Los fuegos, 14 aún activos, calcinaron en solo cuatro días la mitad de monte que en el 2015

maría santalla, c. punzón REDACCIÓN, VIGO / LA VOZ

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Los incendios en Galicia

Tres incendios activos, en Porto do Son, Crecente y Arbo, seguían anoche amenazando viviendas

12 ago 2016 . Actualizado a las 09:10 h.

El monte gallego sumó ayer su cuarto día consecutivo ardiendo sin parar. Solo en estos cuatro días se superan ya las 5.400 hectáreas de terreno quemado, una superficie que multiplica por doce la de las islas Cíes. En términos comparativos, ardió en lo que va de semana cerca del triple de terreno del que se había quemado en toda la campaña de hace dos años, un ejercicio, es cierto, inusualmente bueno, en el que solo se quemaron 2.001 hectáreas de monte. Con respecto a la campaña pasada, la del 2015, los fuegos de estos cuatro días representan ya casi la mitad de la superficie total quemada en esos doce meses, 11.802 hectáreas.

Entre ayer y el miércoles la Consellería do Medio Rural dio cuenta de 17 incendios superiores a las 20 hectáreas -el departamento autonómico solo informa de los fuegos que superan esa superficie o de aquellos que por algún motivo suponen una situación de peligro aunque no lleguen a esa extensión-. En estos 17 focos se quemaron más de 5.373 hectáreas de monte y numerosas personas tuvieron que dejar temporalmente sus casas por la cercanía de las llamas. Todos ellos se localizaban en la mitad occidental de la comunidad, y la mayoría en la provincia de Pontevedra.

Todo apunta a que muchos de los fuegos de los últimos días son intencionados. Precisamente por ello el presidente de la Xunta, durante una visita a Porto do Son, donde se quemaron en las últimas horas más de 880 hectáreas de terreno, pidió ayer la colaboración ciudadana y recordó que el número 085 está a disposición de los ciudadanos para avisar sobre cualquier foco de fuego. «O que non se pode, en ningún caso, é mirar para outro lado diante de condutas sospeitosas», dijo. Núñez Feijoo destacó que la mayoría de los incendios se producen entre las cuatro y las cinco de la tarde, con un viento intenso, y de siete a ocho, cuando a los medios aéreos les quedan pocas horas de vuelo. Por ello Feijoo concluye que «detrás do instinto pirómano hai un instinto criminal imposible de explicar desde un punto de vista racional».

Igual que Feijoo, también las empresas madereras, aglutinadas en la Confederación Gallega de Empresarios de la Madera, reclamaron ayer «tolerancia cero» con los responsables de los incendios que asolan Galicia.

El presidente de la Xunta valoró la actuación de los equipos de extinción, «dos mellores de Europa». En el dispositivo que lucha contra el fuego en Galicia trabajan los medios propios de la comunidad, pero también equipos del Ministerio de Medio Ambiente y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Precisamente dos trabajadores de los equipos de extinción resultaron heridos mientras trabajaban en un incendio en Camariñas al salirse de la vía el vehículo motobomba en el que viajaban. Ambos fueron dados de alta ayer.

Mientras, integrantes de los servicios de extinción denunciaron ayer la «descoordinación y falta de medios» con las que se enfrentan a los incendios. «Ni una botella de agua ni un bocadillo, y cada uno va por libre», se quejan.

Sobre el terreno, a última hora de la tarde de ayer quedaban tres fuegos en situación 2, cercanos a viviendas, un nivel que se había desactivado por la mañana en el incendio de Avión y a lo largo de la tarde en el de Cee. Seguían próximos a núcleos habitados el Porto do Son, que sumaba ya 880 hectáreas quemadas, y el de Crecente, donde habían ardido 200 hectáreas. En Arbo, donde comenzó a arder a última hora de la tarde del miércoles, la voracidad de las llamas había arrasado al cierre de esta edición 1.515 hectáreas de monte.

800 hectáreas en Santiago

El fuego de Santiago, que según el balance de Medio Rural con datos recogidos hasta las siete y media de la tarde, había arrasado desde el mediodía del miércoles 800 hectáreas, dejó a primera hora de la noche de representar un problema para viviendas. Ardía también desde la medianoche del miércoles el monte de Vimianzo, Pero ese fuego ya pudo ser extinguido a medianoche del jueves tras quemar, según las primeras estimaciones, unas 47 hectáreas.

En Cee las llamas, aunque ya no amenazaban viviendas, seguían devorando terreno, y a última hora se habían llevado ya por delante 180 hectáreas. Avión, que ardía también desde el miércoles, había perdido ya 345 hectáreas, y en el incendio de Arcade (Soutomaior) se habían arruinado 400 hectáreas de terreno. No era el único foco de fuego en Soutomaior. Otro había prendido el martes y continuaba ayer tras haber afectado a unas 230 hectáreas.

A última hora de la tarde habían sido controlados, aunque seguían vivos, los dos fuegos de Cotobade. Uno de ellos empezó el lunes y afectó a 365 hectáreas. El otro empezó el miércoles por la tarde y consumió 40. Los servicios de extinción también habían logrado controlar los focos de Lérez, en el municipio de Pontevedra, que arrasó una superficie forestal de 17 hectáreas, el que se había iniciado el lunes en Mondariz (200 hectáreas) y el de Monte Xiabre, en los municipios de Caldas y Vilagarcía, que arrasó 300 hectáreas de monte arbolado. Asimismo, a lo largo del día de ayer los equipos consiguieron extinguir tres fuegos en Cerceda, con 15 hectáreas; Rois, 58,1; y Fisterra, 28.

Al margen de los focos que recoge Medio Rural, a lo largo del día hubo otros episodios de fuego que no llegaron a alcanzar las 20 hectáreas y que por eso no figuran en el balance oficial. Es el caso del registrado en Cualedro. También en Ares un incendio forestal calcinó en la madrugada de ayer cerca de media hectárea de monte bajo en las inmediaciones del campo de fútbol del Numancia. Es una zona en la que hay viviendas a una distancia de cien metros pero no fue necesario desalojarlas, informa Carmela López desde la delegación de La Voz en Ferrol.

El humo que cubre Vigo obliga a activar plan de baja visibilidad en Peinador

La enorme bolsa de humo que desde el lunes se ha instalado en el cielo vigués obligó ayer a activar el protocolo de baja visibilidad en el aeropuerto de Peinador, hasta ahora utilizado de manera casi exclusiva por presencia de niebla. El humo llegado de los incendios forestales del área de Vigo, la zona de Pontevedra y el norte de Portugal impedía a los pilotos ver más allá de 1.500 metros en horizontal al tomar tierra en la pista de 2.700 metros. Ningún vuelo se vio afectado en sus operaciones, según Aena.