La recaudación de sociedades se hunde el 23 % en Cataluña tras la fuga empresarial

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Toni Albir | efe

Las ventas del pequeño comercio caen el triple que en España en el crítico mes de octubre

29 nov 2017 . Actualizado a las 07:30 h.

La inestabilidad política vivida en Cataluña con especial virulencia el pasado mes de octubre, y que contagió la tensión a todo el país, acabó pasando factura a las cajas registradoras del pequeño comercio, que han visto hundirse sus ventas. Pero también se ha reflejado en la recaudación del impuesto de sociedades en Cataluña. Y es que, según los datos del último informe mensual de recaudación tributaria de la AEAT, coincidiendo con el momento álgido de la fuga de empresas de la comunidad, ese mismo octubre la recaudación del impuesto de sociedades se hundió allí nada menos que un 23,4 % respecto al mismo mes del 2016.

Aunque este tributo va a parar a las arcas del Estado, pese a recaudarse de las empresas radicadas en las diferentes comunidades, la caída en Cataluña es llamativa, ya que son casi 600 millones menos, al pasar de los 2.525 de octubre del 2016 a los menos de 1.935 del mes pasado. Coincide que en Valencia -comunidad a la que se han trasladado muchas empresas- ese mismo octubre los ingresos por este tributo subieron un 26 %, con 180 millones más,

Octubre también pintó bastos para la facturación minorista, ya que, según confirmó ayer el INE, por primera vez en 38 meses las ventas cayeron en España un 1,2 %, mientras que en Cataluña se despeñaron casi un 4 % (el 3,9 % concretamente), triplicando la media nacional.

Los números refrendan la percepción de los comerciantes, que admitían semanas atrás que unas veces era imposible mantener abiertos los establecimientos por la presión de las protestas en las calles, y otras que daba igual no echar el cierre, ya que la incertidumbre hacía que los ciudadanos pospusieran sus decisiones de compra. La consecuencia es la que muestra la estadística: la facturación se hundió en Cataluña. Solo Melilla (4,4 %) la superó.

Tanto la Confederación Española de Comercio (CEC), patronal del pequeño comercio, como la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) han coincidido en responsabilizar especialmente a la «situación de Cataluña» como causante de la caída de las ventas, por lo que insistieron en hacer un llamamiento a «restaurar la normalidad política».

Golpe al crecimiento

También el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, se pronunció sobre la caída de las ventas en Cataluña, aprovechando una comparecencia en el Congreso. Afirmó que aunque el dato no es bueno, puntualizó que octubre es «potencialmente el peor mes», por lo que habrá que estudiar si el frenado en el gasto se mantiene en el tiempo. En cualquier caso, para Escrivá el retroceso de la facturación se traducirá en una caída de entre tres y cuatro décimas en el crecimiento previsto para la comunidad en el cuarto trimestre del año, por lo que pasaría del 0,8 % al 0,5 %.

Igualmente desde el ámbito internacional llegan señales de alerta sobre el problema independentista. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mostró su preocupación por el impacto que pueda tener en el crecimiento económico de España. La institución que lidera Ángel Gurría, que mejoró la previsión de crecimiento de este año hasta el 3,1 %, sin embargo redujo en una décima el esperado para el 2018, situándolo en el 2,3 %, en una estimación idéntica a la del Gobierno. Pero advirtió de que el coste económico crecerá cuanto más se dilate la crisis política, que pasará factura al consumo y a la inversión, al reducir «significativamente» la confianza de los consumidores y de las empresas.

En este escenario, las sociedades siguen cambiando su sede social (y en ocasiones también la fiscal) a otras comunidades, en busca de seguridad jurídica. Aunque el ritmo de salida se ha ralentizado notablemente desde la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones, desde el 2 de octubre y hasta este lunes, 27 de noviembre, se han trasladado casi 2.800 empresas, en concreto 2.798 según los datos del Colegio de Registradores de España.

La patronal catalana pide a los partidos «sentido común» para revertir los daños

La patronal catalana Foment del Treball reclamó ayer a los partidos que concurren a los comicios del 21D «sentido común» para revertir el daño económico provocado por la crisis política y evitar un impacto mayor si la huida de empresas acaba afectando a la actividad económica.

Durante la presentación del informe Incidencia del escenario político en la actividad económica y empresarial, en el que se recoge el impacto que el secesionismo está teniendo ya en Cataluña y España, el director del departamento de Economía de Foment, Salvador Guillermo, comparó el conflicto político con un «agujero negro», pero se mostó convencido de que «si somos listos y sabemos darle la vuelta, aún podemos salvar los muebles».

El informe hace referencia a la «estampida» de cambios de sedes sociales y fiscales de gran parte de las principales y mayores empresas radicadas en Cataluña, y alerta del riesgo de «menospreciar» su importancia, por el daño reputacional. Guillermo advirtió también que las consecuencias pueden ser más graves si las empresas empiezan a tomar decisiones que afecten a la economía productiva, algo que aún no ha ocurrido, pero que no descartan.

Difícil que las empresas vuelvan

Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, también aseguraba ayer en una entrevista de radio que «va a ser complicado» que «decidan volver» las empresas multinacionales que se han marchado de Cataluña o que han desechado la idea de instalarse allí por la inestabilidad política. También calificó de «brutal» la pérdida de horas de trabajo en la comunidad en octubre debido a las huelgas, que superó los 9 millones. El dato es impactante, ya que en todo el 2016 en España se perdieron 11,4 millones de horas.