La joven que denunció a Rafa Mir asegura que el futbolista la forzó dos veces, primero en la piscina y después en el baño
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Según el relato que publica «Las Provincias», el futbolista del Valencia habría llamado después a una amiga para intentar que la presunta víctima no tomase medidas legales. El jugador y su compañero del Alcantarilla, Pablo Jara, fueron detenidos y quedaron en libertad con cargos por haber agredido supuestamente a dos chicas durante una noche de fiesta
12 sep 2024 . Actualizado a las 10:04 h.Fue una noche de fiesta que acabó con el jugador del Valencia y otro amigo, el futbolista Pablo Jara, en los calabozos durante dos noches y con cargos.
Rafa Mir habría forzado en dos ocasiones en la madrugada del pasado domingo a la joven de 21 años que le denunció por agresión sexual. Así lo recoge este miércoles el diario Las Provincias, que publica todos los datos que aportó la supuesta víctima.
La joven explicó a la Guardia Civil y a dos policías en el Hospital La Fe de Valencia, y después en el juzgado, que el futbolista del conjunto che la forzó en dos ocasiones, primero en la piscina, como ya había trascendido, y después en el baño del chalé que tiene Mir en una urbanizacón de Conill donde acudieron en la madrugada del domingo para terminar la fiesta. «La introdujo en el baño, cerró la puerta y puso el pestillo para que no pudiera salir», informaba hace unos días El Mundo.
Según el relato de la joven, que recoge Las Provincias, Mir mantuvo primero relaciones sexuales consentidas con la amiga de la denunciante en su habitación.
Una vez en la zona del jardín, donde estaban el resto de los presentes, el jugador tiró a la denunciante a la piscina «con la ropa puesta». Una vez dentro, el futbolista habría intentando besarla a la fuerza. «En ese instante, refiere que Rafa la agarra con un brazo por la espalda mientras le introducía los dedos (...) por un lado del pantalón (el cual era elástico), no pudiendo especificar la cantidad de dedos que le introduce. Además de ello, le toca todo el cuerpo en contra de su voluntad», detalla la presunta víctima que dice que se negó en todo momento a mantener relaciones sexuales con el deportistas murciano a quien le dijo «verbalmente y de forma contundente que la dejase y que no quería que hiciera eso, llegando esta agresión a consumarse durante cinco minutos».
Después, la denunciante asegura que logró salir de la piscina y, tras un periplo por la vivienda buscando su teléfono, llamó a su padre, al que esperó en el exterior de la finca hasta que se dio cuenta de que se había dejado el bolso dentro. Cuando volvió a entrar en el recinto sucedió, según su testimonio, la segunda agresión. Ese fue el «momento en el que Rafa la coge fuertemente por el brazo, llegando a provocarle varios morados y la introduce en el baño de la planta baja». Después se habría producido la escena que se relató hace días: Mir habría cerrado la puerta con pestillo, «la sienta encima del lavabo y procede a introducirle de nuevo los dedos (...), sin quitarle la falda pantalón». También le realizó «tocamientos en el resto del cuerpo, mientras ella lloraba y le decía que quería irse y que su padre estaba llegando al lugar para recogerla».
Tras zafarse y abrir la puerta, y en evidente estado de nerviosismo, la joven de 21 años salió a la calle acompañada de la otra joven, que iba tapada solo con una toalla.
Los tres hombres -Mir, Pablo Jara y un tercer amigo- habrían ido detrás para que dejase de llorar y, cuando la joven de 25 años intentó volver a la casa, Jara le habría impedido la entrada, «golpeándola en la cara y dejándola únicamente portando un tanga como única prenda de vestir».
Un vecino que paseaba a un perro por la zona las vio y llamó a la policía local.
La llamada
La segunda denunciante, de 25 años, relató a la Guardia Civil que el 1 de septiembre, el día de la detención de Mir, recibió una llamada del jugador en la que busca información sobre si su amiga le había denunciado, algo que la joven desconoce, aunque ella sí había denunciado a Pablo Jara. «Durante la llamada él le dice que tiene un caché, que es un personaje público y que esto le puede afectar a su carrera».