Jesús Sanmartín Mariñas: «No todos los ciudadanos pueden hacer la declaración con un clic»

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

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CESAR QUIAN

El presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales reclama políticas para igualar el nivel de vida entre comunidades, porque «los impuestos no lo arreglan todo»

10 feb 2018 . Actualizado a las 15:23 h.

Jesús Sanmartín clausura hoy las jornadas sobre fiscalidad que organiza el Colexio de Economistas de A Coruña, en las que se abordan los principales cambios tributarios para este ejercicio.

-Hacienda ha anunciado que lanzará una nueva aplicación para presentar el IRPF desde el móvil, pero los asesores fiscales suelen advertir de los peligros de hacer la declaración con un clic...

-No es que no nos guste, porque es cierto que hay muchas declaraciones que son sencillas y la Agencia Tributaria, con buen criterio, ayuda a esos ciudadanos que no deberían gastar dinero en hacer su declaración. Pero no todos los contribuyentes la pueden hacer con un clic: hay quien tiene que ir a un asesor fiscal para revisar bien los datos y ver qué le conviene.

-Ahora que es tan fácil presentar la declaración, ¿se ha simplificado el mecanismo para corregirla si hay algún error por tanta rapidez?

-Sí, Hacienda con este sistema electrónico está permitiendo presentar declaraciones complementarias dentro de plazo. Es un gran avance, porque antes no se podía hacer.

-Ha pasado ya más de medio año desde que el Constitucional tumbó el impuesto de plusvalía en las ventas a pérdidas y todavía no se ha modificado la norma: ¿cómo afecta ese vacío legal?

-Ya hay un borrador que parece que se va a aprobar de inmediato, pero en este tiempo los ayuntamientos han hecho de todo, aunque la mayoría siguen cobrando el impuesto. Lo que tienen que hacer los contribuyentes, en aquellos casos en los que no haya incremento de valor en la operación, es recurrir la liquidación de inmediato.

-Quienes pagaron y no deberían haberlo hecho, ¿van a recuperar el dinero?

-Los que estén dentro del período de prescripción aún tienen la posibilidad de impugnar su autoliquidación, pero en aquellos casos en los que el impuesto lo liquidó el ayuntamiento, se dio conformidad y se pagó, esas probablemente no tengan esa posibilidad. Nos da la sensación de que los que hayan pagado y no hayan recurrido serán irrecuperables.

-Además de la plusvalía, los tribunales también han anulado la amnistía fiscal o el céntimo sanitario. ¿Qué se está haciendo mal en política tributaria para que los jueces tengan que corregirla?

-A veces los criterios con los que se hacen las normas son recaudatorios, con ciertas prisas, porque el Estado necesita cada vez más recursos. Y ese afán hace que a veces te extralimites un poco en la legislación. Se legisla a golpe de necesidad y a veces las normas salen imperfectas, pero son pequeños detalles ante la estabilidad del sistema tributario.

-¿Cómo se adapta ese sistema tan pétreo a la economía social, las ventas «on-line» o el bitcoin?

-El legislador debe estar muy atento a los nuevos negocios, la nueva manera de intercambiar bienes, porque la normativa no está pensada para eso y a veces hay que forzar mucho.

-¿Cómo está funcionando el nuevo sistema de suministro inmediato de información del IVA? Porque había mucho temor en las grandes empresas...

-Las compañías se han adaptado perfectamente y ha sido un golpe de productividad para el país, porque ha permitido una gran velocidad en el control de las operaciones y en el envío de las facturas. No ha sido solo bueno para la Administración tributaria.

-¿Se extenderá a las pymes?

-No lo sé, porque ya se están controlando el 80 % de las operaciones. Quizás ampliarlo a todo el mundo no es necesario, lo que hay que ver es si la Agencia Tributaria es capaz de manejar ese volumen ingente de datos que le llegan. Sabemos que tiene programas para el cruce de datos y me da la sensación de que esto será fundamental para controlar operaciones y aflorar las que ahora no se declaran o se declaran tarde. Tienen un filón ahí.

-Estamos a las puertas de la reforma del sistema de financiación autonómica. ¿Se puede aprovechar el momento para atajar la guerra fiscal entre comunidades?

-Sería lo razonable. No puede ser que en un solo país haya tantas diferencias. Tiene que haber unos tipos mínimos y, a partir de ahí, que las comunidades que quieran graven más. Lo que no puede ser es esa pelea por ver quién rebaja más, como se ha visto en el impuesto de sucesiones, donde todo el mundo ha seguido el ejemplo de Madrid, porque Madrid lo suple con otros ingresos que regiones más pequeñas no tienen. Pero los impuestos no lo arreglan todo, tiene que haber políticas alternativas para resolver las diferencias económicas entre autonomías.