Pescanova se estrella en bolsa mientras el 60 % del accionariado sale huyendo

M. Sío Dopeso / M. Mora REDACCIÓN / LA VOZ

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La vuelta a bolsa de Pescanova

Masaveu gana 810.000 euros con la venta de su 7,1% y los minoritarios lo pierden todo

08 jun 2017 . Actualizado a las 09:08 h.

La Pescanova que se fue a la quiebra y acabó diluida por la banca acreedora no vale 170 millones de euros, sino solo 7,76 millones. Esa es la capitalización -valor de mercado- que tenía al cierre de este miércoles, la primera jornada de su fatídica vuelta a la cotización, tras haber permanecido suspendida durante más de 4 años.

Los pronósticos no fallaron, y la acción, congelada en el 2013 en 5,91 euros, se devaluó un 95,4 %, lo que dejó su precio en unos exiguos 27céntimos.

La CNMV advirtió que iba a ser una jornada de elevada volatilidad. Tampoco se equivocó. Tras la subasta de apertura, el precio de arranque quedó establecido en 0,6 euros por título. Quince minutos más tarde, descendía un 93,91 %, marcando una cotización de 0,36 euros. Hubo momentos de fluctuación que llevaron el valor a máximos de 0,61 céntimos, y a mínimos de 0,26.

En este río revuelto se cruzaron órdenes de venta sobre 17.452.531 acciones, por un valor efectivo de más de 6 millones de euros. Es decir, cambió de manos el 60,7 % del capital de la empresa ¿Quién compró y quién vendió? Hay pocos datos contrastados más allá de las especulaciones del mercado.

Venta a pérdidas

Uno de ellos es que la jornada de este miércoles abrió la puerta a la salida masiva de accionistas minoritarios, un amplio colectivo, titular de más del 60 % de la sociedad, pero con cuotas de participación mínimas, que se saldaron en todos los casos con pérdidas.

¿Por qué vender a pérdidas? «Son más de cuatros años sin cotizar y muchos inversores deseando vender al precio que sea, y más aún el mismo día en que el Banco Popular desaparece y se vende por 1 euro», explica el experto en bolsa David Galán.

Tal vez ese fue el motivo que llevó a Carolina Masaveu a vender su 7,133 % de la vieja Pescanova. Pero su caso es bien distinto, ya que cuando compró las acciones, en los años 2013 y 2014, la empresa ya estaba quebrada. En aquel momento adquirió los títulos a 1 y 52 céntimos, en dos paquetes diferentes. Este miércoles, la heredera de una de las sagas empresariales más potentes de Asturias vendió todo el lote (2.050.000 acciones) a uno de los mejores precios alcanzados durante toda la jornada: 0,40 céntimos, lo que le deparó una ganancia de 810.000 euros, una suma probablemente muy inferior a la que aspiró cuando decidió entrar en el capital de la vieja Pescanova.

El fondo Broadbill también puso en el mercado su 11,5 %, aunque su representante en el consejo de administración, Luis Martín, aseguró desconocer este movimiento. «No me han notificado nada», manifestó.

Broadbill también gana

Aún en el peor de los casos, es decir, si la venta se hubiera hecho en 0,26 céntimos que fue el precio más bajo alcanzado por los títulos, el fondo estadounidense habría ganado dinero, ya que adquirió su participación al grupo catalán Damm al precio de tres céntimos, según aclaró el propio Martín.

Las que no han podido salir al mercado son las acciones del ex presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, titular del 7,515 % de la vieja sociedad, ya que su patrimonio está embargado por orden judicial.

La banca no compró

A la pregunta ¿quién ha comprado? Ninguna de las fuentes consultadas se atrevía a poner nombre, más allá de fondos especuladores. Aunque en algún momento se llegó a hablar de que algunas de las entidades financieras que participan en el capital de la nueva Pescanova habrían cerrado alguna transacción, fuentes de la propia banca lo desmintieron, asegurando que ninguno de los integrantes del G7 (Sabadell, Popular, Abanca, Caixabank, BBVA, Bankia y UBI) han adquirido acciones de la vieja sociedad. «Qué sentido tendría si tenemos la mayoría del grupo Nueva Pescanova», aclararon.

La parte del Popular

Falta por saber qué pasará a partir de ahora con la participación que el Banco Popular tiene dentro del capital del grupo que preside Jacobo González-Robatto. Fuentes de la empresa evitaron pronunciarse y, desde el entorno financiero aseguraron que el Santander, nuevo dueño, asumiría la parte correspondiente, es decir, el 5,9 % de Nueva Pescanova.

Malestar y decepción entre los minoritarios, que califican de «estafa y engaño» el levantamiento de la suspensión

Los más de 9.000 minoritarios que hasta este miércoles componían el accionariado de la vieja Pescanova son los grandes perdedores de la quiebra del grupo pesquero.

Llevaban casi 4 años luchando por la vuelta a la cotización y, tras el resultado, se confirma que el momento elegido ha sido el peor de los posibles, después de que la sociedad, que llegó a tener un peso del 20 % en el capital del nuevo Grupo Pescanova, haya quedado diluida a solo un 1,7 % tras la ampliación de capital de la gran banca acreedora. Por eso, ayer no ocultaban su malestar con la tardanza que ha tenido el regulador bursátil en permitir el regreso al parqué de la vieja Pescanova.

El que fue uno de los portavoces de la asociación de minoritarios de la compañía Alejandro Fernández Pita calificó lo ocurrido de «estafa», con fuertes pérdidas para los accionistas que compraron sus títulos antes del descalabro sufrido por el grupo en el 2013.

«Según los datos que tengo, la mayoría de accionistas están muy descontentos porque no es normal que no levantaran antes la suspensión», lamentó, tras recordar la dilución de la sociedad, el pasado mes de abril. «¿Por qué permiten que vuelva a cotizar ahora? ¿Qué ha cambiado respecto a hace solo unos meses cuando aún teníamos el 20 %?», se preguntó.

En opinión de Fernández Pita, los grandes «vencedores» del proceso han sido los bancos acreedores que se quedaron con Nueva Pescanova», mientras que la investigación judicial para depurar responsabilidades continúa en fase de instrucción, con el que fue presidente del grupo, Manuel Fernández de Sousa, como principal sospechoso.

Otros miembros de la asociación de accionistas minoritarios de Pescanova calificaron de «engaño» lo ocurrido en la sesión bursátil de este miércoles, y apuntaron a la CNMV como principal responsable.