Iglesias y Errejón zanjan la cumbre de Podemos sin acuerdos y con reproches

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

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Sus posiciones están cada vez más alejadas y abocan al enfrentamiento en Vistalegre

26 ene 2017 . Actualizado a las 08:04 h.

Sin ningún acuerdo ni acercamiento, sino con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón más distanciados que nunca. Así terminó la cumbre convocada por el secretario general de Podemos para buscar puntos de encuentro antes de la asamblea de Vistalegre II, que decidirá el rumbo de la formación morada. A la reunión, que duró dos horas y media, asistieron, además de los dos dirigentes, el líder de Anticapitalistas, Miguel Urbán, la cofundadora Carolina Bescansa y representantes de otros equipos minoritarios. Ya no habrá más encuentros entre Iglesias y Errejón, sino que la negociación la continuarán sus equipos. Salvo que haya un giro inesperado antes del 1 de febrero, fecha en la que termina el plazo para pactar, medirán sus fuerzas en el congreso.

Iglesias y Errejón se cruzaron reproches en declaraciones ante los medios tras la reunión, poniendo de manifiesto la enorme distancia que les separa. El secretario político aseguró que «una fuerza política grande no construye la unidad a toque de corneta», sino «reconociendo la pluralidad». Esta descalificación a Iglesias sentó muy mal a los pablistas. El líder de Podemos le respondió con un ataque directo: «La unidad se consigue debatiendo, ni con documentos ni haciendo declaraciones agresivas en los medios».

Ni siquiera coincidieron en valorar el encuentro. Para Iglesias, fue una reunión para sentar las bases del acuerdo, mientras el número dos lo calificó como «una ronda de expresión de las diferentes posiciones».

Errejón se mostró favorable a seguir negociando, pero dejó claro que está dispuesto a presentar su propia lista y a defender sus documentos. Explicó que «la receta para el Podemos de la segunda fase contiene los ingredientes de todos los que estábamos en esa reunión», pero la clave es determinar en qué dosis. Y dio por hecho que habrá cosas que no será posible acordar y deberán dirimirlas las bases. «No vamos a hurtarle a la gente el debate», señaló. Reiteró que no competirá por la secretaría general, a lo que Iglesias respondió advirtiéndole de que si finalmente presenta su propia lista y consigue ser la más votada, «él sabe que tendría que ser el líder». El secretario político no cree que la amenaza sea cierta, ya que, según dijo, «una cosa es lo que se dice en los procesos internos, y otro lo que suceda».

Propuestas de Anticapitalistas

Iglesias apuesta por la unidad, pero tampoco rehúye la confrontación. «Yo voy a trabajar por que vayamos todos unidos, creo que eso es lo que necesita Podemos y España, pero si hay compañeros que quieren que vayamos por separado, ningún problema, tenemos un sistema para asegurar la pluralidad», afirmó. «La gente ya ha visto lo que es el PSOE, con dinámica de barones y familias y en última instancia secuestrado por las élites. No quiero eso para Podemos», matizó.

Miguel Urbán abogó por dejar de hablar del debate interno para abordar «cómo mejorar la vida de la gente». El líder anticapitalista destacó que su grupo había sido el único que ha planteado diez propuestas concretas para encauzar el debate. E insistió en que nadie cuestiona a Iglesias: «La secretaría general no está ahora mismo en disputa».