La Policía Nacional detiene en Madrid al único español condenado por el 11-S por su integración en el Estado Islámico

Efe

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De 52 años y de origen español, realizaba labores de captación, adoctrinamiento y adiestramiento en favor de la organización terrorista

25 oct 2017 . Actualizado a las 12:13 h.

Un hombre de 52 años y de origen español, Luthfullah «Yusuf Galán» González, ha sido detenido hoy en Madrid por la policía por su presunta integración en la organización terrorista Estado Islámico, para que realizaba labores de captación, adoctrinamiento y adiestramiento en favor de ella, informa el Ministerio del Interior. 

Este hombre había sido condenado ya por su integración en Al Qaida. De hecho, es el único español miembro de la célula terrorista juzgada y condenada en España por los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York. Tras ser condenado en octubre del 2005 por pertenencia o integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas a nueve años y seis meses de prisión, salió de prisión en mayo del 2011.

Tras su puesta en libertad, «Yusuf Galan» ha desarrollado «en los últimos años un perfil afín a la figura del cibersoldado, la versión 2.0 del combatiente yihadista que emplea la red informática para compartir, interactuar y propagar el ideario terrorista».

Lejos de reconducir su conducta, afirma el Ministerio del Interior, el detenido «había implementado sus acciones como parte de su compromiso con los postulados ideológicos y terroristas del Estado Islámico».

A pesar de haber afirmado en declaraciones a los medios de comunicación, que él buscaba «vivir en paz» y que no era un terrorista, el detenido continuó siendo objeto de seguimiento por parte de los agentes de la Policía Nacional. Los investigadores detectaron que había «renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidin virtual» para cumplir con «los requerimientos de la Yihad Virtual o Electrónica y actividades de adiestramiento operativo de terceros dentro de la Yihad Violenta».

El detenido había desarrollado un sofisticado modus operandi virtual para llevar a cabo «una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado», dice Interior. Al parecer, hacía acopio de una importante cantidad de material que «alojaba de manera simultánea en varios de sus perfiles, o a través de hilos de mensajería instantánea para alcanzar al mayor número de personas».

Junto a este adoctrinamiento intelectual, «otro pilar fundamental en su estrategia delictiva era realizar el adiestramiento operativo en técnicas de combate de otras personas», para lo que publicaba vídeos «en los que él mismo aparecía manejando armas blancas con gran destreza, acompañados de mensajes altamente explícitos, dirigidos a la comisión de acciones terroristas».

Según el ministerio del Interior, el detenido «incidía especialmente en el acondicionamiento psicológico de los nuevos reclutas, a los que preparaba mentalmente para que finalmente mostraran su disposición a cometer atentados terroristas, amparados en mandatos divinos sobre el martirio».

La operación, que continúa abierta, ha sido llevada acabo por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción Número dos y coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Personalidad controvertida

José Luis José Galán González, nacido en Madrid en 1965, demostró tener una personalidad controvertida durante el juicio, impresión corroborada por las declaraciones de varios testigos en la vista. «Un personaje histriónico y un poco payaso, fruto de una personalidad poco equilibrada», así definió al detenido el presidente de Paz Ahora, oenegé con la que había colaborado recabando ayuda humanitaria para países en conflicto y en la organización de manifestaciones por la paz, e incluso contra los atentados del 11-S.

Dos de sus hermanas confirmaron ante el tribunal su adicción a la heroína durante catorce años, su conversión al Islam durante un viaje a Turquía en los años noventa y su afición a disfrazarse.

Su abogada negó que Galán fuera un terrorista y dijo que sufría «un trastorno de personalidad», en el transcurso de un juicio en el que el ahora detenido se presentó como pacifista y subrayó que cuando tenía once años ya admiraba a Enrique Tierno Galván y por ello militó en el partido de éste, el Partido Socialista Popular.

Lo cierto es que en 1989 fue interventor en Madrid de la coalición Herri Batasuna en las elecciones al Parlamento Europeo.

Galán, que habla inglés y árabe, trabajó durante trece años como telefonista en el servicio internacional de atención al cliente de una empresa de paquetería, de la que fue despedido poco antes de su detención en el 2001, presuntamente por enviar paquetes a amigos suyos en el extranjero.

Tras abandonar la cárcel en el 2011 se instaló en Murcia.