Dos firmas de Florentino Pérez reclaman al ADIF por el retraso en una obra del AVE

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

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Uno de los túneles del AVE que ya están finalizados.
Uno de los túneles del AVE que ya están finalizados. Santi M. Amil

Es la segunda demanda por los costes que sufren las adjudicatarias debido a la demora

16 may 2017 . Actualizado a las 17:32 h.

Las empresas Dragados y Tecsa, del grupo ACS, que preside Florentino Pérez, han presentado una reclamación patrimonial al ADIF, que podría terminar en los juzgados si no hay un acuerdo, por los sobrecostes que les supone la demora en la finalización de la vía izquierda del túnel de Prado, en la provincia de Ourense, en el nuevo acceso ferroviario de alta velocidad a Galicia. Esta unión temporal de empresas del mismo grupo constructor solicitó recientemente una compensación económica «por los daños y perjuicios ocasionados por el aumento del plazo de ejecución de las obras», se precisa en un documento del ADIF con el que se pretende contratar ayuda externa para peritar esos daños y hacer una valoración de los costes «realmente sufridos por el contratista».

Se trata de la segunda reclamación de este tipo en las obras del AVE gallego, ya que recientemente las adjudicatarias del tramo Lubián-túnel de A Canda -Aldesa, Proacon y Coalvi- demandaron al ADIF una compensación por los bajos rendimientos autorizados en este tajo. Distintas fuentes consultadas auguran una cascada de demandas por la demora en las obras, especialmente por el efecto de la paralización que supuso en 18 contratos el año que el Gobierno estuvo en funciones.

Los sobrecostes, según la reclamación presentada por Dragados y Tecsa, se deben a la anulación por parte del ADIF del sistema constructivo que estaba previsto en el contrato para el túnel. Los técnicos del administrador ferroviario no aprobaron la galería de ataque intermedio, que permite excavar desde otro punto y recortar así los plazos de ejecución, como se hizo en otros túneles del tramo Lubián-Ourense, como los de O Espiño. Además, se quejan de que durante un tiempo la Administración no autorizó la continuidad de la excavación. Las empresas del grupo ACS adjuntan un informe en el que se justifican las pérdidas.

El tramo de la vía izquierda del túnel de Prado se adjudicó en noviembre del 2012 con 33 meses de plazo de ejecución, por lo que tendría que haberse finalizado en el 2015. Las adjudicatarias que sufren estos retrasos creen que el ADIF debe compensarlas por los gastos que les supone mantener unidades técnicas de gestión y mantenimiento durante el tiempo en el que se superó el plazo previsto para la obra. Consideran que estos gastos, y otros relacionados con la mayor duración de la excavación, no son imputables al contratista. En algunos casos, especialmente en el 2015, el ADIF obligó a las empresas a reducir los rendimientos en las obras porque no disponía de liquidez para pagar las certificaciones. Parece que este problema ya ha sido superado. La paradoja es que los gallegos no solo sufren los retrasos del AVE, sino que parte de sus impuestos se irán a pagar las consecuencias de esos retrasos.

Problemas con Dragados

Este no es el único contencioso del ADIF con Dragados en las obras del nuevo acceso ferroviario a Galicia. El otro tramo que tienen adjudicado, Portocamba-Cerdedelo, es el que más amenaza el plazo del AVE gallego, pues estuvo bloqueado durante largo tiempo y a día de hoy las máquinas aún no han vuelto al tajo, a pesar de estar técnicamente desbloqueado por Fomento. Es uno de los 18 tramos con problemas en el nuevo acceso ferroviario, en el que aún queda por construir los viaductos de Teixeiras, los más altos del recorrido y los segundos más largos. Esta estructura marcará el fin de las obras de la plataforma en todo el trayecto entre Lubián y Ourense, pues se necesita algo más de un año para terminarla.

El otro tramo de Dragados por el que piden una compensación también estuvo bloqueado. Fomento firmó la reanudación provisional de la obra en febrero. Esta misma empresa también ha solicitado ser compensada por el parón en las obras de los túneles de Pajares, entre Asturias y León.