Los principales barones descartan consultar a los militantes sobre la abstención

Paula de las Heras / Colpisa MADRID

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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Ismael Herrero | EFE

Rechazan una fórmula que consideran ajena a la cultura del partido y poco adecuada para la toma de según qué decisiones

08 oct 2016 . Actualizado a las 12:01 h.

Si el comité federal del PSOE opta finalmente por una abstención «técnica» frente a la investidura de Mariano Rajoy, como intenta el presidente de la gestora, Javier Fernández, no habrá consulta a la militancia. La mayoría de los dirigentes territoriales que unieron sus fuerzas para poner fin al liderazgo de Pedro Sánchez rechazan una fórmula que consideran ajena a la cultura del partido y poco adecuada para la toma de según qué decisiones. Y así lo han advertido estos días. «No podemos transmitir nuestra responsabilidad a las bases», justificó el veterano político asturiano.

El argumento con el que defienden su postura no es, en realidad, muy distinto del empleado por el propio exsecretario general el pasado junio para afear al conservador David Cameron el referendo sobre el Brexit. «Tenemos que hacer una reflexión sobre la irresponsabilidad de algunos de trasladar a los ciudadanos la ruptura en forma de decisión binaria, sí o no, sobre problemas complejos que necesitan ser resueltos a través de la política», dijo en plena campaña electoral. Unos meses después, él mismo convirtió la consulta a los militantes en su bandera frente a los críticos. Y quienes aún le son fieles la siguen enarbolando.

Dirigentes sanchistas como el catalán Miquel Iceta o el castellano-leonés Luis Tudanca y exmiembros de la dirección como la aragonesa Susana Sumelzo y la asturiana Adriana Lastra han dejado claro que no se moverán de su no a la investidura de Rajoy y que exigirán que las bases se pronuncien al respecto. Pero para conseguirlo necesitan la mayoría del comité federal y, a priori, parece poco probable que la consigan si lo que triunfa es una abstención «estratégica» para evitar unas terceras elecciones en las que el PP pueda salir aún más fortalecido. Porque eso querrá decir que triunfan quienes, en general, consideran que una formación política como la suya debe regirse por una democracia representativa y no directa.

«No somos Podemos»

Incluso Emiliano García-Page dejó claro ayer que no comparte la idea. «El PSOE ahora mismo ha abandonado la histeria para empezar un debate sereno, tranquilo, del que saldrá lo que decida la gente y los responsables del partido -planteó-; nosotros no somos un partido asambleario, no somos Podemos».