Los pensionistas asturianos recibirán dos extras este julio

L.F / R.S. / A.B. REDACCIÓN

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Concentración organizada por las federaciones de pensionistas y jubilados de CCOO y UGT de Asturias, hoy en las principales calles de Oviedo, dentro de la convocatoria realizada en todo el país por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones.
Concentración organizada por las federaciones de pensionistas y jubilados de CCOO y UGT de Asturias, hoy en las principales calles de Oviedo, dentro de la convocatoria realizada en todo el país por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones. Alberto Morante

La tradicional paga de verano llega acompañada este año del pago de los atrasos originada por la subida del 1,6%. En Asturias este incremento supondrá 30 millones

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pensionistas asturianos cobrarán este mes de julio dos pagas extras. No se trata de un aguinaldo ni de que el Gobierno central haya querido tener un detalle con el colectivo, sino que a la tradicional paga de verano se suma este año el cobro de los atrasos por el incremento del 1,6% en sus pensiones. Esta última partida dejará en Asturias unos 30 millones.

Los 301.000 pensionistas asturianos recibirán en julio dos noticias relevantes. Una, esperada, la paga extra de cada verano. Otra, quizá menos contada, la actualización de sus prestaciones conforme a la subida que pactaron el Gobierno del PP y el PNV, y que se incluye en los Presupuestos del 2018, que están en fase final de tramitación en el Senado. Esa subida supone un incremento del 1,6 %, frente al 0,25 % que se aplicó en enero, y supondrá que la Seguridad Social tendrá que desembolsar a lo largo del mes de julio unos 60 millones de euros para compensar a los pensionistas asturianos con efecto retroactivo, por lo que no se subió de enero a junio. La intención de Hacienda es ejecutar esos retrasos en un solo pago que oscilará entre 56 y 180 millones.

A partir de julio, si las previsiones que maneja la Seguridad Social se cumplen, ya se aplicará a todas las prestaciones  esa subida del 1,6 %.

Lo cierto es que el gasto del Estado en jubilados, viudos, huérfanos... sigue creciendo. En Asturias, el desembolso mensual supone 332 millones, cantidad que multiplicada por 14 pagas -con las dos extras- se eleva hasta los 4.650 millones. El Principado, con 1.100 euros de media, es la tercera comunida con la pensión más alta, tan solo por detrás de País Vasco y Madrid.

Ahora bien, ¿cómo se van a lograr los ingresos para poder pagar esta subida y las siguientes, teniendo en cuenta que el Estado tiene que volver a tirar de crédito para pagar la extra de verano? El sistema público de pensiones en España tiene un «problema de ingresos», admitió ayer en Santander la ministra de Industria, Reyes Maroto. «Ignorarlo nos plantea seguir recurriendo a deuda para financiar las prestaciones», señaló durante su intervención en la apertura del seminario La economía ante el blockchain. Lo que está por venir, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

La ministra reivindicó que hay que dar respuesta a esta «urgencia que tiene el país» respecto a la sostenibilidad futura de las pensiones en el seno del Pacto de Toledo, «ya sea a través de un impuesto a la banca [que es la propuesta que el PSOE defiende], a las tecnológicas [como Montoro se sacó de la chistera para financiar la subida del 1,6 % incluida en los Presupuestos Generales del Estado] o a los vehículos que contaminan».

Sin embargo, aunque coincidió con Maroto en la necesidad de abordar el problema de la sostenibilidad futura del sistema de pensiones, el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres, discrepó abiertamente de la idea del Gobierno de crear un impuesto a la banca para enjugar -aunque sea parcialmente- el déficit crónico de la Seguridad Social. «Ese impuesto genera una distorsión y encarecerá el crédito», señaló Torres, insistiendo en que así lo había demostrado la experiencia cuando gravámenes de ese tipo se han implantado en otros países. Por ello reclamó que no se hagan «muchos experimentos» ni se perjudique «a un sector concreto». El consejero delegado calificó de «errónea» la adopción de dicha medida, asegurando además que «no tiene ningún sentido» relacionar la creación de tal impuesto con el rescate de la banca en la crisis.

Maroto recordó que en el último Consejo de Ministros el Gobierno aprobó un crédito para pagar la extra de las pensiones ante la insuficiencia de las cotizaciones sociales y del Fondo de Reserva, del que los socialistas no han querido hacer uso en esta ocasión. «El déficit de la Seguridad Social es importante», apuntó, subrayando que precisamente eso era lo que había que tener en cuenta a la hora de abordar la creación del citado impuesto a la banca. En cualquier caso, señaló, «es en el Pacto de Toldeo donde se tiene que debatir la sostenibilidad del modelo, porque si hoy ya tenemos problemas, lo que está por venir será aún peor».