La térmica de Aboño, entre las 30 más sucias de Europa

Elena G. Bandera
Elena G. Bandera REDACCIÓN

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El mapa de las 30 centrales térmicas europeas más sucias.El mapa de las 30 centrales térmicas europeas más sucias
El mapa de las 30 centrales térmicas europeas más sucias

De las 293 centrales europeas operativas, la de Gijón es una de las que más CO2 emitió en 2015. A las cuatro asturianas se les atribuye 352 muertes prematuras por contaminación solo en 2016

15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada año emite menos dióxido de carbono (CO2), pero sigue estando entre las térmicas de carbón más sucias de Europa y las más dañinas para la salud de las personas. La térmica de Aboño, con 5,54 millones de toneladas de CO2 emitidas en 2016, cierra el top 30 de las centrales térmicas europeas en un listado que elaboran organizaciones ambientales de 28 países europeos, que el mes pasado ponían en marcha la campaña Europa más allá del carbón para concienciar sobre la necesidad de acelerar el proceso de descarbonización en la Unión Europea para poder combatir los peligrosos efectos del cambio climático y de la contaminación atmosférica. 

Ese listado, en el que aparecen las 293 plantas térmicas de carbón que aún siguen activas en los países europeos, está encabezado por la mayor de todas ellas, la central de Belchatow, en Polonia, con 34,94 millones de toneladas de CO2 y a la que se le atribuyen 1.393 muertes prematuras en 2015, como consecuencia de la quema de carbón.

352 muertes prematuras por contaminación de carbón en Asturias

En el caso de la térmica de Aboño, que tiene 43 años de antigüedad y una capacidad de 916 megavatios de potencia, también ocupa la posición número 30 en cuanto a muertes prematuras por contaminación al atribuírsele 167 en el año 2015. En total, a las cuatro térmicas asturianas se les atribuyen 352 muertes prematuras por contaminación en ese año.

La de Soto de Ribera, que también es de HC y tiene 33 años de antigüedad, tiene 350 megavatios de potencia y ocupa el puesto número 152 en cuanto a CO2 emitido a la atmósfera, con 1,05 millones de toneladas de emisiones en 2016. En el caso de las muertes prematuras pasa a la posición número 53 de todas las térmicas europeas, al serle atribuidas 99 muertes prematuras por contaminación en 2015. 

La térmica de Narcea, con 530 megavatios de potencia y propiedad de Gas Natural Fenosa, ocupa el puesto 128 de las 293 europeas en emisiones de CO2 según este listado con 1,37 millones de toneladas en 2016 y, en cuanto a las muertes prematuras, se sitúa como la número 104 con 50 muertes prematuras en 2015. Esta planta, además, es la más antigua de todas al llevar abierta 48 años. 

En cuanto a la térmica de Lada, cuyo futuro cierre era anunciado por Iberdrola el mes pasado precisamente dentro de una apuesta por las energías limpias y por acelerar el compromiso de reducir la intensidad de emisiones de CO2, se sitúa en este listado europeo en la posición 143 con 1,17 millones de toneladas de CO2. Esta térmica, que tiene una potencia de 358 megavatios y 36 años de antigüedad, también ocupa la posición número 113 en cuanto a muertes prematuras por contaminación, al atribuírsele 46. 

Los datos de esta campaña, que fueron recopilados en julio de 2017, se obtienen en el caso de las emisiones de CO2 del registro del Sistema de Intercambio de Emisiones de la Unión Europea y, en el caso del impacto de la contaminación por carbón en la salud de las personas, se han actualizado los obtenidos en un informe anterior, que se denominaba La nube oscura de Europa.

En España, según este informe, la más contaminante y perjudicial para la salud de las personas fue la térmica gallega de As Pontes, que ocupa la posición número 20 en cuanto a emisiones de CO2 (con 6,93 millones de toneladas en 2016) y la número 22 en cuanto a las muertes prematuras por contaminación, con 195 en 2015. Y, en la península Ibérica, aún está mejor situada la central portuguesa de Sines, al menos en lo que respecta a emisiones de CO2, puesto que ocupa el puesto 18 con 7,32 millones de toneladas emitidas en 2016. 

En 2016, las 16 plantas térmicas de carbón que existen en España emitieron 38 millones de toneladas de CO2, el 6% del total acumulado ese año. También se les atribuye el 12% de las muertes prematuras ocurridas en 2015, un total de 2.270, y se recuerda que las plantas de carbón suponen el 7% de la potencia eléctrica del sistema energético español, al sumar todas ellas 10.474 megavatios.

El debate sobre el carbón en el resto de Europa

Esta campaña, que aboga por acelerar los planes de cierre de las térmicas y tener una Europa libre de carbón en 2030, recuerda que España, en donde el Gobierno incluso anunciaba limitar el cierre planteado por Iberdrola, tiene un exceso de capacidad energética «enorme» y un alto potencial para la producción de energías renovables y limpias. También pone de manifiesto que existe un conjunto de térmicas españolas muy antiguas que deberán cerrar debido a la legislación europea sobre contaminación aunque «aún existen fuerzas que están presionando para que permanezcan abiertas». Asimismo, recuerdan que se han concedido de manera continua ayudas estatales y que también se han aportado subvenciones estatales para la producción de carbón local «aunque las minas deben cerrarse en 2018».

En Europa, según los datos recabados en esta campaña, las plantas térmicas de carbón fueron responsables aproximadamente de 19.500 muertes prematuras y 10.000 casos de bronquitis aguda en adultos. El coste del carbón para la salud de las personas supuso más de 54 billones de euros en un año. Desde 2016, los grupos que forman parte de esta campaña colaboraron en la retirada de 16 térmicas y otras 39 están a punto de cerrarse, además de que los gobiernos de Holanda, Reino Unido, Finlandia, Francia, Portugal e Italia se han comprometido a que sus países queden libres de carbón en 2030 como muy tarde. En Alemania el debate está abierto y, en toda Europa, son 14 los países en los que no se plantea adelantar ese cierre. Además de España, también se encuentran en este grupo -que en la campaña se marca en rojo frente al verde de los que sí tienen planes de acabar con la combustión de carbón antes de 2030 y el azul de los que no tienen térmicas de carbón- Polonia, Grecia, Turquía, Rumanía, Bulgaria, Hungría o la República checa.