Javier Vega de Seoane: «El sistema regulatorio frena y desincentiva el crecimiento de las empresas en España»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

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SANDRA ALONSO

A su entender, la reforma laboral ha sido positiva, pero insuficiente, porque el mercado funciona mal

10 may 2017 . Actualizado a las 07:38 h.

Sustituto de Mónica de Oriol al frente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane es también presidente de DKV Seguros. Participó recientemente en Santiago en un foro, invitado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

-Usted ha venido a hablar de competitividad. ¿Qué factores influyen?

-Uno de los elementos que explican nuestro peor desempeño es el tamaño de nuestras empresas. Tenemos unas compañías demasiado pequeñas.

-¿Y a qué cree que se debe?

-El sistema regulatorio actual frena y desincentiva el crecimiento de las empresas en nuestro país.

-¿Por qué?

-Muy sencillo: a partir de unos ciertos umbrales, el marco vigente, el que establece las reglas, pone pegas. Le complica la vida al empresario.

-¿A qué se refiere usted, al marco fiscal?

-Al tributario, al laboral, al sistema administrativo, papeles, permisos... Todo eso ralentiza. Las empresas pequeñas cuando traspasan determinados umbrales, por ejemplo el de los 50 trabajadores o los seis millones de euros en ventas, tienen más complicaciones. Y a veces incluso prefieren no crecer y se quedan ahí quietas. Eso ocurre. Con menos de 50 empleados no tienen comité de empresa, no tienen que hacer tantos papeleos ni declaraciones fiscales trimestrales.

-¿Usted cree que la presión fiscal sobre las empresas es elevada en España?

-Todo es relativo, y si nos comparamos con nuestro entorno competitivo, nuestra presión fiscal sigue siendo algo más alta. En el impuesto de sociedades estamos en el 25 %, un poco por encima del promedio.

-Pero usted sabe que las grandes del Ibex están muy por debajo por las bonificaciones...

-Efectivamente, este es un asunto polémico. Incluso Montoro insinuó que pagaban poco. El ministro estuvo poco fino, aunque yo no digo que mienta. Pero las grandes tienen gran parte de su negocio fuera. Hay que comparar los impuestos que pagan en España con los beneficios que tienen en aquí. Y así sale un 20 %, no un 7 % como se dice.

-¿Cómo cree que se están haciendo las cosas en la salida de la crisis?

-El tejido empresarial, muy bien por su buen desempeño exterior.

-Me refería más bien a las decisiones del Gobierno...

-La reforma laboral fue efectiva, pero creo que es insuficiente.

-¿Por qué lo cree?

-El mercado laboral sigue sin funcionar bien. Las empresas demandan unos perfiles que no encuentran. El análisis es complejo, y esto nos retrotrae a la formación y a la educación. En España, entre los jóvenes hay un 30 % de universitarios, un 20 % que han estudiado FP y un 50 % que se han quedado en el bachillerato o por debajo. Es decir, existe un déficit de formación, personas que no tienen el nivel de empleabilidad que el mercado demanda.

-¿Por qué crece la pobreza si las empresas lo hacen tan bien?

-Yo no digo que estemos haciendo las cosas tan bien. Digo que el tejido empresarial se ha comportado con dinamismo. Y aquí voy a hacer una matización: nosotros defendemos la libertad y los humanos terminan siendo desiguales. Lo que nosotros defendemos es que haya igualdad de oportunidades en España.

-Pero usted sabe que en Madrid, por ejemplo, no tiene las mismas oportunidades un niño de Puerta de Hierro que otro de San Blas...

-Aquí el gran ecualizador debe ser el sistema público educativo, que yo defiendo. Y es el que debe proporcionar los mecanismos correctores. Al de Puerta de Hierro se lo paga su padre y al de San Blas, el sistema. Lo que nunca es bueno es que nos igualemos todos por abajo.