La UE impone aranceles a Estados Unidos por 2.800 millones

C. p. BRUSELAS / CORRESPONSAL

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Desde mañana, la importación de vaqueros, motos y burbon se encarecerá un 25 % en respuesta al ataque al acero europeo

21 jun 2018 . Actualizado a las 07:24 h.

«No queríamos estar en esta posición. Sin embargo, la decisión injusta y unilateral de los Estados Unidos de imponer aranceles al acero (25 %) y al aluminio (10 %) no nos deja otra opción», aseguraba ayer con resignación la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, al anunciar la subida de gravámenes a la importación de productos estadounidenses como represalia por la guerra comercial desatada por la Administración Trump el pasado mes de marzo. Una ofensiva que costará a la UE 6.200 millones al año.

La sueca no ha esperado a julio para contraatacar. Desde mañana, productos como el maíz, la mantequilla de cacahuete, los zumos de naranja, el tabaco, el burbon, los vaqueros, artículos variados de belleza, barcos de recreo y hasta las emblemáticas motos Harley Davidson se encarecerán un 25 % en las fronteras de la UE. La extensa lista de productos sujetos a aranceles está valorada en 2.800 millones de euros y se podría ampliar en los próximos meses. Hay una segunda remesa de artículos a los que se les podrían imponer aranceles de hasta el 50 % (sombrillas, barcos de pesca, artículos de porcelana, baterías recargables y amplificadores aéreos). «Las normas de comercio internacional no pueden ser violadas sin una reacción de nuestra parte. Nuestra respuesta es medida, proporcionada y plenamente en línea con las normas de la OMC», explicó Malmström.

Bruselas, eso sí, deja la puerta abierta a la reconciliación. Está dispuesta a dar marcha atrás si Estados Unidos excluye a la UE de la cruzada arancelaria. Pero no parece que ese sea un escenario contemplado por Trump, cuyo equipo del Departamento de Comercio mantiene el pulso. Los exportadores españoles de aceituna negra de mesa no dan crédito al ataque perpetrado por Washington contra sus negocios. El pasado 12 de junio las autoridades estadounidenses aumentaron hasta el 34,7 % la carga arancelaria provisional a las importaciones de este producto. Una subida «exorbitante e injusta», según el ministro de Agricultura, Luis Planas.

Según el Departamento de Comercio americano, las tres compañías investigadas (Aceitunas Guadalquivir, Agro Sevilla Aceitunas y Ángel Camacho Alimentación) vendían su producto entre un 16,8 y un 25,5 % por debajo de su precio real. También se les acusó de recibir subsidios de hasta el 27 %. España niega las imputaciones y asegura que los bajos precios se deben a la mejora de la competitividad de las compañías. Por el momento las exportaciones de aceituna al otro lado del Atlántico ya han caído un 42 %, para beneficio de productores de Marruecos, Egipto y Turquía.

Ante ese escenario, Bruselas estudia posibles «medidas compensatorias» para evitar despidos masivos en las localidades andaluzas donde están radicadas las empresas y el Gobierno español ha exigido para el sector el mismo nivel de protección que el que la UE le está brindando a la industria del acero, para el que se han reservado medidas de salvaguardia como la imposición de cuotas de importación si detecta que las remesas inundan el mercado.