Francisco Javier Sánchez Fernández: «La sociedad tiene que ser consciente del servicio que prestan las Fuerzas Armadas»

María Santalla REDACCIÓN / LA VOZ

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CESAR QUIAN

El jefe de la Fuerza Logística Operativa afirma que «no tenemos nada que esconder e intentamos, en lo posible, que nuestra actividad salga de puertas afuera»

20 jun 2016 . Actualizado a las 07:21 h.

Francisco Javier Sánchez Fernández (Madrid, 1959) ingresó en las Fuerzas Armadas en el año 1977 atraído por la aventura -«siempre he sido de la idea de que la vocación se va forjando con el paso del tiempo»-. Casi cuarenta años después, y con un impresionante currículo a sus espaldas, acaba de asumir la jefatura de la Fuerza Logística Operativa, con sede en Galicia, concretamente en A Coruña. Viste además «otra gorra, que es la de ejercer de representante institucional de las Fuerzas Armadas y del Ejército de Tierra en Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco y Castilla y León». Amable y cercano, el general Sánchez combina conocimiento y pasión a la hora de hablar de su trabajo y cree fundamental que ese trabajo se conozca.

-Conozcámoslo: ¿Qué es lo que hace la Fuerza Logística Operativa?

-Para que una unidad del Ejército pueda desarrollar sus cometidos necesita alguien que la apoye desde el punto de vista logístico. El Ejército pasó de un modelo territorial a otro más funcional y no relacionado tanto con el territorio. Ya en el año 91, con las primeras fuerzas que se proyectan al exterior, se vio la necesidad de que no solo había que enviarlas al exterior sino que una vez allí había que sostenerlas, y una vez finalizada la misión había que replegarlas. Ese es un poco el sentido de esta logística operativa que nace hace once años. Su misión fundamental es prestar el apoyo logístico y el sostenimiento de aquellas fuerzas que tenemos proyectadas en el exterior.

-¿Cuántas son ahora?

-Ahora, de doce misiones que tienen las Fuerzas Armadas, el Ejército de Tierra está presente en ocho, desde Afganistán, que se ha ido reduciendo, Irak, Mali, República Centroafricana, en Bosnia y Herzegovina queda un poco, Somalia. Ahora mismo, de alrededor de 1.300 efectivos que tenemos desplegados la mayoría están en el Líbano e Irak. En Turquía también tenemos personal. Luego hay otras dos, en Senegal y en Mauritania, que son de cooperación internacional. También se presta apoyo logístico en territorio nacional, pero aquí en colaboración con otro mando de apoyo logístico. Y otro de los cometidos que tenemos asignados es en ejercicios internacionales que se realizan en territorio nacional, en los que prestamos una serie de apoyos como nación anfitriona. La Fuerza Logística Operativa ronda los 5.700 efectivos, de los cuales más de 5.000 son militares y los casi 700 restantes son civiles.

-España está en alerta antiterrorista de nivel cuatro por la amenaza yihadista, ¿en qué medida afecta esto a las Fuerzas Armadas?

-En los temas de seguridad una de las premisas es siempre la discreción, primero por no crear alarma social y segundo porque en la discreción está la propia seguridad. En este sentido, una de las misiones del Ejército es colaborar con las autoridades civiles y con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En materia de terrorismo, el Ejército está instruido y capacitado para en un momento determinado, a demanda de la autoridad civil, poder participar. Luego, ese nivel 4 de alerta, fundamentalmente en nuestro ámbito son medidas de concienciación y de precaución, tanto de la institución como a nivel personal de los miembros que forman las Fuerzas Armadas. Es diferente un terrorismo que tiene unos procedimientos de actuación de un terrorismo que no tiene procedimientos. En algunos casos el éxito de la acción terrorista está en salir ileso y en el terrorismo en el que actualmente nos movemos es totalmente diferente, donde incluso el inmolarse forma parte de la propia acción terrorista, y contra eso las medidas son más complicadas. Es una amenaza más compleja de afrontar.

-¿Ha sufrido el Ejército con los recortes?

-Lo ideal es ser eficiente, pero el Ejército también tiene que ser eficaz. Los cometidos que desarrolla los tiene que desarrollar con eficacia. Hemos tenido que priorizar, y para nosotros priorizar es que lo que tenemos proyectado fuera esté atendido, no podemos andar con precariedades. La crisis ha supuesto usar de una forma más racional, y también más creativa, los recursos.

-Precisamente a raíz de la crisis el Ministerio de Defensa puso en marcha un plan de racionalización de instalaciones y de las propiedades militares, ¿cómo se está aplicando?

-El Ejército se ha reducido considerablemente. En el año 82 las Fuerzas Armadas tenían alrededor de 420.000 efectivos. Ahora no llegan a 120.000, por tanto las necesidades de espacios y de patrimonio son menores. Por eso se está intentando poner un poco de orden en ese patrimonio y enajenarlo o cederlo a otras administraciones. El plan es un buen plan pero a medio y largo plazo. Podemos sacar unidades de determinados edificios y llevarlas a otros, pero ese movimiento cuesta dinero, porque en algunos casos para ahorrar hay que invertir previamente. Es un plan que se está poniendo en práctica en la medida de lo posible.

-Acaban de celebrar el Día de las Fuerzas Armadas y de organizar una serie de actividades abiertas al público. Son una institución muy valorada pero también muy desconocida.

-Dicen que el roce hace el cariño. Para querer algo o para ser consciente de la labor que desarrollan en este caso las Fuerzas Armadas hay que saber qué es lo que se hace. Al final el sentido de las Fuerzas Armadas es prestar un servicio a la sociedad, y la sociedad tiene que ser consciente del servicio que se presta y de la necesidad de ese servicio. No tenemos nada que esconder e intentamos, en la medida de lo posible, que nuestra actividad salga un poco de puertas afuera, y así lo manifesté en mi toma de posesión. También es cierto que hubo un antes y un después desde las primeras operaciones en el exterior, o con la creación de la UME y la participación en catástrofes, o el dispositivo que se monta en la campaña de incendios, con una labor de vigilancia y de disuasión que ha sido muy efectiva.

-Para terminar, ¿algún objetivo especial en su nuevo cargo?

-Esta Fuerza Logística Operativa ha experimentado una transformación grande y creo que ha adquirido un prestigio y un nivel de competencia también muy elevados, así que el primer objetivo es mantenerlo, y luego intentar mejorarlo. Somos una institución en permanente cambio, única forma de estar preparados para afrontar con éxito los retos del futuro.

«La crisis ha supuesto usar de una forma más racional y creativa los recursos»