La moción de censura de Podemos, sin fecha ni candidato, solo recibe portazos

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

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Javier Lizon | EFE

El PSOE la rechaza porque ve mala fe en la propuesta, que Ciudadanos tilda de circo

28 abr 2017 . Actualizado a las 12:03 h.

Golpe de efecto de Pablo Iglesias. Rodeado de los máximos dirigentes de Unidos Podemos, anunció ayer por sorpresa que va a promover una moción de censura contra Mariano Rajoy, de momento sin candidato ni fecha. Una iniciativa destinada al fracaso, ya que tanto el PSOE como Ciudadanos, al igual que el PNV, rechazaron y descalificaron inmediatamente la propuesta. Esto significa que no tiene ninguna posibilidad de salir adelante, ya que necesitaría 176 votos a favor para ser aprobada. Iglesias pretende presionar al PSOE, inmerso en plena campaña de primarias, a sabiendas de que no apoyará la moción. Los socialistas le acusaron de actuar de «mala fe» y la formación naranja dijo que no está dispuesta a participar en lo que calificó de «circo»,

El secretario general de Podemos justificó la moción de censura porque «España está viviendo un estado de excepción democrática que se expresa, por una parte, en el saqueo público permanente» y, por otra, en «un comportamiento parásito de las instituciones». Tildó de «incalificable» que jueces y fiscales estén recibiendo presiones políticas para que no investiguen la corrupción del PP, que calificó como «virus que infecta a las instituciones de nuestra patria». Iglesias aseguró que iniciarán «encuentros y trabajos» con partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil como Comisiones Obreras o Jueces para la Democracia para «armar la batería de propuestas urgentes en clave de regeneración» que configuren la moción de censura alternativa al PP. Con calculada ambigüedad, evitó decir quién sería el candidato a presidente del Gobierno y no estableció ningún plazo para presentarla. Aunque hizo una mención expresa a que ya había hablado con Javier Fernández y Mario Jiménez, presidente y portavoz de la gestora socialista, para pedirles una reunión. Fuentes de Podemos explicaron que la moción se presentará en todo caso, aunque no tenga apoyo.

«No nos va a engañar»

«Entonces nos engañó, ahora no nos va a engañar», afirmó el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, que acusó a Iglesias de actuar con «la misma mala fe y falta de rigor que hace un año» cuando propuso un Gobierno de coalición, pero acabó votando contra Pedro Sánchez en la investidura. Además, reveló que Iglesias había informado a Javier Fernández de que iba a proponer una moción de censura «diez minutos antes de anunciarlo en rueda de prensa», prueba palpable de que lo que menos le importa es que prospere.

El equipo de Sánchez también criticó la iniciativa por no ser seria y buscar solo aprovecharse de la situación. «Hace un año no hubiera hecho falta una moción de censura para desalojar al PP», escribió en Twitter el ex secretario general, que horas antes había exigido la dimisión de Rajoy. Susana Díaz aseguró que Iglesias solo quiere ser «el centro de atención». Patxi López también le reprochó que «cuando tuvo la oportunidad real de cambio en España votó no a un presidente socialista».

José Manuel Villegas (Ciudadanos) afirmó que su grupo no va a secundar «ningún número de circo» de Podemos. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, dijo que la propuesta no es seria ni «una forma responsable de hacer política». En su opinión, «va más contra otros partidos que contra el presidente del Gobierno». Solo Compromís dijo que apoyará la moción. Joan Tardá (ERC) señaló que su grupo solo lo hará si les garantizan que no se van a poner impedimentos a la celebración del referendo independentista. Carles Campuzano (PDECat), aseguró que hablarán con Unidos Podemos, pero exigió seriedad y concreción.

Para los populares, una «charlotada» y «fuegos de artificio»

«¿A qué están esperando? Ya están tardando», fue la reacción del portavoz del grupo parlamentario del PP en el Congreso, Rafael Hernando, a la iniciativa de Podemos, al que instó a dejar de hacer el «ridículo» porque España «no está para charlotadas», sino para «cosas serias». El Gobierno considera que la moción de censura anunciada ha quedado en «fuegos de artificio», tras el rechazo general con el que fue recibida.