El primer debate a cuatro marcará el resto de la campaña, pero no será decisivo

Enrique Clemente Navarro
e. clemente MADRID / LA VOZ

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Víctor Lerena | EFE

Para Rajoy, será un trámite engorroso; Iglesias lo planteará como un cuerpo a cuerpo con el líder del PP; Sánchez tratará de iniciar la remontada; y Rivera buscará el centro

13 jun 2016 . Actualizado a las 17:19 h.

Para Mariano Rajoy, es un trámite engorroso que tiene que pasar. Pedro Sánchez deberá aprovechar la oportunidad para iniciar una remontada que evite el desastre. Pablo Iglesias tratará de sacar partido a su habilidad para demostrar que es la única alternativa al PP. Albert Rivera defenderá su espacio de centro, que ve amenazado por la polarización. Así se presenta el debate a cuatro de hoy, el primero en la democracia que reúne a los cuatro principales candidatos a la presidencia del Gobierno y que, además, será el único de esta clase que se celebrará en la campaña.

Con este debate comenzará la caza de los indecisos, que aún eran un tercio del electorado cuando el CIS hizo su encuesta, pero el hecho de que tenga lugar a 13 días de las elecciones le puede restar impacto porque habría tiempo para corregir errores. En todo caso, sí marcará el resto de la campaña. Todo indica que se convertirá, por un lado, en todos contra Rajoy, y por otro, en todos contra Iglesias. Sánchez y Rivera competirán por disputarse la centralidad.

Rajoy, que ha admitido que los debates ni le apetecen ni le son cómodos, ha preferido el formato a cuatro, lo que supone ningunear a Sánchez como líder de la oposición y certificar el fin del bipartidismo. Es el que a priori menos se juega hoy, ya que tiene el electorado más fiel. Está preparado para que sus tres adversarios le ataquen, pero se parapetará en su discurso de la recuperación económica y la creación de empleo y sostendrá que un cambio en la Moncloa las pondría en riesgo. Venderá moderación y estabilidad frente a las políticas fracasadas del PSOE y el extremismo de Unidos Podemos. Su punto débil será una vez más la corrupción.

Sánchez llega herido al debate, con las encuestas que anuncian el temido sorpasso, lo que supondría un desastre sin precedentes para el PSOE. Puede ser su última bala para revertir la situación. Tendrá que pasar al ataque, no solo contra Rajoy sino también, y de forma especial, contra Iglesias, su verdadero adversario el 26J. Intentará que se visualice la pinza PP-Podemos que le impidió ser presidente. Defenderá el proyecto de centro-izquierda frente a los extremos. Le será difícil escabullirse cuando le exijan que diga con quién se aliará tras las elecciones.

El PSOE, un aliado

El líder de Podemos se crece en los debates. En el último a cuatro, en el que intervino Soraya Sáenz de Santamaría, se alzó como vencedor gracias a su alegato final. Centrará sus ataques en Rajoy, con quien confrontará cara a cara por primera vez, para dejar ver que compite con el PP, dando por hecho el sorpasso. Presentará a los socialistas como aliados imprescindibles a los que tenderá la mano para formar un Gobierno progresista. Le será complicado explicar su conversión a lo que llama nueva socialdemocracia y defender un programa que prevé un aumento de gasto público de 60.000 millones y una subida de impuestos de 25.000. El reto de Rivera es dejarse oír en un debate que estará marcado por las peleas bilaterales entre sus rivales. Habrá que ver hasta dónde llega en su rechazo a Rajoy, si explicita que exigiría su cabeza para pactar. Su principal objetivo será desmontar el discurso del líder de Unidos Podemos.

Los líderes popular y socialista lo preparan en solitario, los otros, con sus equipos

Los cuatro candidatos ocuparon la mayor parte del día en preparar el debate de esta noche, pero lo hicieron cada uno a su manera. Mariano Rajoy y Pedro Sánchez lo hicieron en soledad, mientras que Pablo Iglesias y Albert Rivera optaron por hacerlo con su equipo de colaboradores. Según informó Jorge Moragas, jefe de campaña del PP, Rajoy trabajó durante toda la tarde en la Moncloa con las fichas que le ha preparado durante los últimos días su equipo. Hoy tiene previsto hacer «su ejercicio habitual» y atender las funciones de la presidencia del Gobierno. Y aún tendrá tiempo para hacer un alto y ver con su mujer el partido de fútbol que supone el debut de España en la Eurocopa.

Pedro Sánchez ha hecho una preparación similar, analizando en solitario la documentación que le ha entregado su equipo. Según Antonio Hernando, tras las reuniones preparatorias de los días anteriores, «el trabajo en estas últimas 24 horas es más individual».

Pablo Iglesias mantuvo reuniones con su equipo, del que forma parte Errejón, que repetirá hoy, y que combinará con el estudio en solitario de las propuestas para armar su intervención en el debate. Por su parte, Albert Rivera, que participó ayer por la mañana en un acto electoral en Valencia, por la tarde se reunió con su equipo de colaborardores para dar «el último repaso» a su intervención. Su intención es descansar hoy y aprovechar el día para hacer deporte y estar tranquilo con su familia, con la intención de estar fresco en el momento del debate.