El FMI alerta de que en la zona euro hay «demasiados bancos y demasiado débiles»

Europa Press

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El consejero delegado de la entidad asegura que un 30 % de los activos son de bancos que deben aplicar «ajustes muy difíciles»

27 may 2016 . Actualizado a las 12:49 h.

El consejero financiero y director del departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI), José Viñals, ha alertado de que en el área del euro hay demasiados bancos y demasiado débiles, ya que un 30 % de los activos (al menos diez billones de euros) son de bancos que deben acometer «ajustes muy difíciles en su modelo de negocio».

En una sesión este viernes sobre las perspectivas económicas y financieras internacionales en la XXXII Reunión del Círculo de Economía, ha augurado que en Europa debe reducirse el número de jugadores bancarios «en procesos de consolidación preferiblemente transfronterizos» e incluso mediante procesos de resolución.

Ha constatado que no se trata de un problema únicamente europeo, ya que, según un estudio del FMI, en las economías avanzadas un 40 % de la banca debe adecuarse para lograr rentabilidades suficientes, y en un 15 % «la viabilidad está en riesgo».

China

En China, el principal problema no es la rentabilidad, sino el previsible aumento de la morosidad, ya que el FMI calcula que un 14 % de la deuda empresarial china corresponde a empresas que no pueden hacer frente a su pago, por lo que puede darse un incremento de la morosidad en los próximos años que puede alcanzar el 7 % del PIB.

En este sentido, Viñals ha considerado que es un «problema manejable» para China, pero que se debe afrontar desde ahora porque, si no, «podría comprometer la estabilidad financiera y el crecimiento económico en China» y, en consecuencia, el crecimiento económico mundial.

Incertidumbres

Viñals ha reconocido que el sistema bancario internacional está en una situación mucho mejor que hace unos años en solvencia y liquidez, pero ha advertido de que los riesgos para la estabilidad financiera no solo no han disminuido, sino que han aumentado por «las incertidumbres económicas, la incertidumbre sobre las políticas económicas y las incertidumbres políticas y geopolíticas».

Ha hablado de «transiciones» actuales a tener en cuenta: la de los precios del petróleo; la economía China en desaceleración; políticas monetarias; comportamiento económico débil de la UE y Japón; adaptación del sector financiero a la revolución tecnológica, y las transiciones políticas, que tienen que ver con algunos procesos de consulta, como el referéndum británico, el calendario electoral internacional este año y el próximo, y otros retos geopolíticos ligados a los refugiados y los riesgos para la seguridad que suponen las amenazas terroristas.

Ha dicho que todas estas transiciones son muy importantes porque inciden en la confianza, que no ve todavía suficientemente sólida, y eso está influyendo en la recuperación económica, que es «modesta, desigual y sujeta a riesgos considerables a la baja».

Más política económica

También ha explicado que la economía internacional corre el peligro de caer en tasas de crecimiento muy mediocres, y eso es un coste que los ciudadanos no se pueden permitir tras la mayor crisis económica vivida en casi un siglo. «Las políticas económicas tienen que actuar. Las políticas monetarias llevan todo el peso, mientras que las de reformas estructurales, fiscales y financieras no están haciendo lo suficiente; deben hacerlo para mejorar el crecimiento económico y del empleo de calidad», ha dicho.