Trump ya tiene su subida de tipos

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

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La brecha entre las políticas monetarias de Draghi y Yellen se ensancha
La brecha entre las políticas monetarias de Draghi y Yellen se ensancha

La Reserva Federal encarece el dinero otro cuarto de punto, y van dos en tres meses

16 mar 2017 . Actualizado a las 07:41 h.

Ya está aquí la primera subida de tipos de la era Trump. Como todo el mundo esperaba, y había dejado caer su presidenta, Janet Yellen, la Reserva Federal dio ayer luz verde a otra alza del precio del dinero. La tercera en poco más de un año, la segunda en tres meses y la primera desde que el despacho oval cambió de inquilino.

Como en las dos ocasiones anteriores, esta vez la vuelta de tuerca también ha sido pequeña. De un cuartillo de punto. Lo esperado. Porque parece que los sobresaltos en los cuarteles generales de los bancos centrales ha pasado a mejor vida. Como si de verdad la crisis fuese ya solo un mal recuerdo.

No fue la de ayer, sin embargo, una decisión unánime. Se tomó con nueve votos a favor y uno en contra. El del presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, que quería dejar las tasas donde estaban.

La rebaja coloca el precio del dinero entre el 0,75 y el 1 %. Y su intención, de momento, es aplicar otros dos nuevos incrementos en lo que resta de año. ¿Por qué lo hace? Porque la economía, la real, marcha a buen ritmo. No hay más que echarles un vistazo a las últimas cifras de paro, con el país en situación ya de pleno empleo, tras seis años de crecimiento sostenido. Y porque la inflación empieza a acercarse a los niveles en los que a la Fed le gusta que esté, próxima al 2 %.

No quiere la autoridad monetaria norteamericana que las cosas se le vayan de las manos y que la economía acabe recalentándose. Así que mejor prevenir...

Calculan en la Reserva Federal que, cuando llegue el 2019, los tipos estarán en el 3 %. Y quiere Yellen que el camino hasta allí sea tranquilo. Que la aproximación sea gradual. Pero no las tiene todas consigo. Porque puede que los planes de Trump, con rebajas fiscales -aún por concretar- por doquier y billonarias inversiones en la modernización de las infraestructuras del país -también por detallar- desbaraten sus planes con más inflación y haya que hacer las cosas a todo correr. Ya veremos...

Lo que sí está claro es que la brecha entre la Fed y el BCE se ensancha. En la otra orilla llevan ya más de un año en otra historia. Con tipos cada vez más altos y nada de estímulos monetarios. Fue en diciembre del 2015 cuando se inició el cambio de rumbo. Cuando la Reserva Federal se atrevió a encarecer el dinero por primera vez en diez años, dando carpetazo a la Gran Recesión.

A este lado, la máquina de fabricar dinero sigue a pleno rendimiento; y los tipos de interés, en el 0 %. Llevan ahí un año y van de la mano de un plan de compras masivas de deuda. Todo para estimular el raquítico crecimiento europeo, estimulando el crédito, la inversión y el consumo.

Hoy hace una semana que Draghi decidió dejar las cosas como estaban. No acaba el italiano de ver las cosas claras. Aunque, eso sí, al menos no dijo que vaya a ser necesario poner más carne en el asador.

Al principio de la crisis todo era al revés. Estados Unidos no hacía más que darle a la máquina del dinero y aquí el BCE, cruzado de brazos. Las tornas han cambiado.