«Es una muy triste noticia para mí, para mi familia y para mi hija»

Javier Romero Doniz
J. ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

El juez citó a los padres de Diana para informarles personalmente de su decisión

20 abr 2017 . Actualizado a las 07:50 h.

La sede judicial de Ribeira ha sido, en los últimos ocho meses, el único espacio por el que han pasado ambos padres de Diana Quer. Ayer lo hicieron nuevamente, pero una vez más por separado. Ambos estaban citados por el juez instructor, que quería informarles personalmente de los avances de la investigación. La madre, Diana López-Pinel, fue la primera en entrar. Lo hizo rodeada de periodistas, a los que solo dijo una frase: «Lo único que no quiero es que se levante el secreto de sumario, perjudicaría a la investigación».

La progenitora abandonó el edificio, aparentemente tranquila, a la media hora de haber entrado. Pero no tardó más de dos preguntas, hechas por los periodistas que la rodeaban nuevamente, en llorar. Sus palabras, con la cabeza gacha, fueron muy sintomáticas: «No ha sido una reunión positiva, pero hasta que no hable con mi abogado no haré declaraciones. Si queréis saber algo más, hablad con mi exmarido».

Juan Carlos Quer accedió a los juzgados 25 minutos después que su mujer. Lo hizo sereno y guardando silencio. Su reunión duró más de una hora, y no dudó en pararse a la salida para atender a los medios que esperaban conocer sus reacciones. Lo primero que hizo fue mostrar su rechazo a la decisión judicial de forma rotunda. «Es una muy triste noticia» para mí, para mi familia y para mi hija, que creo que en modo alguno va a facilitar el desarrollo de los trabajos de investigación», aseguró.

El progenitor añadió, visiblemente emocionado y con la voz cortada, que «como padre, y como ciudadano» apelaba a la «responsabilidad del ministro del Interior y de Justicia para que los responsables de este acto comparezcan ante la Justicia y paguen lo que deben de pagar».

Por último, Quer apostilló que «la sociedad española se merece que este tipo de actuaciones no queden impunes», a la vez que pidió respeto para su hija: «Esto no es una página de sucesos, es un hecho lamentable que podía haberle sucedido a cualquiera».