Nadal amaga ahora con intervenir en el mercado eléctrico para bajar la luz

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

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Sergio Barrenechea | EFE

El ministro anuncia que meterá mano en el sector del gas para desinflar los precios

20 ene 2017 . Actualizado a las 07:55 h.

Un día después de anunciar tranquilamente que si los precios del mercado eléctrico continúan en las latitudes en las que se encuentran este mes -hoy marcan otro récord diario en tres años con 88 euros el megavatio hora- el consumidor doméstico pagaría este año 100 euros más por la luz, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, decidió tomar cartas en el asunto. O, por lo menos, anunciar que lo haría. Avanzó que el ministerio intervendrá en el mercado del gas natural para obligar a las grandes compañías a incrementar la oferta de combustible, de modo que bajen así las cotizaciones de este producto utilizado por los ciclos combinados. O sea, que Nadal culpa ahora a estas centrales, que compiten a diario con el resto de las tecnologías para vender su producción, de contribuir a disparar las cotizaciones del mercado diario, que desde el 2014 determina un tercio de lo que paga un consumidor doméstico en el recibo de la luz. Si el ritmo de precios se mantiene, la factura subirá este mes en torno a 8 euros, según estimaciones del propio Nadal, y que coinciden con otras, como la realizada por el secretario de la Unión de Consumidores de Galicia, Miguel López.

Sin embargo, la contribución de los ciclos superó el 10 % de la generación total solo dos días este mes, aunque ayer fue la segunda fuente de producción. El año pasado atendieron el 10,4 % de la demanda, y la media de este mes es de un 8 %, según datos del operador del sistema, Red Eléctrica. En cambio, la contribución del carbón se disparó hasta el 23,6 %, cuando en el 2016 aportó el 13,7 %.

Pero, efectivamente, existe un problema con el gas natural, que, en parte, sí explica el carrerón de precios en el mercado.

¿Qué está pasando con los suministros de gas natural?

Para empezar: las empresas comenzaron a construir ciclos combinados como churros, animadas por el Gobierno. De hecho, es la tecnología con mayor potencia instalada (25 % del total). Estas centrales fueron concebidas como respaldo de las renovables. Es decir, si no llueve o hace viento, entran en escena los ciclos para asegurar el suministro. Pero no han hecho tanta falta como se preveía y apenas funcionan. Como consecuencia de esto, las empresas han dejado de suscribir contratos de suministro de gas natural a largo plazo porque no saben si lo van a consumir. Entonces, cuando lo necesitan, como ahora, cuando las renovables están de capa caída por la sequía y la falta de viento, recurren al llamado mercado spot, o sea, que lo compran casi de un día para otro y al precio que le pida el suministrador, que suele estar por las nubes. Y combustible caro, energía cara. Pero, además, las importaciones de gas natural desde Argelia (principal proveedor de España) han caído en las últimas semanas debido a problemas técnicos en dos terminales de licuefacción argelinas, y se han cancelado contratos. De hecho, el gestor del sistema gasista, Enagás, informó ayer de que el miércoles se batió el récord de consumo de gas natural (doméstico e industrial) desde el 2012, debido a la ola de frío. Enagás explicó que la demanda fue cubierta gracias al combustible guardado en los almacenes subterráneos y en las regasificadoras, como la de Mugardos de Reganosa. Así que algo de razón tiene Nadal, pero hay más factores que están conformando una tormenta perfecta para disparar los precios de la energía.

¿Qué otros factores explican el alza de la luz?

Los citó el ministro anteayer y hasta el secretario de la Unión de Consumidores coincide en que el alza del mercado se explica también por la ausencia de renovables en el mercado, especialmente de hidráulica, que abaratan los precios. También contribuye el alza de la demanda por la ola de frío, el incremento del precio del petróleo y una mayor demanda de electricidad desde Francia, que mantiene varias centrales nucleares paradas. Miguel López lanzó un llamamiento a la calma, porque «no nos podemos quedar con el precio horario más caro de un solo día» y avanzó que esta escalada es algo coyuntural y puntual.

¿Cómo se solucionará el alza de precios?

Fuentes del sector eléctrico dudan de la efectividad de las medidas anunciadas por Nadal, porque «¿puede conseguir el ministro que compremos gas barato?», ironizaron. Pero coinciden con él en que el mercado se relajará cuando varíen las condiciones meteorológicas. Tiene que empezar a llover para que las hidráulicas funcionen a toda máquina y reduzcan la aportación de tecnologías más caras, como los ciclos y las centrales de carbón. Las mismas fuentes del sector manifestaron, resignadas, que el Gobierno vuelve a tomar a las empresas como cabeza de turco y recordaron que el mercado diario en el que participan las compañías eléctricas con sus instalaciones de generación determina solo un tercio del recibo de la luz y que, en todo caso, las transacciones se realizan a partir de condiciones también impuestas por los reguladores. El resto de lo que abona el consumidor en la factura, subrayaron, son costes impuestos por el Ministerio de Industria.

¿Dónde puedo seguir la evolución de las cotizaciones?

La última revolución en el sector eléctrico que afectó directamente a los consumidores domésticos ocurrió en diciembre del 2013. Entonces, el mercado de electricidad, que marca precios diferentes hora a hora, todavía no determinaba directamente parte de la factura de la luz, pero sí se usaba como referencia en las subastas que cada tres meses fijaban el precio de la electricidad para los consumidores. Y la puja que tocaba ese mes arrojó resultados escalofriantes: el recibo debía subir en enero un 11 %. El entonces ministro de Industria, José Manuel Soria, decidió que no podía tolerarse tal desastre en pleno azote de la crisis económica. Anuló las subastas, ordenó una investigación y estableció que los consumidores pagasen la electricidad a precio de mercado. El ministro Álvaro Nadal también ha ordenado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que compruebe que no hay nada raro en el funcionamiento del mercado para que arroje precios tan altos.

Este mecanismo es tan volátil e inestable que hace imposible saber de antemano cuánto pagará una familia por la luz, porque hay 720 previos horarios diferentes al mes, tantos como horas. A cambio, el ministerio ordenó a las comercializadoras que operan en el mercado regulado (las seis grandes) que realizasen ofertas a precio fijo mensual para evitar sorpresas -que a fin de año se regularizan en función del comportamiento de mercado-. También habilitó distintas herramientas para facilitar la comprensión y el seguimiento de los precios.

La propia factura en papel

Desde finales del 2014, la factura de los consumidores que continúan en el mercado regulado (hay doce millones, frente a los trece que ya están en el libre, donde cada cliente negocia con su compañía un precio) consta de tres páginas, en las que las comercializadoras deben detallar cada uno de los gastos, así como el destino de cada uno.

Varias webs

La del operador del mercado de electricidad, OMIE, donde se cuelgan los precios horarios con un día de antelación; la de la CNMC, que cuenta con una calculadora para comprobar la factura y un comparador con las ofertas en el mercado, tanto eléctrico como del gas. Además, Red Eléctrica también ofrece información completa en su web sobre el precio del kilovatio hora, aunque no incluye ni el término de potencia ni impuestos.