El Gobierno rechaza la respuesta de Puigdemont y le da tres días para rectificar antes de aplicar el 155

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ACTUALIDAD

JUAN MEDINA

Soraya Sáenz de Santamaría considera que la carta del presidente autonómico responde a los más radicales y que está dirigida al exterior

16 oct 2017 . Actualizado a las 13:34 h.

Al Gobierno no le ha convencido la respuesta ofrecida este lunes por Puigdemont sobre si ha declarado o no la independencia en Cataluña. Consideran que el presidente autonómico continúa enredando, por lo que se entra en la segunda fase del requerimiento, y Puigdemont dispone hasta las 10 de la mañana de este jueves 19 de octubre para revocar esa declaración de independencia o, tal y como apuntó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, esta mañana, para aclarar de una vez por todas que la autodeterminación no se ha proclamado.

El titular del Ejecutivo, Mariano Rajoy, respondió a Puigdemont esta misma mañana a través de una carta antes de partir a Galicia, a donde se ha desplazado para coordinar las labores de lucha contra los incendios que asolan la comunidad. En la misiva, Rajoy vuelve a insistir al presidente autonómico que regrese a la legalidad y que acuda al Congreso de los Diputados a exponer su proyecto para Cataluña.

Según ha valorado esta mañana Soraya Sáenz de Santamaría, el Gobierno «lamenta que el presidente (Puigdemont) haya decidido no contestar, no era muy difícil decir sí o no, si había declarado la independencia. Solo se le pedía y se le pide claridad», criticó antes de admitir que todavía está a tiempo y que disfruta de «una oportunidad de rectificar». Tal y como reconoció la vicepresidenta, el Gobierno confía que «en las horas que quedan para que se cumpla el segundo plazo, Puigdemont responda con toda la claridad que todos los ciudadanos le exigen».

Desde Moncloa piensan que esta estrategia de enredar las cosas solo responde a los sectores más radicales, para tensar la situación al límite. «Tenemos la impresión en que algunos sectores más radicales pretenden que entremos ya en el 155, pero me gustaría recordar a Puigdemont que el 155 no es para suspender el autogobierno, sino que se ejercite el autogobierno con arreglo a la legalidad. Lo que se busca es reponer la legalidad. El respeto a los derechos de todos y a la oposición en el Parlamento catalán», aclaró.

Sáenz de Santamaría considera que el llamamiento al diálogo de Puigdemont «no resulta creíble», teniendo en cuenta que se niega a acudir al parlamento autonómico silenciando a la oposición, y valoró que el mensaje de Puigdemont está destinado «al exterior».Además, expuso que en el caso de que se vean obligados a activar al 155, se tratará de «una respuesta avalada por una amplísima mayoría en el Congreso». Precisamente, de la misma forma que lo hiciera la semana pasada tras el Consejo de Ministros, a esta institución es adonde volvió a invitarlo a acudir, el sitio «donde se debaten las cosas».

Para concluir, volvió a hacer una última llamada al presidente catalán para que regrese al marco de la ley: «Tiene una oportunidad de rectificar. El diálogo tiene que hacerse, pero dentro de la ley, en el Congreso. El diálogo no se exige, se practica. Puigdemont sigue teniendo en su mano empezar a resolver la situación. Nadie ha tenido tan fácil una respuesta y evitar que se aplique la Constitución».

En el mismo sentido que la número dos del Ejecutivo, esta misma mañana se pronunció el titular de Exteriores, Alfonso Dastis, al manifestar que Puigdemont «no ha suministrado la claridad que se le pedía», valorando que «han prevalecido las influencias más radicales».