Un pueblo tarraconense quiere independizarse y ser aragonés

G. B. MADRID / LA VOZ

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Jaume Sellart | EFE

Batea, un pequeño municipio de 2.000 habitantes, reclama poder ejercer su propio derecho a decidir

20 jul 2017 . Actualizado a las 08:12 h.

Donde las dan, las toman. Batea, un pequeño municipio de Tarragona de 2.000 habitantes, reclama poder ejercer su propio derecho a decidir para separarse de Cataluña e incorporarse a Aragón. Los motivos para semejante ardor separatista no distan mucho de los que el Gobierno de la Generalitat esgrime para pedir la separación de España. Según el alcalde de la localidad, Joaquim Paladella, del PSC, quieren independizarse de Cataluña por las constantes «discriminaciones, agravios y encontronazos» a los que se ven sometidos sus vecinos por parte de la Generalitat. Y no van de farol, porque el municipio ha iniciado ya los trámites con la subdelegación del Gobierno para conseguir su objetivo y analizar la posibilidad de celebrar un referendo en el pueblo para decidir si solicitan la anexión a la comunidad de Aragón.

El origen de la polémica en este pueblo cercano a los límites de Tarragona con Teruel es el reiterado incumplimiento por parte del Ejecutivo catalán de las promesas de construir una residencia de ancianos que vienen reclamando desde el año 2010 y el hecho de que, por el contrario, la Generalitat les haya impuesto la construcción de un parque eólico sin haberles pedido permiso y ni siquiera consultárselo. En el año 2010 Batea llegó a firmar un convenio, avalado por el Parlamento catalán, para la construcción de la residencia de ancianos. Esta infraestructura está ya «terminada y amueblada», según el regidor del pueblo, pero la Generalitat no concierta las plazas para los usuarios. «Esto contrasta con cuando dicen que las resoluciones del Parlamento catalán son soberanas y se tienen que cumplir, y en nuestro caso no se respetan y además se dice que no se van a cumplir», insiste el alcalde. «Lo que es evidente es que si uno puede tener el derecho a decidir de un lado, nosotros podemos tener el derecho a decidir por el otro», señala Paladella, que al contrario que la Generalitat no pretende saltarse ninguna ley y no piensa convocar el referendo de anexión a Aragón hasta que la delegación del Gobierno le autorice a ello.