Si quieres cobrar la pensión, deberás tener libreta

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JOSE MANUEL CASAL

La Seguridad Social exige desde este mes una cuenta corriente para realizar el abono de las prestaciones

01 ago 2018 . Actualizado a las 09:47 h.

Lo de cobrar la pensión en efectivo en la ventanilla del banco ya es cosa del pasado. El nuevo reglamento de gestión financiera de la Seguridad Social, que entró en vigor a principios de mes, elimina la posibilidad de que los jubilados y otros pensionistas puedan solicitar que la prestación se les abone directamente en efectivo en una entidad financiera colaboradora.

A partir de ahora, será obligatorio contar con una cuenta corriente a través de la que recibir el ingreso mensual. Una modificación que supone un cambio de ciclo, aunque no son muchos los afectados: unos 4.000 en toda España, lo que apenas supone un 0,04 % de los más de 8,7 millones de pensionistas que hay actualmente. No hay datos de la incidencia que esta medida tendrá en Galicia, porque el Ministerio de Trabajo rehusó, como es habitual, dar la información desglosada por comunidades, a pesar de que son las direcciones provinciales de la Seguridad Social las que en los últimos meses han contactado por carta con los pensionistas que cobraban por ventanilla para pedirles que comuniquen, «a la mayor brevedad», un número de cuenta en el que hacer el ingreso a partir de ahora.

Aunque el reglamento ya ha entrado en vigor, desde la Seguridad Social han avanzado que darán un margen de tiempo razonable para que los pensionistas que deban adecuarse al nuevo marco normativo faciliten su número de cuenta. Algo que también se ha comunicado a las entidades financieras que colaboran con la Administración, para evitar posibles incidencias en el abono de las prestaciones.

Para justificar la decisión de obligar a contar con una libreta en el banco para poder cobrar la pensión, el Gobierno recuerda que se ha garantizado por ley el acceso universal a una cuenta básica. Eso no significa que vaya a estar exenta de coste, porque el último borrador de orden con el que el Ministerio de Economía pretende regular este producto permite a los bancos cobrar una comisión de hasta tres euros al mes por su mantenimiento, cuantía que será menor para las «personas en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión financiera».

Cuatro de cada diez gallegos cobran menos de la prestación mínima, denuncia CC. OO.

Una cosa es el medio de pago de la pensión y otra, muy distinta, su cuantía. Sobre esta última cuestión versa el informe publicado ayer por la secretaría de empleo de Comisiones Obreras en Galicia. Bajo el título As pensións galegas segundo as fontes tributarias, el departamento que dirige Maica Bouza analiza los datos que facilita la Agencia Tributaria para concluir que cuatro de cada diez gallegos que dependen de la Seguridad Social cobran una prestación que está por debajo del umbral de la pensión mínima (8.449 euros al año en el 2016).

En ese ejercicio, el último del que hay datos, fueron 310.793 los gallegos que tuvieron que subsistir con unos ingresos de apenas 700 euros al mes, lo que supone un 39,2 % del colectivo, casi siete puntos más que en el conjunto de España.

Una brecha que también es evidente cuando se analiza el importe de la pensión media, que en Galicia se situaba en el 2016 en los 12.273 euros brutos al año, la quinta más baja de las regiones españolas y un 11 % inferior al promedio estatal, que estaba 1.466 euros por encima. La diferencia es mucho mayor cuando se compara con la comunidad con la mayor prestación media, Asturias, donde los jubilados y el resto de los pensionistas perciben, de media, 4.625 euros más que un gallego. «Son as comunidades con maior peso industrial de emprego asalariado as que están por riba da media, con algunhas excepcións, e as que teñen valores por baixo da media son as que soportan un maior peso do emprego no sector primario», explica el informe.

Pero la territorial no es la única brecha en el sistema de pensiones, en el que, como sucede en el mercado laboral, las mujeres cobran mucho menos que los hombres. En concreto, casi un 29 % menos en el caso de las gallegas, que en este aspecto concreto no están peor que en el resto de España, donde esa diferencia es un punto superior. En la comunidad, el 45 % de las pensionistas perciben cuantías inferiores a la mínima y muy pocas están en los estratos altos de prestaciones, lo que evidencia las diferencias en las carreras de cotización.