¿Dejará Iglesias el escaño si pierde?

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

GERARD JULIEN | AFP

En su estrategia de todo o nada, amenaza ahora con renunciar a ser diputado si sale derrotado, pero Errejón no se lo cree y dice que seguirá como secretario general

10 feb 2017 . Actualizado a las 08:01 h.

Todo o nada. Esa es la estrategia de Pablo Iglesias, que ha convertido Vistalegre II en un plebiscito sobre su figura. Durante la campaña ha repetido el mismo mensaje: si su lista es derrotada por la que encabeza Íñigo Errejón y los documentos clave de su equipo, el político y el organizativo, no ganan dejará de ser secretario general, lo que abriría una etapa de gran incertidumbre en Podemos, ya que crearía un vacío de poder. Ayer dio una vuelta de tuerca más al amenazar con dejar también su escaño en el Congreso de los Diputados si sale derrotado de la asamblea. «Yo creo que voy a ganar, pero en política uno no se tiene que agarrar al sillón», afirmó. «Cuando uno deja el liderazgo de un partido debe evitar hacer sombra a nadie», añadió.

Iglesias sostiene que si gana la lista de Errejón al consejo ciudadano tendrá que ser él quien asuma la secretaría general, lo que rechaza de plano el actual número dos. Para un partido que nació, creció y logró un éxito electoral sin precedentes de la mano de su líder carismático este órdago a lo grande puede tener una importante influencia en el voto de los inscritos. A eso juega Iglesias.

Demasiado poder de Errejón

Pero Errejón no se lo cree. O, al menos, es lo que dice. El secretario político de la formación morada aseguró ayer que Iglesias no se marchará y seguirá siendo secretario general aunque los inscritos rechacen su proyecto, al tiempo que insistía en la necesidad de que la asamblea no se plantee como un plebiscito y «un todo o nada». Los errejonistas consideran un chantaje la actitud de Iglesias, pero este reitera que no puede dirigir una organización si su proyecto no cuenta con el respaldo de los inscritos.

El secretario general aseguró ayer que había sido un «error colectivo» dar tanto poder al número dos, que es secretario político y portavoz en el Congreso. Añadió que espera corregirlo con una estructura mucho más descentralizada, frente a las tres secretarías «superpoderosas» actuales, la secretaría general, la política y la de organización.

A medida que avanza la campaña interna y se acercan el cierre de las votaciones de los inscritos y la asamblea ciudadana estatal, la brecha entre Iglesias e Errejón se profundiza. Los dos líderes de Podemos y, más aún sus respectivos equipos, están más lejos que nunca. Aunque ambos bandos niegan que haya riesgo de ruptura admiten que el día después de Vistalegre II será muy difícil porque las posiciones están muy enconadas tras una campaña de descalificaciones y ataques mutuos, lo que complicará la integración de los perdedores. El propio Errejón dijo ayer que el partido puede salir «tocado» debido a la escalada de tensión de los últimos días.

Ambos abogan por buscar la unidad y remar juntos tras Vistalegre II, pero el secretario general ha advertido que no va a tolerar que pervivan comportamientos que considere desleales o dañinos para la organización, lo que hace que los errejonistas teman ser purgados si pierden las votaciones, como sucedió en la Comunidad de Madrid.

Irresponsables

Mientras la tercera familia en liza en la asamblea, los anticapitalistas, intenta sacar provecho del duelo entre Iglesias y Errejón. La coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, pidió el apoyo a la candidatura que encabeza Miguel Urbán y reclamó un voto «sin presiones, sin mareantes viajes ideológicos y sin chantajes emocionales» a los inscritos, que estén cansados de «la irresponsabilidad que a veces destilan los principales portavoces públicos», en referencia a los secretarios general y político de la formación.

Los inscritos decidirán el futuro político de los dos dirigentes

El futuro político de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que llegan a Vistalegre II muy enfrentados, con acusaciones y reproches mutuos que se han acrecentado con el paso de los días, está en manos de los inscritos en Podemos que decidan votar. Ayer ya lo habían hecho más de 100.000 de los 455.000 que tienen la posibilidad de pronunciarse. Es uno de los registros más altos de participación de su historia, aunque todavía no llega a la que se alcanzó en la consulta que Iglesias convocó para decidir la postura de su formación en la investidura de Pedro Sánchez en marzo, en la que votaron 149.513 inscritos.

Cada sector de Podemos presentará mañana sus propuestas, pero será un mero formalismo ya que las votaciones, que comenzaron el pasado sábado, finalizarán en esta primera jornada de la asamblea a las 20.00 horas. El día decisivo será el domingo, con el anuncio de los resultados, cuando se conocerá si las bases se decantan por las tesis del secretario general o las del secretario político. Iglesias aboga por un giro a la izquierda, primar la acción en la calle sobre la parlamentaria y ahondar en la relación con IU. Errejón defiende la transversalidad y el trabajo institucional.

Pero, ¿qué se vota? La votación más importante es la del consejo ciudadano, a la que se presentan tres listas principales, las que encabezan Iglesias, Errejón y Miguel Urbán, el líder de los anticapitalistas. Ahí se visualizará claramente quién gana y quién pierde. También crucial es la de los documentos político y organizativo, y de menor calado, el ético y el de igualdad. Además, se escoge entre los dos únicos candidatos a la secretaría general, Iglesias y Juan Moreno Yagüe, quien no tiene ninguna posibilidad. Por último, se eligen los nuevos integrantes de la comisión de garantías. La novedad es que también se votarán cuatro representantes de los círculos en el consejo ciudadano, dos de sectoriales y otros dos de los territoriales. El día a día de la formación está en manos del consejo de coordinación, la ejecutiva, que actualmente tiene una docena de secretarías.