Rajoy, «dispuesto a hablar» sobre una reforma constitucional tras frustrar el 1-O

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado LA VOZ / MADRID

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BENITO ORDOÑEZ

El presidente insiste en la sesión de control del Congreso en que el referendo catalán no se va a celebrar

13 sep 2017 . Actualizado a las 19:34 h.

Mariano Rajoy y varios miembros de su gabinete se sometieron este miércoles a una sesión de control del Congreso. El presidente, en su línea habitual durante estos últimos días, defendió desde su escaño la respuesta que está ofreciendo el Estado ante el desafío secesionista planteado en Cataluña, en donde agradeció la responsabilidad de los partidos constitucionalistas, y sacó pecho de su actuación en materia económica.

La primera pregunta a la que se enfrentó el jefe del Ejecutivo fue planteada por la socialista Margarita Robles, que denunció la situación de pobreza en la que se encuentran muchas familias españolas, dejando ver que esa recuperación económica no ha llegado a los bolsillos de los trabajadores. Robles también empleó su intervención para aplaudir la actuación de algunos alcaldes socialistas catalanes, que están «dando la cara» al soportar las presiones del Gobierno catalán y no permitirán el referendo ilegal del 1-O. Como era de esperar, Rajoy mostró gratitud por la «posición sensata y razonable» del PSOE en Cataluña, «muy loable», pero no compartió su opinión en materia económica. El presidente expuso datos macroeconómicos para intentar demostrar las buenas decisiones tomadas por su gabinete desde que llegó al poder.

El siguiente en interpelar a Rajoy fue Pablo Iglesias, secretario general de Podemos. La formación morada, incómoda con la situación en Cataluña, en donde no acaba de definirse, optó por llevar el asunto a su terreno favorito: la crisis y la corrupción. Así, Iglesias preguntó al jefe del Ejecutivo qué iba a hacer para recuperar el dinero de los ciudadanos empleado para el rescate bancario. Rajoy trató de contextualizar el rescate bancario en el escenario de crisis con el que se encontró a su llegada a Moncloa, y reconoció que tuvieron que realizar varias reformas, entre ellas, «una de las más importantes, la del sistema financiero», valoró, exponiendo que la alternativa a eso «hubiera sido la quiebra», por lo que instó al líder de Podemos a que dejase de realizar ejercicios de demagogia, ya que «gobernar es muy difícil». A Iglesias no le convenció la explicación y tachó al Gobierno de «mentiroso e incompetente».

Respuesta a Rivera

El tercer turno fue para Albert Rivera, quien más que realizar una pregunta, aprovechó para defender la actuación de Ciudadanos ante el «golpe a la democracia» que se está intentando llevar a cabo en Cataluña. El presidente del partido naranja también invitó a Rajoy a que, sin prisas, aceptara la creación de un grupo de juristas expertos para que plantearan una reforma encaminada a «refortalecer» la Constitución, algo de lo que Rajoy se mostró «dispuesto a hablar», aunque coincidió que lo realmente prioritario era apagar el incendio en Cataluña.

Ya en los pasillos del Congreso, el presidente del Gobierno volvió a insistir en que desde Moncloa no se descarta ninguna medida legal, tampoco la aplicación del artículo 155 de la Constitución, para poner freno al órdago independentista, y repitió que el referendo no se iba a celebrar, aunque en Cataluña se declararan insumisos. «No hay ningún Gobierno democrático que pueda aceptar algo de esas características. Lo que ocurrió el otro día en el Parlamento de Cataluña fue algo lamentable, porque en seis horas se fabricó una Constitución, no se dejó hablar a los diputados y se vulneraron todos los procedimientos que establece el Parlamento de Cataluña».

Turno para Soraya

De nuevo dentro del pleno, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también fue objeto de un par de preguntas por parte de la oposición. En una de ellas, el portavoz de En Comù Podem, Xavier Domènech, anunció que este mismo miércoles pedirán la comparecencia urgente de Rajoy por la crisis catalana mediante un documento firmado por 70 diputados. El portavoz de los comunes reprendió a Sánez de Santamaría por las actuaciones del Ejecutivo en Cataluña, policiales y judiciales, a lo que la vicepresidenta respondió en que todas estaban amparadas por la ley, y lamentó la falta de posicionamiento de su formación y de todos los conglomerados de los que forma parte Podemos en la crisis territorial: «¿Usted es demócrata según las circunstancias o en todo momento?». Sáenz de Santamaría también se permitió darle un consejo a Domènech: «Se está contagiando demasiado de sus reuniones nocturnas con el señor Junqueras», en referencia a un encuentro nocturno que mantuvieron recientemente en una zona residencial a la que también asistió Pablo Iglesias.

El diputado de ERC Gabriel Rufián, sacó una impresora durante su intervención en el pleno. «Este es el cuerpo del delito. Es una Samsung republicana. No imprime billetes de 500. Lo que sí que le pido es que dejen de hacer el ridículo. Dejen de perseguir impresoras y a impresores y persigan a corruptos. Y le hago una confesión, y espero que no me detenga: Yo tengo una papeleta, y nos vemos en las urnas».

Soraya respondió que el mejor termómetro para medir la democracia en una sociedad era la discrepancia, y que «da la casualidad que este Estado y esta democracia la permite a usted sus teatrillos semanales».