Juan Manuel Fernández: «Tenemos un problema muy serio con la duración de las instrucciones»

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

César Delgado

El vocal del Consejo General del Poder Judicial ve necesaria una amplia reforma de la ley, «pensada para el siglo XIX»

07 jul 2017 . Actualizado a las 07:47 h.

«Tenemos un problema muy serio con la duración de las investigaciones judiciales. Cualquier instrucción de causas, aunque no sean excesivamente complejas, se dilata mucho en el tiempo. El diagnóstico es compartido con un grado de consenso casi unánime», explica Juan Manuel Fernández, vocal del Consejo General del Poder Judicial y director de la Escuela de Verano del Poder Judicial de Mariñán, que cumple 20 años. Este magistrado nacido en 1958 en Barquisimeto (Venezuela), pero con sus raíces en Bergondo, presume de Galicia, y como gallego se siente «muy satisfecho de dirigir la escuela, un lugar al que vienen jueces de toda España a reflexionar sobre cuestiones de ámbito general y sobre el papel de la Justicia en un mundo globalizado».

-¿La Justicia también es global?

-Sí. España forma parte de la Unión Europea, donde se toman decisiones vinculantes para nuestro país. Es la aldea global. Hoy, una decisión en Europa afecta directamente a España. Todo lo originado en relación con las cláusulas suelo o las ejecuciones hipotecarias emana de tribunales que están fuera de España. Cosas a miles de kilómetros influyen en la vida de todos.

-¿Cómo está el juez español en ese contexto?

-Es un juez muy preparado, con un rasgo vocacional muy importante y con una conciencia de servicio público muy relevante. Es un juez comprometido con su profesión y preocupado por el entorno en el que tiene que trabajar, que no siempre es fácil, sobre todo en los últimos años de escasez de medios y con un ordenamiento procesal obsoleto. La Ley de Enjuiciamiento Criminal es decimonónica y pensada para otra época. Y en ese ambiente tenemos que trabajar, en momentos de especial turbulencia y con muchas críticas al trabajo de los jueces.

-Los jueces han pasado de ser casi intocables a recibir críticas muy duras.

-El poder judicial alejado de la sociedad, cuyas decisiones no tenían espacio en los periódicos, ha pasado a ocupar portadas. Hoy, los jueces son conocidos con nombres y apellidos, se sabe su adscripción ideológica. Es positiva esa crítica al poder judicial, que tiene un poder tremendo, que puede privar de libertad y decidir si un despido es o no correcto. Ese poder debe tener algún control, que no es otro que la ley y la confianza de la sociedad, que no se puede depositar en algo que no se conoce.

-¿Admite bien esas críticas el poder judicial?

-Veo bien que las sentencias se critiquen, faltaría más. Pero debemos ser respetuosos con los derechos de los demás, y ser veraces. Esto es especialmente exigible cuando las críticas provienen de ámbitos institucionales o de otros poderes del Estado. En ocasiones oyes a responsables políticos criticando de manera desmesurada resoluciones judiciales, y eso causa daño, pero no a los jueces, sino a la sociedad, porque al socavar la legitimidad democrática de otro poder se alteran las reglas del juego.

-Eso es la politización de la Justicia.

-En causas con contenido político, en especial las de corrupción, es inevitable su instrumentalización. No es nuevo, lo conozco desde que entré en la carrera, hace más de 30 años. Pero debemos tener un punto de contención. Cuando se inicia un proceso suele haber indicios y aquí es donde debe emerger el derecho a la presunción de inocencia, porque puede ocurrir, y de hecho ocurre, que muchas causas queden en nada. Pero hasta ese momento ha pasado un tiempo largo en el que al investigado se le destroza su vida política, profesional, familiar. El hecho de que se presente una denuncia contra alguien no lo convierte en culpable.

-¿Cómo afronta la Justicia tantos casos de corrupción?

-En España hay un numero importante de casos de corrupción, pero quiero destacar que si los hay es porque hay asuntos que lo merecen, y porque hay una actuación independiente de las fuerzas de seguridad y del poder judicial. Hay personas muy importantes que son objeto de investigación y condena. Es importante destacar eso porque no creo que en España haya más corrupción que en otros países del entorno. Creo que aquí se investiga más.

-A veces se duda de la independencia de los jueces. ¿Son ustedes independientes?

-Absolutamente independientes. En un colectivo de 5.500 personas puede haber jueces peores o mejores, pero yo pongo la mano en el fuego por la independencia de los jueces.

-¿Es difícil ser juez?

-Ser juez es maravilloso. El conocimiento que un juez tiene del alma humana, lo que ve en el juzgado, es una experiencia enriquecedora. Ves patologías del ser humano, ves malnacidos, pero también ves héroes y gente que tiene mucho valor.

«La posibilidad de usar la tecnología en investigaciones judiciales es del año pasado»

El vocal gallego del Consejo General del Poder Judicial apuesta por una gran reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. «Está pensada para una realidad de finales del siglo XIX. Piense que la posibilidad de usar medios tecnológicos para investigar delitos es una reforma del año pasado. Como tomar imágenes o colocar balizas de seguimiento. Esto se acaba de incorporar».

-Y dice también que este modelo perjudica a las víctimas.

-Causa victimizaciones secundarias, obligando a repetir la misma declaración un montón de veces: ante la policía, luego ante el juzgado, probablemente la llamen otra vez antes del juicio y después otra vez en el juicio. Tenemos un modelo que está desfasado. Tenemos que ir a estructuras más ágiles y versátiles.

-¿Como cuáles?

-Creo que el fiscal tiene que tener una participación más activa. No se trata de cambiar fiscal por juez, tiene que ser mucho más profundo. Hay que tratar de que todas las pruebas que puedan practicarse en el juicio oral lleguen allí sin toda la fase previa actual, con lo que un juicio es una repetición de lo que se ha hecho antes.

-¿Se refiere a un modelo con un fiscal que instruya la causa y un juez que dé garantías?

-Es el modelo que hay en la mayoría de los países, en los que el fiscal lleva la investigación y hay un juez de garantías al que se acude cuando hay que tomar una medida que limita derechos fundamentales, como una intervención telefónica o medidas cautelares. Quiero ensalzar al juez instructor, que ha sido clave en el ordenamiento español, pero es cierto que no es sencillo compatibilizar una investigación en la que buscas pruebas y al mismo tiempo eres el que tiene que garantizar los derechos de la persona que estás investigando.