Alberto Núñez Feijoo: «Conseguimos que Galicia llegase a fin de mes en los últimos ocho años»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

ACTUALIDAD

Álvaro Ballesteros

El presidente de la Xunta y candidato del PPdeG distingue su pasado de gestor de su presente político, pero presume de no haber «empufado» a la comunidad

15 ago 2016 . Actualizado a las 00:31 h.

Trabajó durante quince años como gestor de entes públicos y cree que sin esa experiencia hubiera fracasado en su intento de dirigir Galicia durante los últimos ocho años, «de los cuales siete fueron de vacas flacas». Hablando de vacas, admite cuentas pendientes, como el ordenamiento del sector lácteo, una de sus escasas autocríticas, porque la cita electoral de septiembre es un todo o nada «muy ajustado». Alberto Núñez Feijoo (Os Peares, 1961) recibe a La Voz en agosto en su despacho de San Caetano, con dos botones de la camisa desabrochados y con la obligación adquirida de hablar bien de sí mismo y de los suyos. Pero antes de la gloria, los pecados.

-¿Cuál es el mayor problema de Galicia?

-195.000 gallegos en paro. Tenemos un porcentaje de desempleo del 17 % y deberíamos estar por debajo de los dos dígitos, en torno al 9 %.

-¿Qué se hace desde este despacho para arreglarlo?

-Desde esta mesa he luchado para mantener las paredes de Galicia para que no se cayeran. Sobre el paro, diré que hay menos personas en las listas que cuando tomé posesión en el 2009 o en el 2012. Y mientras, fuimos capaces de mantener todos los servicios públicos, hicimos nuevos centros de salud y hospitales, mantuvimos la educación, somos la comunidad más barata para estudiar una carrera y hemos incrementado más de un 50 % las plazas de FP. Vamos a alcanzar este año los 50.000 dependientes y cuando llegamos atendíamos a 14.000, además de ayudar a las familias valientes que tienen un bebé... Y todo esto con 2.000 millones de euros menos al año.

-Algunos de esos proyectos sociales que enumera recuerdan a los últimos años de Zapatero.

-Con tres diferencias: yo creo que apoyar la natalidad de un país es correcto, en Europa, en España y mucho más si se trata de Galicia, pero nosotros no le concedemos la Tarxeta Benvida a una familia que ingresa 100.000 euros, por ejemplo, algo que no veo bien, aunque se la damos al 85 % de los recién nacidos. Segundo, esa tarjeta vale para la alimentación y los productos de farmacia del bebé, no para comprarse una bicicleta. Y tercero, la damos cumpliendo el déficit, no a cargo de incrementar la deuda. Si somos capaces de hacer esto es porque hemos cumplido con el déficit público todos los años.

-Está pisando usted los jardines de la socialdemocracia. ¿Es por convencimiento ideológico o por estrategia electoral?

-Yo he intentado hacer tres cosas en mi mandato. Una fue blindar los servicios públicos, porque son claves para las rentas más bajas; otra fue incentivar la economía; y además, mantener la estabilidad política de la comunidad. Cuando tienes una sanidad pública que funciona o unas tasas universitarias baratas, con precios del 2009, estás ayudando a las rentas más bajas que pueden tener un problema laboral, de ingresos, o de salud. Créame, hemos tenido muchas limitaciones, ¿y dinero?, un año, el 2016, porque mejoró la economía y el presupuesto pudo crecer en cuatro puntos.

-Sus adversarios dicen de usted que es un acreditado contable. Sospecho que con ironía.

-Ya. Y por las mañanas en los debates parlamentarios me dicen que he incrementado la deuda pública, y en consecuencia sugieren que haga recortes. Y por la tarde me critican por rebajar el presupuesto y que, por lo tanto, le he negado dinero a los servicios públicos. Una cosa y la contraria es imposible. Ahí están las enmiendas registradas, que me digan qué quieren, recortar la deuda pública y profundizar en los ajustes o incrementarla y quebrar la comunidad autónoma y pedir el rescate, que es lo que han hecho todas las comunidades autónomas del Mediterráneo, desde Cadaqués a Algeciras.

-Entonces, tienen razón cuando dicen las malas lenguas que ha recortado usted muy bien.

-Lo que digo es que Galicia es una comunidad solvente y conseguimos que llegase a fin de mes en los últimos ocho años. Estamos pagando las facturas en veinte días y hemos sido los únicos que no pedimos un euro para cumplir con nuestras obligaciones. Si en estos momentos hubiéramos tenido una deuda pública en la media de las comunidades autónomas, Galicia tendría 3.000 millones de euros más de deuda, lo que supondría unos 90 millones de intereses más cada año. Yo puedo mirar a los ojos a los gallegos y decirles que no he empufado a la comunidad, que no la he quebrado y que no dejo facturas en los cajones.

-¿Y después de estos años de resistencia, qué propone?

-Hemos presentado el plan estratégico 2016-2020; la agenda digital de Galicia; la planificación del turismo gallego y la coordinación del plan Xacobeo del 2021; hemos lanzado la agencia de innovación, con 1.600 millones hasta el 2020; planificamos los fondos europeos... de verdad, hay proyecto. Hablamos de turismo, de pesca, de innovación, de lo que usted quiera, esos son nuestros proyectos.

-¿Qué nos deja la crisis?

-El principal problema, como dije, sigue siendo el paro, y sé que la crisis ha dejado bolsas de pobreza, desigualdad, y salarios muy contenidos que han generado estrecheces en algunas familias. Pero hemos superado el problema del crédito, que en Galicia fue muy duro por la liquidación de las cajas, y estamos recuperando sectores como el naval o la piedra, la previsión turística es buena, la pesca ha ido bien este año y, eso sí, quedan por solventar los problemas del lácteo, que es una asignatura pendiente.

-¿Si de usted depende, qué nos espera, contención o crecimiento?

-Después de lo vivido en este despacho en ocho años no puedo ser más que optimista, siempre que no lo estropeemos por ausencia de política en España.

«Que me explique la oposición qué quiere, recortar la deuda pública o pedir el rescate»

«Sé que la crisis ha dejado desigualdad, bolsas de pobreza y estrecheces en algunas familias»

«Voy a intentar convencer a los gallegos de que no nos metamos en un gran lío»

Feijoo lamenta abiertamente, casi con desinterés partidista, el bloqueo institucional que vive el Gobierno español.

-Galicia está en España, ¿afecta aquí ese bloqueo?

-Desde diciembre hasta hoy hemos hecho cosas importantes. Hemos suprimido al 99 % de los gallegos el impuesto de sucesiones, impulsamos el transporte gratuito a los menores de 18 años, asfaltamos 600 kilómetros de carreteras... Aquí se aprovechó el tiempo.

-¿Tan autónomos somos?

-Es que es ahora cuando vamos a sentir el bloqueo electoral, en este verano-otoño. Y que conste que adelantar las elecciones permitirá tener los presupuestos del próximo año. Yo no puedo elaborar presupuestos sin techo de gasto y está sin concretar el déficit público de las comunidades, por lo que no sabemos cuánto podemos gastar ni si podemos endeudarnos.

-Hable usted con Mariano Rajoy, ¿lo hace?

-Lo hacemos con intensidad. Él es el primero que es consciente, pero para eso debe tener el techo de gasto aprobado en el Parlamento. Pero si los partidos no se preocupan de la formación de Gobierno, cómo les va a preocupar un tema menor para ellos como el presupuesto de una comunidad.

-¿El bloqueo en Madrid puede ser contagioso?

-Sí claro, afecta a las autonomías, a las diputaciones, a los municipios... todo bebe del Estado.

-Entonces, con más razón le digo que si no hay desbloqueo ya, aquí tendría que pasar algo gordo. ¿Al menos alguien debería echarse a un lado, no?

-La noche electoral fui optimista porque entendí que los españoles comprendieron el problema del bloqueo y castigaron a los partidos que no aceptaron el resultado de diciembre, pero no le oculto que he ido perdiendo optimismo. Con todo, creo que puede haber investidura a finales de agosto o principios de septiembre.

-De nuevo el Feijoo optimista.

-Yo tengo que seguir creyendo en la política, de otra forma no podría seguir dedicándome a esto. Uno de mis objetivos al presentarme es blindar a Galicia del bloqueo institucional y de la inestabilidad, además de intentar convencer a los gallegos de que no nos metamos en un gran lío de consecuencias desconocidas.

«Necesito un mapa y una cantimplora para entender lo de las mareas»

O el PP o lío. Feijoo y los suyos ya lo decían con el bipartito del PSOE y el BNG y ahora intensifican su mensaje ante la irrupción de las mareas, Podemos y Ciudadanos.

-Antes le preguntaba por los problemas de Galicia. Ahora me gustaría conocer los de Feijoo.

-Pues sí, tengo un gran problema: no soy capaz de saber quién encabeza mi alternativa, solo sé que me voy a enfrentar contra un lío político, y por eso intento explicar que el objetivo no es solo ganar unas elecciones, sino buscar un punto de encuentro en Galicia y un proyecto en común para muchos gallegos que no piensan como un militante tradicional del PP. Quiero que sea un proyecto intergeneracional y atraer a los jóvenes que no entienden la deriva de un lío político como nunca ha habido en Galicia. Por eso ofrecemos responsabilidad, estabilidad y unidad.

-No cita a Ciudadanos, que puede hacerle un roto en Galicia por un puñado de votos, según la encuesta de Sondaxe.

-Recuerdo las encuestas de su periódico previas a las elecciones del 2009, del 2012 y la de ahora, y en todas teníamos un porcentaje de voto similar, pero los escaños se movían entre el 37 y el 39 (la mayoría son 38). El problema es que ahora se divide entre cinco, y entonces se dividía entre tres. Yo estoy animado, pero es cierto que hay un riesgo de que nos quedemos a las puertas, de que Ciudadanos obtenga unos votos estériles y que facilite un gobierno de las mareas y Podemos.

-En España ha cambiado el reparto de la tarta electoral. En Galicia parece que no, que hay un héroe o villano, que es usted, y luego están los demás.

-Yo no elijo cómo se organiza la oposición. Desde luego que preferiría tener una oposición más ordenada para poder hablar, para sentarnos, pero no sé muy bien cuál es mi alternativa, mi rival. Solo sé que en la oposición tienen más problemas entre ellos que contra el PP, y lo digo objetivamente. Veo una cierta situación de emergencia en el BNG y una gran improvisación en Ciudadanos. Llevo tres secretarios generales del PSOE en esta legislatura, y en estos momentos, los dirige una gestora. Yo pregunto, ¿cuál es la alternativa? Mi recomendación a los gallegos es que no nos metamos en un lío, con absoluta honestidad.

-¿Qué le parece la resolución del culebrón de las mareas y Podemos?

-Quien tiene siempre la última palabra es Pablo Iglesias, sus procesos son solo de adorno. Iglesias hace y deshace a su antojo. Ya lo vimos vetando a Beiras, vetando el grupo del Congreso, y lo hemos visto ahora...

-¿Qué le parece Luís Villares, el candidato «de consenso»?

-No lo conozco, pero las referencias que tengo es que se ha movido en el ámbito del nacionalismo. Y creo que con él quisieron acabar con el proyecto político de Beiras.

-¿Cree que es su epílogo, y si es así, es merecido?

-Bueno, eso de mandar un tuit un sábado de agosto diciendo que me voy y no hacer declaraciones... y después quejarse amargamente de la deslealtad de su colega, la señora Yolanda Díaz, y ver que las mareas, Esquerda Unida y Podemos no le quieren de candidato... tiene que ser duro.

-Eso es de primero de mareas, ¿si le hago un examen, lo aprueba?

-Lo admito, necesito mapa y una cantimplora para entender lo de las mareas.

-Si ese escaño que puede decidir una mayoría se cae por la corrupción del PP, ¿le parecería injusto?

-La corrupción en Galicia ha tenido más que ver con algunos gobiernos municipales. En la Xunta he mantenido un Gobierno al margen de sospechas, y cuando las hubo se apartaron de forma inmediata. Honestamente, no creo que sea un problema identificable con la Xunta.

-¿Será la última vez que se presente en Galicia?

-Me ha costado presentarme la tercera como para pensar en una cuarta.

-Entonces es de suponer que en las listas estará su delfín.

-Algo hemos aprendido con Fraga, aquello sí fueron unas primarias y no las de las mareas. Hubo urnas y colas para votar, no un dedo que eligiera al candidato.

-¿Gane o pierda, cuántos años tendrá al acabar el mandato?

-Si acabo... (piensa y sonríe) tendré 59 años recién cumplidos, ¡por debajo de los 60!

-Al final lo de la política no va a ser de paso. ¿Ha valido la pena?

-¿Esta Galicia es mejor que la del 2009? Sí. Entonces ha valido la pena. Y creo que hasta el 2020 se pueden hacer cosas importantes.

«Quien tiene siempre la última palabra es Iglesias. Sus procesos son solo de adorno»

«No tengo ninguna prueba de que Galicia arda más en los años electorales»

Es un clásico del verano incendiario en las redes sociales: la fotografía en el 2006 de un Núñez Feijoo, todavía aspirante a presidir la Xunta, con una manguera en la mano.

-Nada ha cambiado en cuanto al uso político del fuego.

-Sobre los incendios, en estos momentos lo que tengo que decir es que me siento orgulloso de cómo funciona el operativo.

-Un operativo siempre cuestionado, en verano e invierno.

-Le contestaré con datos. Entre el martes y el jueves de esta semana tuvimos 193 fuegos. Si el viernes me dicen que el operativo ha extinguido 170, que 18 están controlados y que cinco tienen puntos aislados activos, quiere decir que funciona. Es uno de los mejores operativos de Europa y estoy orgulloso de ellos, es lo mínimo que se le puede reconocer a la gente que está trabajando.

-Algunos días da la sensación de que en esa lucha los malos le ganan a los buenos.

-Según su periódico hemos tenido el julio más seco de los últimos cien años y no llueve desde San Xoán. Desde enero ardieron 8.000 hectáreas, y de estas 6.000 en estos tres días, con mucho viento. Sin viento el operativo es muy eficaz.

-El uso del fuego en el terreno político es una constante, ¿es sostenible la teoría de los incendios con fines políticos?

-Eso no lo puedo confirmar. En Galicia hay más personas detenidas por este delito que en toda España. Llevamos 40 este año, y la fiscalía dice que más del 80 % de los arrestados sufren trastornos psiquiátricos, además de los casos de negligencias.

-Se lo decía por las tramas y ese runrún de que Galicia arde más en los años electorales.

-No tengo ninguna prueba de ello, y si la tuviera la diría.