como estrategia para ganar la carrera, llega a París como el gran derrotado de las últimas tres semanas.

La sangría comenzó en los últimos seis kilómetros de ascenso a línea de meta. Roglic, que nunca logró encontrar una buena cadencia de pedaleo, perdía segundos de manera inmisericorde frente a Pogacar. La presión por ser consciente de que se le escapaba el Tour hizo que acabase por derrumbarse y perdiendo en meta casi dos minutos con su rival. El Tour, ese que acariciaba, se le escapó en los últimos 36 kilómetros.

La hazaña de Pogacar, a la altura de la de Lemond en el 89, se completó ganando también el maillot de montaña y, por supuesto, el de mejor joven.