«La solución podría ser un referéndum pactado»

Pablo Batalla Cueto REDACCIÓN

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Begoña Piñeiro

Begoña Piñeiro culpa duramente el PP del conflicto catalán, pero también a la Generalitat: ambos tienen en común, dice, que han encontrado en este conflicto una tapadera de sus escándalos y recortes

10 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Se llegó hasta aquí porque el PP llevó el Estatut al Tribunal Constitucional. En aquel momento empezaron a romperse todas las amarras, y si a eso le unimos la cerrazón de uno y la del otro, las cosas sólo podían salir como han salido. Hay una escalada de nacionalismos y de fervores patrióticos que a mí, que no soy nada nacionalista, sino feminista y de izquierdas y considero que feminismo y nacionalismo no son compatibles, me pone los pelos de punta. Me los pone por ambos lados: por el de un gobierno de derechas, el nuestro, que no ha dejado de recortar y de reprimir, y también por el de otro, el de Cataluña, que también es de derechas y no va a la zaga. Lo peor de todo es que este asunto está tapando las cosas verdaderamente importantes. Es como si no hubiera otros problemas. Y es verdad que este es un problema importante o muy importante, pero me frustra ver que está solapándolo todo. Se está solapando lo que está pasando en Murcia con el tren, se está tapando la enorme cantidad de personas jubiladas que están camino de Madrid reivindicando una pensión justa, se están solapando todos los problemas de corrupción, se está solapando el debate sobre la nueva ley contra la violencia machista… Estamos todos absolutamente entretenidos y entretenidas en el asunto de Cataluña, y a mí me entristece mucho que sólo las causas nacionalistas saquen a la calle de esta manera. Ojalá para otras causas hubiera esa capacidad de movilización. Si con la subida del 0,25 en las pensiones hubiera salido todo el mundo a la calle, si con la ley mordaza hubiera salido todo el mundo a la calle, si con tantas otras leyes lamentables que han promulgado estos señores que nos están gobernando en materia de educación, sanidad, etcétera. hubiera salido la gente a la calle, otro gallo cantaría, pero al parecer mueven más las banderas que las cuestiones sociales.

¿Cómo solucionar el problema?

Mediante el diálogo, entendiendo y partiendo de que dialogar no es simplemente escuchar, sino saber que ambos deben ceder en algo. No sé si el problema tiene arreglo ya a estas alturas, pero yo espero que lo tenga, a estas alturas y a cualesquiera. La solución podría ser un referéndum pactado. A mí es una solución que no me da ningún miedo. De hecho, es lo que se tendría que haber hecho hace ya unos cuantos años: un referéndum pactado que clarificara las posturas. Desde luego, antes debería haberse hecho eso que llegar hasta aquí. Nunca se tendría que haber llegado hasta aquí, nunca. De todas maneras, yo creo que estamos todavía a tiempo de que ese referéndum pactado sea una solución. Un referéndum que dé garantías a todo el mundo y que permita explicarse a las dos partes. La solución, sea como sea, sólo puede ser pactada.