Renta básica universal, la utopía suiza no está tan lejana

Cristina Porteiro
CRistina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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DENIS BALIBOUSE | Reuters

Gobiernos de diferentes colores en Holanda y Finlandia pondrán en marcha proyectos piloto

25 oct 2019 . Actualizado a las 11:48 h.

El no que cosechó el domingo la propuesta para garantizar un ingreso mínimo mensual a todos los ciudadanos de Suiza no ha vencido el ánimo de sus promotores. «Es una semivictoria», celebraron tras conocer los resultados. Consciente de que la idea todavía está germinando, el padre de la iniciativa, Daniel Hani, considera que el apoyo del 22 % de los votantes es un logro sin precedentes. El debate, hasta ahora soterrado y alejado de la opinión pública por el recelo que despierta una iniciativa considerada «utópica» e «idealista», empieza a cobrar fuerza desde la derecha a la izquierda política. 

¿Qué proponía la iniciativa helvética?

Hani, dueño de una cafetería de Basilea, quería garantizar una «existencia digna» de todos sus conciudadanos. Para ello propuso que el Estado pagase a cada adulto residente en el país por más de cinco años una renta mínima de 2.200 euros al mes y 565 euros por niño, a cambio de eliminar todos los subsidios sociales y jubilaciones. 

¿Por qué han votado no? 

Suiza es un país extremadamente conservador en lo económico. Invierte el 19.4 % de su PIB en sostener el Estado de bienestar, por debajo de la media de países de la OCDE. La medida le exigiría invertir un tercio del total de su PIB. Organizaciones de izquierda y los verdes piden cofinanciarlo con una tasa a las transferencias financieras. Difícil para un país dependiente del sector bancario que ya rechazó en el 2014, con el 65 % de los votos, poner un techo a los salarios de sus altos directivos. También tumbó la iniciativa para fijar un salario mínimo de 3.200 euros al mes. Tampoco salió adelante la propuesta de prolongar de cuatro a seis las semanas de vacaciones. A pesar de que el salario medio es de unos 5.400 euros, la propuesta de extender un cheque en blanco solo ha tenido apoyo significativo en algunos barrios de Ginebra, Zúrich y municipios de Jura y Vaud. 

¿Existen precedentes en Europa?

Es la primera consulta de este tipo que se celebra en el mundo, pero la idea no es nueva. Expertos europeos trabajan desde hace años en el diseño de modelos similares al suizo. Algunas ciudades de Finlandia y Holanda llevarán a cabo proyectos piloto para comprobar qué efectos puede tener en la práctica. El Gobierno finés quiere comprobar si se puede reducir la burocracia y simplificar el sistema de ayudas vigente. El caso holandés es el más curioso. Echarán a rodar cuatro modelos diferentes. El primero recibirá las actuales ayudas del sistema. El segundo recibirá un ingreso fijo sin exigencia alguna. El tercer grupo se beneficiará de la renta básica y recibirá un plus de 125 euros por trabajos voluntarios. El cuarto deberá hacer trabajos voluntarios para recibir la suma.

¿Tiene futuro esta medida?

«Habrá que ponerla en práctica tarde o temprano», advirtió uno de los instigadores de la consulta, el profesor de Economía Sergio Rossi. Para otros expertos, la iniciativa está en pañales, pero no niegan la necesidad de mantener el debate abierto. El propio Foro de Davos reconoce que el proceso de robotización del trabajo expulsará del mercado laboral a muchas personas. La pérdida del empleo y la inestabilidad emergente obliga a buscar alternativas.