Crecen los temores por el futuro del Deutsche Bank

patricia baelo BERLÍN / E. LA VOZ

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Kai Pfaffenbach | Reuters

El gigante financiero alemán se desploma en Bolsa y solo un acuerdo con la justicia de EE.UU. evitaría su rescate

28 sep 2016 . Actualizado a las 08:30 h.

Desde hace días, los diarios alemanes solo se hacen una pregunta: ¿rescatará el Gobierno de Angela Merkel al Deutsche Bank? Tras una nueva jornada de severa caída en Bolsa, ayer se hacía evidente que los inversores ven poco probable que el primer banco del país vaya a poder hacer frente a la multa de hasta 14.000 millones de dólares que podría imponerle el Departamento de Justicia de Estados Unidos por un delito de fraude relacionado con créditos hipotecarios, sin tener que emprender una ampliación de capital. Sobre todo porque, aunque finalmente la suma de la sanción resulte inferior, la entidad apenas ha reservado 5.500 millones a esos efectos. Y, pese al sangrante programa de recortes que anunció a principios de año, el Deutsche Bank lucha en vano por obtener ingresos, ante el lastre que supone la política del dinero barato del Banco Central Europeo.

La salud de la entidad, que da trabajo a unas 100.000 personas y cuyo volumen de negocio es cinco veces mayor que los actuales presupuestos alemanes, preocupa a la élite política. «El Deutsche Bank es parte del sistema bancario y financiero alemán. Naturalmente deseamos que todas las empresas, también cuando atraviesan dificultades temporales, tengan una buena evolución», se limitó a decir ayer en rueda de prensa Angela Merkel, consciente de que cualquier palabra de más podría alterar a los mercados. Eso fue lo que ocurrió el lunes, cuando la revista Focus publicó que la canciller alemana había decidido no proporcionar ayuda estatal al banco. «No hay motivo para tales especulaciones», aseguró su portavoz, Steffen Seibert, al tiempo que insistió en que Berlín «parte de la base de que el Deutsche Bank alcanzará un acuerdo justo» con la justicia estadounidense.

Si no fuera así, los analistas confían en que Merkel no deje caer a la entidad, que pese a haber perdido más de un 60 % de su valor en lo que va de año, sigue siendo el pilar del sistema financiero del país y capaz de contagiar al resto. De lo contrario, habrá que buscar «un plan B para el banco con mayor riesgo del mundo», apunta el semanario Der Spiegel, habida cuenta de que ayer su desplome en Bolsa situaba su valor en los 14.000 millones de multa que le pide EE.UU.