La madre del niño asesinado por su padre pensaba que ella iba a ser la víctima y no su hijo

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

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El parricida fue trasladado de la cárcel de Teixeiro a la de León para protegerlo del acoso de otros presos

09 jun 2017 . Actualizado a las 06:55 h.

La madre de Javier, el niño de 11 años asesinado por su padre en un monte de Oza-Cesuras hace hoy un mes, declaró ayer ante el juez de Violencia contra la Mujer. Totalmente hundida, la madre relató a las partes cómo fue su matrimonio, la separación y cuál era la relación que el parricida, Marcos Javier Mirás Montánez, mantenía con su hijo y con ella tras la ruptura. Casi nada ha trascendido de lo que ahí se dijo más allá de que la madre del niño confesó que estaba convencida de que iba a ser ella la víctima y no su hijo.

Mientras, el parricida, de 42 años, electricista sin empleo y encarcelado por matar a su hijo para supuestamente hacerle daño a su exmujer, fue trasladado a la prisión de León para garantizar su seguridad. Las semanas que estuvo en la cárcel de Teixeiro fueron un auténtico calvario para él ante las constantes amenazas de muerte del resto de los reclusos. Era tal el acoso en el módulo de enfermería, que se negó a salir de su celda pese a que le ponían el patio a su disposición, sin más presos. Estaba en una celda individual separada por un grueso cristal de otra desde la que era vigilado por un interno de confianza para evitar que se autolesionase.

Ya con nuevo abogado -la letrada que lo asistió cuando fue detenido rechazó su defensa-, el parricida fue sometido a exámenes médicos y no se le detectó más enfermedad mental que una depresión por estar encarcelado. Tratado desde hace años por alcoholismo, sigue en prisión con la medicación con la que entró.

De ser condenado por el asesinato de su hijo, a Marcos Javier Mirás Montánez podría llegar a aplicársele la pena de prisión permanente revisable, lo que podría suponerle pasar el resto de sus días en la cárcel. Por el momento, el reo se ha negado a declarar. No explicó ni cómo ni por qué lo hizo.