Bruselas desaira a Colau e insiste en el respeto a la Constitución

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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Toni Galán | efe

La Comisión Europea hace oídos sordos a la petición de mediación hecha por la alcaldesa

29 sep 2017 . Actualizado a las 06:55 h.

«Cataluña, un asunto europeo», así encabezó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, un artículo publicado en la prensa británica en el que insta a Bruselas a mediar entre los Gobiernos español y catalán. No solo eso. Colau ha pedido por carta a 27 alcaldes europeos que alcen su voz para denunciar la «respuesta represiva» del Ejecutivo español para impedir que se celebre el referendo ilegal del próximo domingo. En la carta también acusa a la UE de «pasividad» ante lo que considera un atropello «sin precedentes en la democracia española» contra los derechos y las libertades fundamentales. «Europa no puede permitirse una posición pasiva sobre la cuestión catalana, ya que los acontecimientos de Barcelona afectan por igual a París, Madrid, Bruselas o Berlín», subraya.

La respuesta de la Comisión Europea fue contundente: «Ya hemos discutido esta cuestión. Nuestra posición no cambia. Reiteramos nuestro respeto al orden jurídico y constitucional español», explicó el portavoz de la institución, Alexander Winterstein.

El Ejecutivo de Jean Claude Juncker ha optado en los últimos años por ceñirse a la doctrina de Romano Prodi, la de advertir a los secesionistas de que una declaración unilateral de independencia dejaría a Cataluña fuera de la UE. Bruselas cierra filas con el Gobierno español y descarta mediar entre las dos partes a menos que Rajoy solicite a Juncker abrir canales de diálogo.

«No queremos especular con qué pasará o qué haremos 48 horas después del referendo», explicó Winterstein cuando se le preguntó por la reacción de la Comisión Europea a una eventual declaración unilateral de independencia que ni siquiera dentro del Gobienro catalán tienen clara.

La UE sigue expectante los acontecimientos al otro lado de los Pirineos. El interés por la crisis catalana, antes ignorada por las instituciones comunitarias, ha tomado fuerza en las últimas semanas hasta el punto de que la conferencia de presidentes de la Eurocámara tuvo que rechazar ayer la petición de varios parlamentarios de incluir el referendo catalán en el orden del día del próximo plenario.