Confía en lograr así el respaldo de los grupos políticos que apoyaron los Presupuestos
04 jul 2017 . Actualizado a las 07:13 h.La aritmética parlamentaria de esta legislatura es un dolor de cabeza para el Gobierno -aunque el discurso oficial sea el de que brinda la oportunidad de buscar acuerdos-, y la vuelta de Pedro Sánchez al liderazgo del PSOE lo acentúa, al cerrar la puerta a cualquier punto común. Esto quedó patente este lunes, cuando prácticamente a la vez que el Consejo de Ministros aprobaba el techo de gasto para el 2018 -antesala de los próximos Presupuestos Generales del Estado- los socialistas anunciaban que no lo respaldarán en la votación del próximo día 11 en el Congreso.
No ha servido que, por primera vez en cuatro años, el Ejecutivo elevara el límite de gasto (un 1,3 %, o lo que es lo mismo, 1.500 millones, hasta los 119.834). El PSOE -como ya demostraron en el último Consejo de Política Fiscal las comunidades en las que gobierna, al oponerse en bloque al 0,3 % marcado como objetivo de déficit autonómico para el 2018- no le brindará respaldo alguno al Gobierno.
Y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recién reprobado en el Congreso a instancias de los socialistas, lo tiene claro. «Nadie se ha llevado una sorpresa», dijo este lunes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y afirmó también que «con este PSOE vamos a coincidir lo justo en términos de políticas presupuestarias y económicas». «Aunque por parte del Gobierno no va a quedar», insistió.
Ante este escenario, el Ejecutivo ha concentrado sus esfuerzos en los grupos políticos que apoyaron los actuales Presupuestos, con Ciudadanos a la cabeza. Y al intento de congraciarse con la formación naranja responde el giro del discurso de Montoro respecto a la bajada del IRPF que reclama Albert Rivera. El responsable de Hacienda ya anunció el pasado jueves, tras el Consejo de Política Fiscal, que está trabajando en identificar deducciones en el impuesto para el próximo ejercicio, aunque «con extrema prudencia», para no comprometer los objetivos de déficit, pues la prioridad es salir del procedimiento de déficit excesivo en el que España está desde el 2009.
Este lunes volvió a dejar claro que el ministerio está estudiando cómo encajar las peticiones de Ciudadanos, con el que volverá a reunirse esta semana. Montoro se mostró «seguro» de que la formación de Rivera, como el resto de las que apoyaron los Presupuestos Generales del Estado (PNV, Foro Asturias, Coalición Canaria y Nueva Canarias) volverán a hacerlo con el techo de gasto y el objetivo de déficit del 2018, pues sus demandas «tienen perfectamente cabida» en las cuentas del próximo ejercicio, cuyo margen de gasto es mayor.
Más crecimiento, menos paro
El Ejecutivo también revisó el cuadro macroeconómico, elevando al 3 % el crecimiento del PIB para este año, tal y como ya había anunciado el ministro de Economía. «Son unas previsiones conservadoras», aseguró Luis de Guindos, pese a que el escenario que describen hasta el 2020 es muy optimista. El Gobierno espera, de hecho, que el crecimiento -basado en la demanda interna conjugada con el músculo exportador- se traslade con fuerza al mercado laboral, creando en torno a medio millón de empleos anuales.
En el 2019 el país superaría los 20 millones de ocupados, recuperando el nivel precrisis, y en el 2020 la tasa de paro cerraría en el 11,1 %.
Hacienda prepara otras 8.000 plazas de empleo público
El ministro de Hacienda también anunció este lunes que está ultimando para este año una nueva oferta de empleo público, que se aprobará a través de un decreto ley y que forma parte de los acuerdos suscritos con los sindicatos para aumentar la plantilla de la Administración y reducir la interinidad. «Lo tenemos ya en el programa de los próximos días», confirmó sobre la nueva convocatoria de empleo para la Administración General del Estado, que ampliará el personal en áreas de atención al ciudadano o en los departamentos de lucha contra el fraude fiscal y laboral.
Desde el sindicato CSIF cuantifican la nueva convocatoria en torno a las 8.000 plazas. A través de un comunicado, el sindicato apuntó que se incluirán como sectores prioritarios para cubrir, por vez primera desde la crisis, los de atención a la ciudadanía en los servicios públicos, prestación directa del transporte público y seguridad y emergencias. Igualmente, destaca que están «trabajando para que se produzca un refuerzo inmediato en ámbitos como las oficinas del DNI (300 plazas) y examinadores de tráfico (150 plazas)».
CSIF insiste también en que debe haber mejoras salariales superiores al 1 % para que los empleados públicos puedan recuperar el poder adquisitivo en los tres o cuatro próximos ejercicios. Por su parte, Montoro ayer solo apuntó que la subida «moderada» del techo permitirá aumentar el gasto de los ministerios en unos 35.000 millones, así como nuevas subidas salariales a los empleados públicos, pero que estas debían negociarse con las centrales sindicales. «Lo ideal es proyectar hasta final de la legislatura», apuntó.