José Luís Rodríguez Zapatero: «Si gana Susana, como deseo, tendrá que crear complicidades y afectos»

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

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Xoan A. Soler

El exlíder del PSOE cree que es «difícil de entender» que seis años después del 2011, el partido «esté mucho peor»

18 may 2017 . Actualizado a las 01:37 h.

El expresidente Rodríguez Zapatero (Valladolid, 1960) aterrizó ayer en Galicia para apoyar a Susana Díaz en las primarias con varios actos con militantes. De la dirigente andaluza dice que tiene «cualidades» para que el PSOE recupere la senda ganadora que perdió tras salir él de la Moncloa.

-¿Qué es lo que ha llevado a todo un expresidente a comprometer su posición neutral en el PSOE al apoyar a Susana Díaz?

-Hay dos razones, una es la especial situación del PSOE, en la que venimos de un retroceso electoral notable y esos riesgos hay que conjugarlos a tiempo con un cambio. Y la otra es que ese cambio en mi opinión lo representa Susana Díaz con su visión de anteponer un proyecto para la sociedad antes que un proyecto para el partido.

-Hizo un llamamiento a vencer los prejuicios hacia Susana Díaz. ¿A qué prejuicios se refiere?

-En mi tarea política he vivido recurrentes actitudes hacia las mujeres, tuve un Gobierno con 17 mujeres, y la mayoría de ellas sufrieron críticas y actitudes machistas. Tengo una especial sensibilidad para detectar estas cosas.

-¿Está diciendo que a Susana Díaz no le ayuda el ser mujer?

-No, no es Susana Díaz, también ocurrió con Carme Chacón. Me refiero a que cuando una mujer está en la antesala de la cima, siempre percibo algún registro de este tipo. Si el candidato de Andalucía fuese un hombre, sería distinto. Yo nunca escuché de Felipe o de mí las cosas que escucho de Susana, pero sí las oí de Carme Chacón. Soy un activista contra cualquier tipo de sesgo que presuma discriminación. Da igual la homofobia, el machismo, el nacionalismo excluyente, detrás de eso hay una visión jerárquica y patriarcal de la sociedad que un socialista debe combatir.

-¿Acaso detecta un temor en el PSOE al liderazgo de una mujer?

-No digo entre la militancia, sino a que las mujeres son el 50 % de la sociedad y en 40 años de democracia no ha habido ninguna presidenta, ¿sí o no?. El PSOE, con 140 años de historia, nunca ha tenido una secretaria general, ¿sí o no?. Por un mínimo de probabilidad, las mujeres ya tendrían que haber hecho esa conquista; sin embargo, hay algo que lo impide, y yo alerto siempre sobre estos sesgos discriminatorios.

-En un ejercicio de abstracción, ¿qué ocurrirá a partir del próximo domingo si Díaz pierde el pulso de las primarias?

-Por fortuna, el futuro no está escrito. Pero si gana Susana, como espero, tendrá que crear complicidades y afectos, saber unificar y dirigirse a la sociedad, eso es lo que va a hacer que el PSOE recupere una senda ganadora.

-¿Y si gana Sánchez?

-Exactamente igual. La tarea que tiene por delante quien resulte elegido es la misma, y mi convicción es que Susana Díaz reúne las mejores cualidades. Lo demuestra en Andalucía, la conozco y sé que funcionará bien.

-¿Cree que la crisis del PSOE se inició en su volantazo de mayo del 2010, en aquel célebre «me cueste lo que me cueste»?

-Sinceramente no, porque el PSOE se quedó en 110 diputados en el 2011, y se podía haber recuperado. Yo asumí la responsabilidad con 125 escaños tras una derrota considerable que nos había infligido Aznar. Pero de 125 pasamos a 164. Lo que es difícil de entender es que desde las elecciones del 2011, con un retroceso grave del que me hice responsable pese a no ser candidato, estemos seis años después en una situación mucho peor.

-¿Debería haberse apartado a un lado Pedro Sánchez cuando vinieron mal dadas?

-Ser líder del PSOE y presidente del Gobierno no es tarea fácil, así que no reprocharé nada a un compañero que no lo consiguió. Pero la esencia de la política democrática es la responsabilidad, hay que tenerla cuando intentas una tarea, te apoyan, y si no se consigue eres tú el primero que tiene que sacar conclusiones.

-¿La conclusión sería apartarse?

-Es más democrático la asunción de responsabilidades que el blindaje ante los militantes.

«Si competimos por ver quién grita más, vencerá Pablo Iglesias, que es un profesional de esto»

Entiende Zapatero que el futuro del PSOE pasa por hacer una oposición más inteligente que dura para volver a ser alternativa.

-¿Qué espera de la oposición del PSOE en el Congreso?

-Espero que en vez de dura sea inteligente, porque las oposiciones que se convierten en gobierno son las que jugaban la baza de la alternativa. Si competimos por ver quién grita más o quién dice más veces no, entonces vencerá Pablo Iglesias, que es un profesional de esto. El PSOE gana cuando es alternativa social, cuando pone primero los intereses sociales a los del partido. El debate no es tanto cuántas veces votamos dentro, sino de ver cómo hacemos para que nos voten desde afuera.

-¿Qué actitud debe tener el PSOE hacia un nuevo actor político como es Podemos?

-Tenemos que pensar más en la sociedad que en Podemos, porque es un error pensar que los que votaron a Podemos pertenecen a Podemos, como sería un error pensar que los que nos votaron a nosotros tradicionalmente son nuestros. Hay que dirigirse a la sociedad en su conjunto, a una mayoría amplia que es reformista y progresista. Yo no digo que Podemos no perdure, pero la actitud hacia ellos ha de ser de respeto y de batalla en las ideas, porque la superioridad de la socialdemocracia como modelo avanzado de cohesión social es innegable. Hay partidos socialistas en un mal momento, pero los valores socialistas no están en crisis.

-¿Se arrepiente de abrir en su día el debate territorial en España?

-Es perturbador hacer un sesgo retrospectivo, pero quien sí se ha arrepentido, y creo que ha sido honesta, fue la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría por la actitud del PP ante el Estatuto catalán, que derivó en una sentencia del Constitucional que nos llevó a una posición difícil. Pensaron más en su partido que en España. Esa es la lección que tenemos que extraer, porque nosotros no somos como ellos, sabemos que el PP nunca se abstendría para facilitar un Gobierno del PSOE, son irreductibles.

-¿De las reformas que impulsó bajo su mandato, lamenta que se quedara atascado algo?

-Hay un área sensible, que es la lucha contra la violencia de género y el machismo criminal, que tiene ser dotada de contenidos y presupuesto, lo mismo que la ley de igualdad. Eso necesita más acción política. Me gustaría, sin duda, más y mejores resultados en este ámbito.

«La única alternativa a la abstención era para ir a peor»

El exlíder del PSOE sostiene que, a nivel personal, empezó a interiorizar la abstención al PP ya desde las generales del 2015.

-¿No existía alguna alternativa a la abstención decidida por el PSOE para convertir a Rajoy en presidente?

-La única alternativa a la abstención ante el PP eran terceras elecciones y para ir a peor. Yo he sido presidente y sé perfectamente que estar un año sin propiciar un Gobierno, cuando estaba en nuestra mano, nos iba a suponer un castigo muy severo, repito, muy severo, cuando se había constatado que no había una alternativa. Este análisis lo hice ya la noche electoral del 20 de diciembre, no en las segundas elecciones, sino en las primeras. Pero cuando hay compañeros que dicen no es no, pase lo que pase, terceras o cuartas elecciones, entonces no hay margen.

-No falta quien tras esa abstención vea una coalición con el PP.

-Y yo podría entender algunas críticas si hubiera esa coalición, pero simplemente se trata de poner un Gobierno y un país a funcionar y de que nosotros quedemos en la oposición, papel constitucional muy digno, porque es donde nos pusieron los ciudadanos. El resto es todo una exageración. La abstención no ha comprometido en nada nuestra tarea política de oposición, que será tan dura como queramos que sea.

-¿Cuál es la diferencia entre la crisis de hoy del PSOE y la delicada situación de cuando usted lo empezó a dirigir en el 2000?

-Con la aceleración del tiempo y la intensidad de información tendemos a olvidar las cosas. Pero la política tiene una arte indudable, que es que si el partido sale bien del próximo congreso federal, si hay una victoria y nos lleva a construir un liderazgo socialmente inteligente, capaz de poner en pie un programa de reformas y de cohesión social, pues veremos que el PSOE se recuperará en las encuestas, en el plazo de un año o menos, una posición muy competitiva.