Podemos se enfrenta al fantasma de la ruptura

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

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BENITO ORDOÑEZ

Los inscritos decidirán el resultado del enfrentamiento entre Pablo Iglesias y Errejón, que pone en peligro la unidad de la formación morada, que hoy inicia su asamblea ciudadana

11 feb 2017 . Actualizado a las 09:59 h.

No va más. Podemos se enfrenta al fantasma de la ruptura en la decisiva segunda asamblea estatal ciudadana de este fin de semana, que se ha reducido prácticamente a un duelo en la cumbre por el control del partido entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Ambos llegan a Vistalegre más alejados que nunca, tras una campaña interna marcada por los duros ataques y las gruesas descalificaciones mutuas, que complican, gane quien gane, un escenario de posible integración después de la asamblea. Mañana se resolverá el pulso que los dos dirigentes mantienen desde hace meses, cuando se dé a conocer el resultado de la votación de los inscritos sobre la composición del consejo ciudadano, en el que miden directamente sus fuerzas, ya que cada uno encabeza una lista.

A pocas horas de que se cerraran las votaciones de los inscritos (hoy a las 20.00 horas), el secretario general elevó el diapasón de sus ataques a su hasta ahora número dos, al que acusó de «tirar la piedra y esconder la mano» y de falta de valentía y humildad. Además, le afeó que señale a su equipo como responsable del alejamiento entre ambos y se la devolvió insinuando su cercanía a los socialistas. «Yo no creo que Errejón esté secuestrado por una gente cercana al PSOE», señaló.

Hasta el borde del precipicio

Por su parte, el secretario político, en un tono más comedido, llamó a la calma para rebajar «la dramatización» y a poner «un poco de cordura» en las declaraciones. Y advirtió de que «la cultura del todo o nada y de llevar todo hasta el borde del precipicio es peligrosa para Podemos y ya ha alejado a gente valiosa».

Iglesias ha planteado la asamblea como un todo o nada y reiterado la advertencia de que si su lista o sus documentos político y organizativo son derrotados dejará la secretaría general. «Que sepa todo el mundo que no voy de farol, soy coherente», avisó de nuevo ayer. Errejón se lo afeó. «Yo no amenazo con irme en ningún caso, estaré donde me pongan la gente con su voto y la nueva dirección», aseguró.

El líder de Podemos sostiene que si gana su rival deberá asumir el liderazgo, a lo que Errejón se niega, ya que insiste en que no tiene ninguna intención de sustituir a Iglesias, que debe seguir siendo el secretario general. A su juicio, si los 120.000 inscritos que votan le dicen que siga siendo secretario general «prevalecerá la responsabilidad y Pablo va a obedecer ese mandato».

Si dimite, dejaría a Podemos en un limbo, ya que los estatutos no prevén que el segundo candidato más votado sea el secretario general ni que el consejo ciudadano pueda elegir al sustituto.

Las diferencias políticas y estratégicas entre sus proyectos han quedado difuminadas por el choque personal que han protagonizado.

Los proyectos

En resumen, Pablo Iglesias aboga por una organización radicalmente de izquierdas, en la que prime la lucha en la calle sobre la labor institucional, que «tenga pie en las instituciones, pero mil pies en la sociedad», y que profundice sus relaciones con IU. Errejón defiende la transversalidad para sumar a «los que pactan», que no se encierre en la protesta sino que sea útil en las instituciones.

En vísperas del inicio de la asamblea ciudadana, ayer se conoció que el secretario de organización, Pablo Echenique, propuso a Ágora Voting, la empresa encargada de la votación on line, que rediseñara el sistema para adecuarlo a la propuesta de Iglesias, a espaldas del equipo técnico, el órgano en el que están representadas las tres corrientes del partido, pablistas, errejonistas y anticapitalistas.