El Gobierno certifica el castigo fiscal al gasoil en pleno declive del diésel

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

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MARCOS CREO

Tranquiliza a los fabricantes de coches anunciando «ayudas a la transción»

10 ago 2018 . Actualizado a las 16:40 h.

Hasta hace menos de un año, siete de cada diez coches que se compraban en Galicia se movían con gasoil. Pero el mercado ha dado semejante vuelco que los modelos diésel ya apenas suponen un tercio de las nuevas matriculaciones gallegas (980 de las 2.700 unidades en julio).

Dice el sector que cuando hace unas semanas la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmó que el diésel tenía los días contados, la demanda, que ya iba cuesta abajo, cayó en picado. Y no hace falta mucha imaginación para acertar el tamaño del impacto que va a tener de inmediato la subida fiscal al gasoil, que ayer confirmó Reyes Maroto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo.

Lo avanzó el presidente Pedro Sánchez a los pocos días de acceder al Gobierno. Entonces se especuló con una posible subida de precios de hasta un 8 %.

Maroto no ha puesto cifras al incremento, pero anunció que el Gobierno está trabajando en una fiscalidad que recoja las peticiones de la Comisión Europea. La decisión, según la ministra, irá acompañada de una serie de políticas económicas que ayuden a la transición hacia la reducción del CO2 que exige Bruselas.

Un buen impuesto

El borrador ya está en marcha, y para su elaboración el Ejecutivo quiere contar con el sector del automóvil. El fin, según Maroto, es llegar a «un buen impuesto» que marque la hoja de ruta hacia la reducción de las emisiones, pero de una forma que el sector pueda acompasarse a estos cambios.

La nueva fiscalidad se incluirá en los Presupuestos Generales del Estado del 2019, cuya fecha de aprobación es más bien incierta, por la debilidad parlamentaria del PSOE. Pero la estrategia está marcada. «Tenemos el reto de luchar contra el cambio climático, que es, para nosotros, un proyecto de país. Lo tenemos que hacer, pero manteniendo la competitividad de sectores estratégicos, como es el de la automoción. Hay que ver cómo acompañar a estos sectores para que hagan esta transición», explicó la ministra a Europa Press.

Hasta ahora, el gasoil es más barato que la gasolina porque paga menos impuestos. Cuando se equipare el gravamen, los conductores de coches de gasoil soportarán una carga fiscal de 40,07 céntimos por litro, 10 céntimos más que ahora (incremento estimado). Lo que, a la hora de pagar, situaría el litro de este carburante (el más utilizado por vehículos de transporte) en 1,389 euros -tomando como referencia el precio actual-, más caro incluso que la gasolina de 95 octanos.

Como consecuencia, al conductor o conductora de un coche diésel de gama media y tanque de 60 litros de capacidad llenar el depósito le costaría con la nueva tasa 83,74 euros, un 8 % más.

Mientras el mercado diésel se desploma, los fabricantes de coches en España avisan: la guerra contra el coche a gasoil afecta directamente a 4.000 empleos.

Los precios de los carburantes se igualarán entre comunidades a partir del 1 de enero

Los impuestos representan casi la mitad del precio del combustible. En España, la carga fiscal se divide en cuatro tramos. Un impuesto estatal general, que grava con 30,7 céntimos el litro de gasoil. Un tipo estatal especial, de 2,4 céntimos por litro. Y un tipo autonómico, que varía según la región desde 0 hasta 4,8 céntimos por litro. A esas tasas también se suma el IVA, del 21 %.

Cataluña, Baleares, Galicia, Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia optaron en su día por aplicar el máximo (los 4,8 céntimos de la parte autonómica), correspondiente al denominado céntimo sanitario. Esto hace que, en estas comunidades, el precio sea más caro.

Estas diferencias impositivas se terminan con la entrada en vigor de los Presupuestos Generales del 2018, que fijan esa subida en el País Vasco, Cantabria, Castilla-León, La Rioja, Navarra, Madrid, Aragón, Extremadura y Asturias, a partir del 1 de enero.

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