Bimba y Lola tensa la puja por la mayoría de su capital para llegar al precio marcado: 450 millones

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ACTUALIDAD

El proceso de venta entra en la recta final con los fondos Carlyle y Permira igualados en posibilidades

26 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si de algo sabe la familia de los Domínguez, además de su experiencia en la moda, es de hacer buenos negocios. Sobre todo la rama más pragmática del clan que encabeza Jesús Domínguez (Textil Lonia y sus marcas Carolina Herrera y Purificación García), padre de Bimba y Lola y de sus dueñas, María y Uxía Domínguez. Por eso, y por el interés que ha suscitado entre los inversores, la venta de la firma de moda, que supera ya las 200 tiendas en el mundo, se está convirtiendo en el acontecimiento del sector.

A medida que avanzan los plazos marcados en el cuaderno de venta, se va depurando la lista de inversores, que arrancó hace diez meses con el interés manifiesto de más de una decena de fondos de capital extranjero y en la que ya solo quedan dos, con las mismas posibilidades de hacerse con hasta el 70 % del capital de Bimba y Lola.

Lo que trasciende, en este momento delicado y de supuesta máxima confidencialidad de la operación, es que los norteamericanos de Carlyle Group y los británicos de Permira son los finalistas de una puja que mantiene invariable su precio de arranque: los 450 millones de euros establecidos en el cuaderno de venta lanzado al mercado por Morgan Stanley, equivalentes a multiplicar por 11 su beneficio bruto de explotación. 

¿Quién da más?

Una suma «desmesurada» según distintos analistas, que considerarían «un éxito increíble» que la operación se acabe cerrando en ese precio. De las dos opciones, Permira es la que, según fuentes del mercado, está defendiendo la oferta más elevada. Este fondo de inversión guarda silencio al respecto, como también lo hace Carlyle, que no confirma pero tampoco desmiente que haya desistido de seguir en la puja.

Estas fuentes dicen que, a igualdad de ofertas, de los dos fondos, Permira es el que más gusta a la familia Domínguez. Este grupo británico, que opera desde hace más de 30 años y acumula un capital comprometido de 32.000 millones de euros, es una gestora que conoce bien el mundo de la moda. Estuvo hasta julio del 2017 en el accionariado de Cortefiel (participación valorada en más de 1.000 millones que vendió a Pai y CVC) y, anteriormente, realizó inversiones en la alemana Hugo Boss y en la británica New Look. También quedó finalista en la puja por Pronovias, que ganó BC Partners por 550 millones.

En todo caso, el objetivo de los fondos que apuestan por Bimba y Lola está claro, según el mercado: «Lo que le interesa al fondo es que el grupo genere valor a través del crecimiento internacional, fundamentalmente, para luego salir a bolsa o vender». Y añaden que, «si un fondo ve potencial y se lo cree, se lanza».