Pablo Iglesias pasa de reivindicar la patria española a defender el derecho a decidir

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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PAU BARRENA | AFP

El líder de Podemos amolda su discurso en función del territorio y las circunstancias para no cerrar puertas a ningún votante

12 jun 2016 . Actualizado a las 14:19 h.

Hubo un tiempo en el que Pablo Iglesias medía con esmero su discurso y sus declaraciones, temeroso de que cualquier desviación respecto a la idea del teórico argentino Ernesto Laclau de crear un «significante vacío» lo más simple posible, en este caso «la casta» y «los de arriba y los de abajo», cerrara a Podemos las puertas de algún sector del electorado. Hoy, sin embargo, el candidato de Unidos Podemos ha sustituido esa estrategia, cuyo objetivo es aglutinar al espectro más amplio de votantes, por otra aún más simple, que consiste en decir en cada lugar y en cada momento aquello que el auditorio quiere escuchar, sin preocuparse demasiado por el hecho de que sus discursos puedan entrar en contradicción. Esa fórmula, que le permite salir de la jaula en la que le encerraba el discurso unidireccional circunscrito al ataque a la casta, le funciona muy bien, a juzgar por el sondeo del CIS. La clave es que su grado de credibilidad entre un determinado sector muy amplio de votantes es tan grande, que puede enarbolar cualquier idea sin que sea puesta en discusión.

El mayor ejemplo de esa dualidad -y hasta triplicidad- de mensajes se dio ayer en Barcelona. Veinticuatro horas después de lanzar una campaña bajo el lema «La patria eres tú», apelando así a un concepto de patria que hasta ahora era en España patrimonio casi exclusivo de la derecha, Iglesias aseguró en la Ciudad Condal que aspira a ser «el presidente de una España que reconozca los derechos nacionales de Cataluña» y defendió la celebración de un referendo independentista. La palabra patria no salió de su boca.

Atado a sus socios catalanes

Los estrategas de Podemos saben que la independencia de Cataluña no solo interesa muy poco fuera de esa comunidad, como evidencia el CIS, sino que suscita rechazo en muchos posibles votantes de Podemos. Y por eso Iglesias elude esa cuestión cuando habla en otros territorios. Pero sus socios de En Comú Podem hacen bandera del derecho a decidir y con ese discurso son ya la primera fuerza en Cataluña, por encima de los propios independentistas. De ahí que allí el referendo sea el tema central del discurso de Iglesias. Cataluña es una plaza clave para las aspiraciones de Unidos Podemos. No en vano, mientras que en las pasadas elecciones Podemos obtuvo con su marca 42 escaños en todas las circunscripciones en las que concurrió, En Comú Podem logró 12 solo en Cataluña y el CIS le otorga ahora 15, aunque aspira a sumar 16.

Esa misma dualidad de discurso es la que llevó a Unidos Podemos a cambiar solo en Cataluña su lema de campaña, «La sonrisa de un país», por el de «El somriure dels pobles» ('La sonrisa de los pueblos'), alejando así cualquier connotación de una España unida. Ayer, en uno de los actos más multitudinarios de la campaña, Iglesias insistió en el «no queremos que os vayáis», aunque se comprometió a «respetar y defender siempre vuestro derecho a decidir porque somos demócratas». Papel destacado en ese mitin tuvo también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que llamó a construir «un corredor mediterráneo contra la corrupción para sacar al PP y a Convergencia de las instituciones» y reivindicó «el derecho a decidir básico para la revolución democrática de todos los pueblos». Ahora que el discurso independentista flaquea en Cataluña, Unidos Podemos aspira a recoger con esos mensajes el voto de los nacionalistas desencantados.