Colectivos de mujeres acusan a Interior de hacer recaer sobre ellas su protección

M. C. C. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Manuel Lorenzo | EFE

Consideran insuficiente el nuevo protocolo policial para combatir los malos tratos

19 ago 2016 . Actualizado a las 07:47 h.

Luces y sombras entre los colectivos de mujeres a la hora de valorar el nuevo protocolo policial que establece un sistema para evaluar el riesgo que pueden sufrir las víctimas de la violencia machista. Las principales críticas se centran en que medidas como aprender defensa personal o contar con una habitación del pánico trasladan a las víctimas la responsabilidad de su protección. «Cuando decimos a las mujeres que busquen ayuda, es bueno que ellas sean conscientes de su propio riesgo, son mensajes oportunos, pero no se puede olvidar que son los cuerpos de seguridad del Estado y las instituciones las que deben garantizar esa seguridad», explica la presidenta de la Fundación Mujeres en declaraciones a Efe.

Al igual que el Sindicato Unificado de Policía, los colectivos de mujeres también ponen en cuestión los medios que se habilitan para desarrollar correctamente los protocolos establecidos y los propios métodos para determinar el nivel de riesgo al que están sometidas las víctimas. Y hay ejemplos. Aluden al caso de una de las últimas víctimas de violencia machista, la mujer herida grave tras ser tiroteada por su marido en Zaragoza el pasado viernes, que había acudido, junto a su hija, a presentar una denuncia ante la policía dos días antes de la agresión, pero que, según su abogado, no fue tomada en serio por los agentes, porque no dieron verosimilitud a su relato. Por ello, la vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Ángeles Jaime considera que el cuestionario incluido en el protocolo no debe completarse con preguntas establecidas que realiza un agente a la víctima. «Este sistema de test no puede sustituir a una valoración de riesgo que debería hacer un profesional formado. Además las preguntas se realizan exclusivamente a las víctimas, que a veces, minimizan el riesgo, no son conscientes en muchos casos del peligro al que están expuestas», aseguró la jurista.

La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza también carga contra el protocolo porque tiene «cierto poso machista». «Las medidas de autoprotección siguen recayendo en las mujeres, sin incluir un solo consejo para los maltratadores», explicaron fuentes de este colectivo.

El hedor permite hallar un cadáver emparedado hace dos meses en un cuarto de contadores por el asesino

Se llamaba Johana Bertina Palma González. Tenía 32 años. Era de origen chileno, aunque estaba nacionalizada española. Había desaparecido en junio y el miércoles su cuerpo fue encontrado emparedado en el cuarto de contadores del edificio en el que vivía en Torrevieja (Alicante) con sus dos hijos -una niña de 12 años y un niño de cinco- y con su pareja, su asesino.

Johana Bertina Palma y su compañero sentimental, de 39 años y chileno como ella, tuvieron una fuerte discusión. El la agredió y la empujó. En la caída se dio un fuerte golpe en la cabeza y murió, según reconoció el hombre ante la policía. Fue entonces cuando ideó el plan para deshacerse del cuerpo. Decidió que el mejor lugar era el cuadro de contadores del edificio. Allí hizo un agujero en la pared, unas especie de pequeño nicho, donde metió a la mujer.

En los dos siguientes meses, el hombre siguió normalmente con su vida. En las calles de Torrevieja se podían ver carteles con la foto de Johana a la que buscaban familiares y amigos, hasta que el miércoles se encontró en el cuerpo de la mujer en avanzado estado de descomposición. Los fuertes olores y la gran cantidad de insectos alertaron a los vecinos. Con esta muerte ya 29 las asesinadas por sus parejas o exparejas este año en España.

016 Las llamadas a este teléfono son gratuitas y no quedan registradas