Pablo Iglesias e Íñigo Errejón se enzarzan en público sobre la mejor forma de seducir a potenciales votantes

La Voz LA VOZ | AGENCIAS

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ANDREA COMAS | REUTERS

En un contexto previo a la batalla por la dirección del partido en Madrid, el secretario de Política ha discrepado con las palabras del secretario general de esta mañana en A Coruña

20 sep 2016 . Actualizado a las 22:51 h.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el secretario de Política, Íñigo Errejón, han trasladado este martes a Twitter sus discrepancias sobre el futuro del partido y la estrategia que debe seguir para «seducir» al electorado, en un contexto de recta final de campaña de las elecciones gallegas y vascas y con la batalla por la dirección del partido en Madrid de fondo, a la que se presentan dos corrientes principales, la impulsada por Maestre y Tania Sánchez, afín a Errejón, y la encabezada por Ramón Espinar, próxima a Pablo Iglesias

El motivo de la discusión pública entre ambos dirigentes en Twitter ha sido el uso de la palabra «miedo» en un mitin de Pablo Iglesias en A Coruña, un acto de la campaña electoral gallega en apoyo a Luís Villares, candidato de En Marea, partido instrumental en el que se integraron.

En su intervención, Pablo Iglesias reivindicó esta mañana «el miedo» que genera el discurso de Podemos en parte del electorado, pero afirmó que, en todo caso, «el día que dejemos de dar miedo a los sinvergüenzas, a los corruptos, a los responsables de la desigualdad, a los que se enriquecen a costa del sufrimiento de la gente, ese día seremos uno más y no tendremos ningún sentido como fuerza política».

Sin mencionarle, Errejón por la tarde le ha respondido en Twitter que «ese no es el reto», sino ampliar la base social de su electorado.

«A los poderosos ya les damos miedo, ese no es el reto. Lo es seducir a la parte de nuestro pueblo que sufre, pero aún no confía en nosotros», escribió.

Todo ello generó un diálogo cruzado entre ambos. «Sí, compañero Errejón, pero en junio dejamos de seducir a un millón de personas. Hablando claro y siendo diferentes seducimos más», replicó Iglesias recordando así a su compañero de partido la pérdida de apoyos en los últimos comicios generales.

Tras hacerse eco los medios de la polémica, el líder de Podemos ha reivindicado ese tipo de debates públicos en las organizaciones políticas: «Mientras otros se mandan recados subliminales, en Podemos estamos orgullosos de debatir con las puertas abiertas. Ser diferentes es eso».

Una idea que ha apoyado Errejón, quien ha secundado su llamada a suavizar la discusión: «Sin duda. Llegamos lejos pensando con categorías propias. Debemos seguir haciéndolo para recuperar nuestro país. Seguimos».

En Vigo, por la tarde

Pablo Iglesias, que habló por la tarde en Vigo, volvió a mandar mensajes sobre la polémica con Errejón. El líder de la formación morada advirtió contra la moderación y señaló que algunos quieren «parecerse a los del PSOE para atraer» a más votantes. Iglesias especificó que, de parecerse a alguien, sería a los socialistas del 82 «cuando eran ilusión y cambio», pero aclaró que Podemos «llegó hasta aquí siendo claros», informa Juan Capeáns. 

Reacciones

Una idea que ha apoyado Errejón, quien ha secundado su llamada a suavizar la discusión: «Sin duda. Llegamos lejos pensando con categorías propias. Debemos seguir haciéndolo para recuperar nuestro país. Seguimos».

Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha apoyado en Twitter las palabras que el líder del partido pronunció en el mitin: «Más allá de debates teóricos y estratégicos, a mí los discursos de @Pablo_Iglesias_ me emocionan como el primer día».

Otro de los que ha respaldado públicamente las tesis de Iglesias ha sido el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales, Rafa Mayoral, que considera que «David no venció a Goliat haciéndose el simpático». «Implacables en el combate, generosos en la victoria. Fuerza plebeya», ha agregado.

También ha hablado la portavoz adjunta de Podemos en el Congreso de los Diputados, Irene Montero. «Seducir es ternura con los de abajo y dientes afilados con los de arriba. Ayudar a los más a sacudirse el miedo», ha escrito, acompañando su mensaje de un enlace al vídeo del acto electoral.

Otro que se ha sumado el debate ha sido el cofundador del partido Juan Carlos Monedero, que ha recordado que Podemos «no se hizo un hueco riéndole las gracias al 1%». «Siendo plata en desigualdad por culpa del PP y el PSOE. ¿Seguimos sonriendo?», ha añadido.

Por su parte, el portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, ha señalado que a los poderosos «no les da miedo un partido, les da miedo la gente». A su entender, «la clave es no ser partido, sino herramienta de la gente».

El único que se ha posicionado a favor de Errejón ha sido el exsecretario de Organización del partido morado, Sergio Pascual, que fue destituido por Iglesias el pasado marzo. Eso sí, lo ha hecho de forma discreta, retuiteando el mensaje publicado por el secretario político.

Discrepancias en la recta final de campaña

Las discrepancias entre los dos dirigentes de Podemos han vuelto a aflorar en público a tan solo cinco días para la celebración de las elecciones gallegas. La primera gran crisis interna se saldó con la destitución por parte de Pablo Iglesias de Sergio Pascual, hasta mediados de marzo secretario de Organización, y afín a la corriente conocida como errejonista. Las dos facciones, cada vez más distanciadas, enterraron el hacha de guerra de cara a los comicios generales de junio, en un campaña cargada de discrepancias, desde idoneidad de la absorción de Izquierda Unida a los detalles de campaña, pero no volvieron a estallar hasta que se conocieron los pobres resultados con respecto a las elecciones de diciembre. La fuga de votos reavivó las críticas de los partidarios de Errejón, y muchos de sus defensores criticaron que «la confluencia» con IU había resultado «ser un lastre».

La última gran crisis nació hace un par de semanas, cuando Rita Maestre y Tania Sánchez, afines al errejonismo, presentaron sus candidaturas para dirigir la formación morada en Madrid, algo que no sentó bien a Pablo Iglesias, que llegó a reconocer en público que habría candidaturas «mucho mejores» a pesar de que garantizó que se mantendría al margen de los procesos regionales.