Autónomos asturianos constituyen un «lobby» para conseguir mejoras

Susana D. Machargo REDACCIÓN

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Manifestación de autónomos en Madrid.
Manifestación de autónomos en Madrid. DANI CARDONA

La plataforma suma ya 400 profesionales en la región y sigue reclutando apoyos. Denuncian la presión fiscal que sorportan

07 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

250 euros mensuales de la cuota de autónomos, el IRPF, un servicio de prevención de riesgos laborales que ronda los 300 euros anuales; la Ley de Orgánica de Protección de Datos (LOPD) que cuesta 250 euros cada dos años y 50 anuales para la revisión, la cuota de la SGAE, los gastos básicos de actividad, el pago a la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) en el caso de los profesionales de ese ramo; los seguros: el de responsabilidad civil (a partir de 300 euros anuales), seguros de convenio para los trabajadores (50 euros anuales), seguros obligatorios de actividad (la media ronda los 900 euros anuales), seguro del local, seguros privados de incapacidad laboral. Antes de abrir la puerta, el día 1 de cada mes, los autónomos ya han tenido que desembolsar una cantidad de dinero que no han ni empezado a recaudar. La compensación es escasa. Se quejan de que apenas tienen derechos. Para tratar de revertir esta situación alrededor de 400 autonónomos se ha constituido en una plataforma que persigue convertirse en un grupo de presión que consiga mejoras para todos los trabajadores por cuenta propia.

Sus promotores aseguran que ni son ni una asociación ni un partido ni tampoco un sindicato. Por el momento, se han constituido como una plataforma pero los abogados involucrados en el proyecto buscan la figura legal que mejor encaje en sus fines. Esos fines pasan por la mejora de derechos, la sensibilización social y la potenciación de la formación. Están planeando ya campañas de protesta muy originales. Una de las ideas que barajan es empapelar un día los escaparates con papel de embalaje y colgar carteles que digan: Así se vería tu ciudad sin el comercio de proximidad. La prioridad es presionar a los que toman decisiones pero, al mismo tiempo, ganar la batalla social. 

Entre sus principales reivindicaciones está la rebaja de la cuota de la Seguridad Social adecuándola a las necesidades reales, la posibilidad de aumentar la base de cotización después de los 49 años, que los autónomos societarios puedan acogerse al mismo sistema de cotización que el resto, mejoras en la ley de segunda oportunidad y en ley de morosidad firme, adecuar la edad de jubilación al trabajo desarrollado y la posibilidad de conseguir una jubilación anticipada en las mismas condiciones que un trabajador por cuenta ajena y anular la cuota de la SGAE. 

La iniciativa

AUPA. Autónomos Unida para Actuar. Eses el nombre provisional que han adoptado. La iniciativa no ha nacido en Asturias. Se trata de un movimiento nacional que ha entrado con fuerza en el Principado, gracias al trabajo de una serie de voluntarios que cree en el proyecto. AUPA-Asturias cuenta ya con 400 miembros. En toda España, aseguran que ya son casi 33.000. Sus miembros no se sienten identificados con la labor realizada por otras plataformas de autónomos y menos por los Gobiernos. Aunque llevan tiempo organizándose, en las últimas semanas han pisado el acelerador. El motivo ha sido que el Ejecutivo del PP ha decidido subir la cuota de autónomos societarios un 4%, un movimiento que se une a todos los incrementos registrados en los últimos. «Y sin previo aviso», lamentan los portavoces del movimiento en la región.

La plataforma asturiana la está encabezando Yoyi Pérez Rodríguez, acompañada de colegas como Mónica Blanco, propietaria de la agencia independiente La Villa, en Avilés. «A los autónomos solo nos tienen en cuenta para pagar», lamenta Blanco. A todo el listado de impuestos y seguros, añade otros gastos como las tasas municipales. «En mi caso pago 100 euros de agua cuando resulta que tengo un pequeño baño en la agencia que apenas se usa. Así nos pasa con todo», insiste. 

No obstante, reconoce que tienen que ser muchos más de 400 para conseguir que se les escuche. Así que continúan extendiendo el mensaje y reclutando más autónomos para la plataforma. El pequeño comercio lo tiene ya bastante sondeado pero les faltan otros sectores. Ahora quieren llegar a la construcción (albañiles, pintores, fontaneros,...), al transporte (taxistas, camioneros) y a la hostelería. «Trabajamos con el boca a boca, de barrio en barrio», explica Mónica Blanco para explicar su forma de trabajo. De momento, ya cuenta con una página web y con un perfil en Facebook para darse a conocer. Se trata de un grupo cerrado con 346 miembros. Para aceptar a nuevos miembros realizan un par de preguntas sobre el negocio, para así recabar información.   

Hay, por tanto, dos tareas que discurren en paralelo, la de buscar nuevos miembros y la organización interna. Dentro de la plataforma ya hay abogados que están con todo el proceso de tramitación legal. Quieren dejar claro que son un colectivo altruísta, que no aceptará la politización del grupo.