López-Asenjo: «El reparto de cuotas no es inamovible»

Espe Abuín REDACCIÓN

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MARCOS CANOSA

El Secretario General de Pesca dice que no hay nada más frustrante que pedir más cupo y tener que escuchar reproches por no consumirlos todos

02 jul 2017 . Actualizado a las 20:00 h.

Alberto López-Asenjo (Ávila, 1961) llega hablando de la estrategia de competitividad que están elaborando, de crecimiento azul, de igualdad, trabajo responsable, convenios internacionales... Y sacando pecho porque España ha sido capaz de revertir la situación y ser considerado como líder en la lucha contra la pesca ilegal, no regulada y no documentada (IUU).

-Presumimos de encabezar la lucha contra la pesca ilegal, los armadores dicen estar más perseguidos que los narcos y el Tribunal de Cuentas de la UE aún ve deficiencias en el control. ¿Lo entiende?

-El Tribunal de Cuentas no dice que el control sea deficiente, sino que se tarda demasiado en grabar los datos. El volumen de datos (de posicionamiento, de capturas...) que se maneja es muy importante, el famoso big data, y ya estamos trabajando con empresas consultoras para corregir la situación. Y aunque ese informe nos deja en mucha mejor situación que otros países analizados, ya nos hemos marcado el plazo para que a mediados del 2018 esté resuelto.

-¿Cómo afectará el uso del big data? ¿Habrá mayor marcaje?

 -Estamos trabajando en un sistema de inteligencia artificial que vaya aprendiendo de sus errores. Lo que se llama inteligencia en la inspección. Cruzará datos y alertará cuando aprecie una anomalía. Ese trabajo, que en el caso de las operaciones Sparrowse ha tenido que hacer de forma casi artesanal, se realizaría ahora con herramientas informáticas. Hablamos de pesca IUU, pero el big data también será útil para mejorar la gestión de las pesquerías, hacer estudios de flota, análisis de dependencia de una especie... Estamos ante una serie de retos donde la gestión de toda esta información, lo que es el conocimiento, va a ser clave para determinar con mayor grado de precisión el impacto socioeconómico de medidas como los descartes o las propuestas de reparto de especies pesqueras.

-¿Permitirá también resolver los problemas del recuento de cupos, cierres abruptos de pesquerías o la escasez de cuotas?

 -Ahí hay varias cuestiones. Una es la no utilización plena de las cuotas. Los cupos, en Europa, están defendidos sobre un criterio de sostenibilidad, por lo que, no consumirlos todos, es un acto que dice poco de nuestra capacidad de gestión económica y búsqueda de rentabilidad en nuestras empresas. Por tanto, ahí lo que hay que buscar es dar la máxima flexibilidad para que esos sobrantes puedan ser aprovechados. No hay nada más frustrante que cuando uno va a pedir al comisario un aumento de cuota, este te diga: ‘¿Para qué quieres más, si no has consumido la que tienes asignada?’

-¿Pero eso no es culpa de la Administración, por haber calcado la fórmula de reparto de Europa?

 -Por eso digo. Vamos a corregirlo con mecanismos de flexibilidad. Por ejemplo, hay una normativa en el Cantábrico Noroeste que impide que se puedan hacer transferencias antes del 1 de octubre. ¿Por qué? Vamos a valorar si se pueden hacer antes transferencias entre provincias o autonomías. Si tenemos elementos de gestión telemática que permiten conocer el consumo casi en tiempo real, hay que aprovecharlos. La ley da de plazo hasta 6 semanas para enviar las notas de venta, pero hay aplicaciones que permiten conocerlas al instante.

-¿Cómo se resolverá en la bajura la ausencia de medios telemáticos?

 -La bajura vende en lonja. Basta con que nos envíen esa comunicación. Dudo que no haya nadie en la cofradía con un ordenador o un teléfono móvil capaz de decir al momento que se ha vendido tanto jurel, tanta caballa, tanta anchoa...

-¿Por qué no se ha corregido ya y sigue habiendo cierres abruptos de pesquerías?

 -Estamos presentando el sistema y nos hemos dado este mes de prueba. A veces los procesos se tienen que ir consolidando. He pedido a mi equipo que tome conciencia de que vamos a tener que hacer una apuesta muy firme en tecnología, tanto para la gestión como para crear una plataforma de intercambio de experiencias y de información. Estamos hablando en el marco de la estrategia de crecimiento azul, donde la pesca, lejos de estar encapsulada o ser considerada algo extraño, tiene que integrarse en el proceso para que coexistan las actividades tradicionales con las novedosas, como la biotecnología o las energías marinas, dar paso a iniciativas mixtas. Por ejemplo, se están lanzando propuestas de pesca de basuras. Los que mejor saben capturar cualquier cosa que esté en el mar son los pescadores y, si con el rescate o la captura de plásticos eso se va a mejorar la salud del medio ambiente, ¿por qué no lanzar proyectos para que los barcos puedan dedicarse a eso?

-¿A pescar botellas de plástico en vez de xardas?

 -No se está diciendo que dejen de pescar jurel en la época que les corresponde, pero sí cuando hayan acabado sus campañas. En vez de buscar a quien preste ese servicio, ¿por qué no dedicar quizás un mes a la recuperación de basuras? Lógicamente tendrán que recibir una compensación por ello. En el Mediterráneo, plásticos y medusas son la principal preocupación.

-Sigue preocupando el reparto de cuotas. ¿Está mal hecho? ¿Cómo se va a arreglar el caos en el Cantábrico?

-Cuando se hace un reparto está claro que todo el mundo aspira a tener el máximo posible, el problema es que los recursos son limitados. Ha salido la sentencia contra el plan de gestión del Cantábrico y, aunque no ha entrado en cuestiones de forma, sí es importante ver cuál es el impacto real y el nivel de dependencia de las distintas modalidades de flota. La Administración no considera que el reparto sea inamovible, por eso he pedido estudios y evaluaciones independientes. Volviendo al principio de la conversación, tener una mejor gestión de datos y un mejor conocimiento de la gestión de esos datos nos pueden dar pautas orientadoras. Lo que me parece arriesgado es repartir sin que estemos de acuerdo y ni siquiera tengamos un análisis. Cuando hablamos del reparto, a veces se traslada más un testimonio emocional que económico: ‘Yo antes pescaba tanto, ganaba tanto, nos regulábamos así...’ Hemos encargado estudios para tener una base y, llegado el momento, si los informes avalan lo que de manera intuitiva o emotiva se nos está diciendo, estamos dispuestos a revisarlo.

-Bueno, no hay mucho de emotivo en tener que dejar de pescar anchoa porque Galicia solo tiene el 1,14 % de la cuota. Aunque sea como para echarse a llorar, es más bien una cuestión económica.

-La anchoa ahora está apareciendo ahora Galicia, antes no aparecía. Ese mismo argumento lo puede usar Canarias con el bonito.

 -Por supuesto.

-No tenemos el más mínimo problema. Pero vamos a esperar a que los estudios de impacto socioeconómico avalen si es necesario alterar las claves de reparto. Antes, me centraría en buscar la mayor flexibilidad y consenso para lograr la utilización plena de cuotas.

-Toca renovar el acuerdo con Portugal. ¿Pedirán las mismas condiciones para ambas flotas?

 -Ese es el planteamiento: tener todos las mismas normas de juego. Dicho eso, no oculto que el acuerdo es fundamental para las dos partes. Por supuesto que vamos a pedir igualdad de cumplimiento, pero lo tenemos que hacer desde la total amistad y consideración hacia un país que nos une muchísimo, como una actuación conjunta en el caso de la sardina, las negociaciones en el contexto internacional... El cómputo final es que el acuerdo, incluso tal y como está ahora, es satisfactorio. Por supuesto que tiene que verse mejorado, pero no a costa de cargarnos el acuerdo.

-Hungría ha bajado el IVA del pescado. ¿España hará lo mismo?

 -No está en nuestro ámbito competencial. Hemos recibido esas peticiones y se han traslado al departamento competente. Es cierto que Hungría tiene el 4, Alemania el 6, pero hay otros con el 10...

-¿Habrá pesca sin descartes?

 -La pesca va a ser cada vez más selectiva. Está claro. Pero para los descartes habrá que establecer mecanismos de flexibilidad para que la pesca sea viable.

-¿Será posible con TAC y cuotas? 

-Habrá que buscar nuevas ideas. Nosotros estamos trabajando con mecanismos de TAC directores, que sea la especie principal la que organice la actividad y luego que se hable de acceso a un porcentaje de capturas accesorias.

-Pero habrá que tocar la «santa» estabilidad relativa.

 -Lo que se tenga que modificar que se modifique. No me asusta.

 La Comisión tiene que ser consciente de que la protección del medio ambiente no puede ser a costa de cargarse un sector como la pesca. Pero eso tampoco puede servir a los críticos para hacer una enmienda a la totalidad.

-¿Teme al «brexit»?

 -El equipo negociador ha entendido nuestro planteamiento de acceso al recurso a cambio del acceso al mercado y ha otorgado a la pesca una prioridad media, después de lo que es textiles, automóvil y servicios financieros.