Este es el concejo que tiene el mismo riesgo de pobreza que Andalucía

S.D.M. REDACCIÓN

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pobreza infantil, niños, malos tratos

Un informe del Regiolab profundiza en los estudios de desigualdad y detalla qué sucede a nivel local. Hay comarcas del Principado con porcentajes similares al suroeste peninsular

18 jun 2018 . Actualizado a las 12:46 h.

Hay una comarca asturiana y especialmente un concejo que tiene tasas de riesgo de pobreza similares a las que existen en el suroeste peninsular. Se trata de las comarcas mineras y de Mieres. La posibilidad de que su población sufra algún tipo de desigualdad o exclusión es muy superior a la que tienen los ovetenses, avilesinos y gijoneses. Las tres principales ciudades del Principado están justo en el extremo contrario, donde apenas hay incidencia de la pobreza y existe más equidad. Así consta en el último estudio del Observatorio Regional Regiolab, firmado por Alberto Díaz, Esteban Fernández, Fernando Rubiera y Ana Viñuela.

La gran novedad de este informe del Regiolab es que desciende a nivel local y comarcal el indicador Arope, que hasta ahora medía el riesgo de pobreza desde el punto de vista autonómico y nacional. El estudio forma parte de un proyecto denominado IMAJINE se está desarrollando en tres países de la Unión Europea y cuenta con la contribución de la Universidad de Oviedo. Los propios autores reconoce que estos primeros resultados demuestran lo útil que ha sido desagregar el indicador AROPE de las regiones a unidades territoriales y administrativas más pequeñas, ya que existen resultados singulares, por ejemplo en los cinturones de algunas grandes ciudades. Las principales diferencias en el Principado se observan entre las zonas urbanas y rurales y, sobre todo, en las comarcas mineras. Señalan los autores, literalemente, que «llama la atención el caso de los municipios de tradición minera y, entre ellos, el caso concreto de Mieres, donde los porcentajes crecen a niveles propios del suroeste peninsular». Esos niveles hablan del riesgo de pobreza.

«Los resultados muestran la relevancia del análisis. Por debajo de los indicadores regionales existe una heretogeneidad fundamental que debe ser tenida en cuenta en el diseño de políticas públicas», argumenta el informe. La necesidad de investigar qué sucede en lo local no es mera curiosidad sino un paso previo fundamental para que las administración adopten las medidas necesarias para conseguir la equidad y corregir desigualdades. 

El proyecto IMAJINE está midiendo, en realidad, los mismos parámetros que el Arope. Esto supone localizar los hogares que tienen una renta interior al umbral de pobreza, definiendo ese umbral de pobreza como el 60% de la mediana de la renta nacional, aquellos que no pueden permitirse cuatro de los nueve parámetros de consumo básico definidos a nivel europeo y las personas que residen en un hogar con una basa de intensidad de trabajo, lo que supone familias donde apenas consiguen contratos. El Arope en España, tras la crisis, alcanzó el 30%, pero sin una distribución homogénea del territorio. En Andalucía, Extremadura y Canarias llegaron al 40%, mientras que en Asturias, en el peor momento de la crisisi, no superó el 25%. «Siempre ha estado significativamente por debajo de la media nacional», reconocen los expertos de la Universidad de Oviedo.

El Principado es para estos especialista «un caso especialmente interesante por su marcada heterogeneidad interna». Aquí es donde el informe se concentra en resumir cuál es la situación regional. Señala que las principales ciudades muestran porcentajes de población en riesgo de pobreza y exclusión entre los más bajos del país. Destaca, por encima de las demás, la excelente situación de Oviedo. La situación contraria es la que soportan aquellos concejos con vecinos más expuestos. Esos son los del entorno rural y en especial los de tradición minera.

Con la perspectiva nacional también se han detectado casos curiosos, con focos de pobreza en territorios en teoría más prósperos. Esta investigación cita el entorno de la ciudad de Barcelona, con incrementos de pobreza similares a los del suroeste. Lo mismo sucede en algunos municipios de la costa mediterránea, sobre todo en algunos con una fuerte presión de la actividad turística.