El Banco de Inglaterra, a la desesperada ante las consecuencias del «brexit»

Rita Á. Tudela LONDRES / E. LA VOZ

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ANDY RAIN | efe

Lanza un plan de estímulos y baja los tipos, aunque descarta entrar en recesión

04 ago 2016 . Actualizado a las 22:46 h.

El Banco de Inglaterra intentó poner un dique ante los negativos efectos del brexit en la economía británica con medidas como la reducción de los tipos de interés a un mínimo histórico del 0,25 %, la expansión de sus medidas de estímulo para inyectar 60.000 millones de libra y la compra de bonos corporativos por valor de hasta 10.000 millones de libras. Es un intento a la desesperada por incentivar la economía británica, que sufre desde hace varias semanas por recuperarse de la victoria del brexit en el referendo del 23 de junio y ya experimenta unos efectos similares a los de la recesión económica de hace siete años.

El programa presentado el jueves lo marca principalmente ese recorte de los tipos, algo que no sucedía en Reino Unido desde marzo del 2009, y en esa bajada estuvieron de acuerdo los nueve miembros del comité. Un consenso que no alcanzaron para el resto de decisiones.

«Esta es la respuesta apropiada a las condiciones económicas en las que nos encontramos», trató de defender el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, en una esperada comparecencia en la que no descartó más acciones en el futuro y una nueva reducción de las tasas de interés si fuera necesario (ya están en mínimos históricos). Pero reconoció que no era «muy fan» de los intereses en negativo.

La economía británica teme un shock. Su banco central ha recortado las previsiones de crecimiento, estimando que la economía británica solo podrá prosperar al 0,8 % el próximo año (descarta una recesión que sí temen otros analistas), frente al pronóstico anterior al brexit, optimista, apuntando a un alza del 2,3 %. Tras la pasividad de Carney en julio, cuando no quiso tomar ninguna medida, la publicación en los últimos días de nuevos datos macroeconómicos (la producción de bienes está en mínimos de hace siete años y la construcción afronta su mayor caída desde que empezó la crisis en el 2008) y las más que previsibles consecuencias próximas del brexit parecen haberle hecho cambiar de parecer.

En un intento por mantener la calma, el nuevo ministro del Tesoro, Philip Hammond, envió una carta a Carney para decirle que estaba «dispuesto a tomar todas las medidas necesarias para apoyar la economía y promover la confianza». El ministro conservador intentó también responder a las aseveraciones de Carney y otros líderes económicos, en las que apuntan a que la política monetaria actual tenía un poder limitado para resolver los problemas económicos de Reino Unido, por lo que consideran que es necesaria una acción de Downing Street.

El Gabinete de la nueva primera ministra, Theresa May, pide tiempo para tomar las riendas de la negociación con Bruselas, pero los mercados sufren la falta de confianza y el valor de la libra no deja de registrar fuertes caídas. Solo el jueves, bajó un 1,1 % hasta situarse en 1,314 dólares, lo que aventura más inflación.

Desde el Banco de Inglaterra instan a May a que ponga en marcha medidas de apoyo a la economía británica. De lo contrario, predicen la pérdida inmediata de 250.000 empleos.

Las bolsas responden con subidas a las medidas de Londres, pero la libra sigue deprimida

Las medidas anunciadas en Londres fueron recibidas con alzas en los mercados europeos, después de varias sesiones consecutivas en rojo. La Bolsa española subió el 1,48 %, empujada también por una subasta de deuda positiva para España. Con todo, no logra mitigar las pérdidas de la semana, del 2,35 %.

España logró captar 3.041 millones de euros en tres emisiones subastadas: bonos a 5 años, obligaciones a 15 y bonos a tres años indexados a la inflación, con unos intereses negativos en este último caso e inferiores en los otros dos. La prima de riesgo española, tras esa buena sesión para la deuda, bajó a 112 puntos básicos.

Por valores, OHL logró frenar su desplome al cerrar en tablas tras cinco jornadas de abultadas pérdidas en las que se dejó un 42 % de su valor. La otra cara de la moneda, Abengoa: sus títulos se dispararon casi un 15 % ante un inminente anuncio de acuerdo definitivo de reestructuración de deuda.

En el resto de grandes plazas de Europa, la tónica general fueron las compras, con Londres avanzando el 1,59 %, Milán el 0,66 % y Fráncfort y París, ambas el 0,57 %. Todas ellas animadas por las medidas del Banco de Inglaterra. Sin embargo, tras los anuncios del regulador británico, la libra no ha logrado frenar su recorte y se depreció hasta 1,314 dólares. El euro también cae, hasta 1,114 dólares.