Un candidato sin opciones reales, pero que podría decidir el resultado final

G. B. MADRID / LA VOZ

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Juan Herrero | EFE

Patxi López es consciente de que su resultado puede decidir el futuro del partido

14 may 2017 . Actualizado a las 09:36 h.

Patxi López es perfectamente consciente de que sus posibilidades de convertirse en el secretario general el próximo domingo son prácticamente nulas. Pero también de que, dada la igualdad entre sus rivales, su resultado puede decidir el futuro del partido. Aunque juega la baza de situarse siempre en el punto intermedio y de presentarse como una opción moderada frente a dos adversarios a los que sitúa en los extremos, el modelo de partido que representa López está más cerca del de Susana Díaz que del de Pedro Sánchez. Como la andaluza, el exlendakari es un hombre de partido que ha mamado el PSOE desde la cuna. Es un político de aparato, por encima incluso de la presidenta andaluza. Muchos lo consideran por ello más proclive a plegarse finalmente a los deseos de la vieja guardia, con Felipe González a la cabeza, sin descartar una retirada en el último momento en favor de Díaz. Ayer, López lo negó y aseguró que seguirá «hasta el final» porque su objetivo «no es cavar más trincheras sino ver cómo tendemos puentes». Aunque utiliza un lenguaje muy duro contra el PP, lo cierto es que López debe los dos mayores cargos institucionales que ha ocupado a un acuerdo con los populares. Fueron los votos del PP los que le convirtieron en el primer lendakari socialista y también los que le auparon al cargo de presidente del Congreso. Pese a ello, representa un proyecto nítidamente de izquierdas y sus posiciones en la relación con Podemos y en el desafío independentista catalán son mucho menos cerradas que las de Díaz.