Montoro no perdona ni el TPV para cobrarse una deuda

Rubén Santamarta Vicente
r. santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

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IVAN CASTELO

Hacienda embarga a las pymes hasta los terminales de pago de tarjetas para poder liquidar una deuda

02 feb 2017 . Actualizado a las 07:55 h.

Para cobrarse una deuda, Hacienda no desperdicia una sola vía. Una de las últimas es a través del terminal de punto de venta, el TPV, la máquina con la que se pagan las compras con tarjeta. Este tipo de pago se está consolidando en las pequeñas y medianas empresas, y lo prueba el hecho de que el año pasado, por primera vez, el dinero movido en los terminales (más de 89.000 millones de euros en los nueve primeros meses) superó al retirado en los cajeros (86.000). Y Hacienda no lo pierde de vista.

Desde hace unos meses, según fuentes judiciales, basta una única diligencia de Hacienda para embargar el saldo de las cuentas asociadas a los TPV. Y así lo están notando algunos pequeños empresarios con deudas pendientes con la Agencia Tributaria, pese a que habían ido formalizando pagos voluntarios.

«El último día de diciembre nos embargaron ese TPV pese a que en los últimos tres meses, a través de varias operaciones, habíamos ido pagando 185.000 euros [le quedarían otros 80.000], hemos mostrado voluntad de pagar, pero nos encontramos con esa sorpresa, que en la práctica lo que hace es ahogar toda vía de ingresos», lamenta el dueño de un restaurante de Madrid, que ejemplifica bien la situación por la que terminan pasando algunos pequeños empresarios cuando tratan de regularizar su situación con Hacienda. 

Así es el operativo

El caso tiene bastante de manual. La empresa contaba con varios establecimientos, pero en medio de la crisis tuvo que ajustar la red y pedir un concurso de acreedores, al que se acogieron el 80 % de los proveedores. Regularizó su plan de pagos con la Seguridad Social (con esa Administración no hubo problemas), pero terminó encallando en Hacienda. «No hubo manera, no me ayudaron para nada pese a que desde el primer momento demostré voluntad de querer pagar y así se lo expliqué», lamenta. Superado el concurso, el problema empezó a ser Hacienda, que inició la vía de embargos de cuentas hasta llegar a los TPV. «Me llevé una sorpresa tremenda, fui al banco y me explicaron que había esa orden de Hacienda, me asfixian con los ingresos que iba teniendo, te dejan sin poder pagar IVA, IRPF, proveedores ni las nóminas de 25 empleados», añade.

Para poder seguir cobrando por el terminal ha creado una nueva sociedad limitada (para evitar más problemas le ha puesto el mismo nombre que la anterior, añadiendo que se trata de una firma en concurso). Dice este empresario (que prefiere que no se revele su identidad), que en casos como el suyo el que más tendría que perder es Hacienda: «Si la empresa tiene que ir a una liquidación, habría 25 parados más y la indemnización tendría que ponerla el Fogasa. ¿Es razonable?».