La vivienda de playa sale (a medias) de la crisis

Susana D. Machargo REDACCIÓN

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Una urbanización de pisos en Luanco (Gozón)
Una urbanización de pisos en Luanco (Gozón)

El mercado se reactiva en la franja de litoral entre Muros de Nalón y Villaviciosa. La compraventa se mueve más que el alquiler

14 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mercado de la vivienda de playa en Asturias tocó suelo en el año 2016. Desde entonces ha evolucionado, aunque de una manera más modesta que en el sur, el Meditarráneo e, incluso, que País Vasco. De hecho, hay dos velocidades diferentes dentro del propio Principado. Una cosa es lo que pasa en la franja de litoral entre Muros de Nalón y Villaviciosa y otra diferente, en las alas. El mercado se reactiva en la zona centro, sobre todo en Salinas y Luanco y más en la compraventa que en el alquiler. Esa reactivación se mide por el número de transacciones realizar, de casas compradas, pero no tanto por los precios, que permanecen bastante estables y que no han comenzado una escalada como sí sucede, por ejemplo, en Sanxenxo (Galicia), Sóller (Mallorca) o Arrecife (Lanzarote). En Asturias queda todavía algo de stock por vender pero los expertos aseguran que lo que queda es «de fácil digestión».

Así consta en el informe Vivienda en costa 2017 elaborado por la sociedad de tasación Tinsa, que analiza todo tipo de datos, desde el stock a los precios, las promociones y el valor del suelo en 63 zonas de costa en 147 municipios diferentes. Este trabajo de investigación, basado en las tasaciones y en las estadísticas del propio Ministerio de Fomento, explica que hace ya tres años que en España se constataron los indicios de recuperación en el mercado de las segundas residencias vinculadas a la playa y las vacaciones. Pero eso ha sucedido, sobre todo, donde el comprador extranjero tiene un fuerte protagonismo, que no es el caso del Principado. Hay destinos que siguen en pleno ajuste, como es el caso de A Coruña o del entorno de Algeciras. Otras, como el oriente y el occidente de Asturias, están próximas al suelo. En una tercera categoría, en la que se incluiría el área central, comienzan a vislumbrarse indicios de recuperación. El resto, en esa clasificación, ya vuela a velocidad de crucero.

La mejoría de la zona central 

¿A qué se debe ese despegue de la zona centro por encima de las alas? Tinsa explica que clientes que ya han salido de la crisis o que nunca han estado en ella comienzan a comprar pisos en la playa. Proceden, básicamente, de cuatro puntos. Hay asturianos pero también vascos, madrileños y castellanoleoneses. Los técnicos señalan que ya existe «una cierta demanda» y que los precios están evolucionando mejor incluso que la primera residencia. Auguran una subida progresiva de los valores en los próximos años. Las dos localidades con más pujanza son Salinas y Luanco y el stock que ambas tienen a la venta son tanto viviendas unifamiliares de 125 a 180 metros cuadrados y pisos de 50 a 65 metros cuadrados, la gran mayoría de obra nueva sin vender. La compra y el alquiler parecen bastante equilibrados. En Luanco se ha reactivado la construcción, con una promoción de unas 100 viviendas que había quedado paralizada, en estructura, con el estallido de la burbuja inmobiliaria. En general, la actividad que se desarrolla en la zona corresponde a promotores locales que funcionan con recursos propios.    

El informe hace mención al margen de Gijón, pese a estar enclavada dentro de esa zona central. Lo hace porque se trata de una ciudad con mucha más población donde el mercado de primer residencia es más importante que el de segunda. Los precios en Gijón también son más altos. Si se excluyen del análisis los municipios de playa en los que está la capital de provincia, Gijón aparece en el grupo de los enclaves costeros más activos en transacciones. Con 2.892 viviendas, creció un 25,8%. Si solo se analiza la obra nueva, entonces son 380 viviendas y la evolución es de un +82%. 

Así están las alas

La situación de oriente y occidente es muy similar, en lo que se refiere a la vivienda vacacional. Tinsa sitúa ambas zonas en una parte templada de la clasificación, aunque cada una con sus peculiaridades.

Entre Castropol y Cudillero observa un estancamiento del sector, aunque el nivel de stock que queda sin vender es bajo y asumible a corto plazo. Lo que mejor salida está teniendo entre los compradores son las viviendas unifamiliares de dos dormitorios. De hecho, en esta zona el alquiler es menos relevante que la compra y los clientes procedente, fundamentalmente, de Madrid y País Vasco. Han encontrado obras paralizadas que se están finalizando pero no hay promociones nuevas en diseño. Tampoco parece que se esté moviendo demasiado el suelo.

La radiografía de la franja de litoral que va de Colunga y Ribadedeva es prácticamente idéntica. La situación apenas se ha movido con respecto a 2017. El nivel de stock también es bajo y asumible a corto plazo y lo que mejor salida está teniendo son los pisos de dos dormitorios. La oferta se reparte a partes iguales entre obra nueva y segunda mano y el alquiler tiene menos peso que la venta. Tampoco encuentran novedades en el suelo. El cliente predominante, un clásico, procede de Madrid y País Vasco.