Acusan a una mujer de permitir a un amigo tener relaciones con su hija menor por considerarlo brujo

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

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EDUARDO PEREZ

El hombre le hizo creer a su amiga que había recibido los poderes de un chamán ya fallecido

01 nov 2017 . Actualizado a las 17:44 h.

El hombre que dentro de unos meses será juzgado en la Audiencia Provincial de A Coruña por un delito continuado de abusos sexuales hizo creer a una amiga que había recibido los poderes de un chamán ya fallecido. La mujer, amante del esoterismo, lo creyó. Tanto es así que permitió que el procesado mantuviese relaciones con su hija de 12 años. Es lo que sostiene la Fiscalía en su escrito de acusación, que pide una pena para ambos de 11 años y medio de prisión, aparte de la prohibición de acercarse a la menor durante ocho años.

Todo comenzó, siempre según la acusación pública, en el 2013. El acusado comenzó a trabajar en una empresa de un matrimonio amigo que tenía una hija de 12 años. Con el paso del tiempo, el empleado fue ganándose la confianza de la mujer. Asegura el fiscal que el investigado, «consciente del alto grado de manipulación y de facilidad para la sugestión que presentaba su amiga, se aprovechó de la afición que esta tenía por la astrología, las consultas a videntes o la brujería para obtener regalos personales de ella y un sueldo de 500 euros al mes a espaldas del marido. Estas concesiones y otras muchas las consiguió tras hacerse pasar ante ella como persona con poderes paranormales que le habían sido traspasados por un chamán ya fallecido». Prevaliéndose de la credulidad de la mujer, le enviaba, supuestamente, correos electrónicos desde una cuenta ficticia haciéndose pasar por un brujo africano que ordenaba a la mujer que se portase bien con él y le concediese todo lo que él pidiera. Poco a poco, consiguió enfrentarla con la familia del marido y la convenció para que le permitiese estar con su hija a solas en la empresa.

Diosa americana

Añade la Fiscalía que el acusado «comenzó a sentirse atraído por la niña» y la «embaucó» como lo había hecho con su madre. Aprovechando la inmadurez de la menor, le hizo creer que era la reencarnación de una antigua diosa americana. Para ello, volvió a crear una cuenta de correo electrónico falsa en la que se hacía pasar por alguien cercano a la mencionada diosa que le ordenaba que se portase bien con el acusado y que accediese a todas sus peticiones. La acusación pública sostiene que el procesado engañó a la niña, convenciéndola de que él era la reencarnación del esposo de la diosa y, por eso, tenía que complacerlo y mantener relaciones sexuales.

Todo ello, «con el conocimiento de la madre», que también se había creído que su hija era una diosa americana y «nada hizo para impedir los encuentros entre la menor y el procesado».

El padre de la niña descubrió el engaño y denunció

La Fiscalía, en su escrito de calificación, recuerda que fue el padre de la menor el que descubrió todo lo que estaba pasando. Lo hizo después de acceder a los correos electrónicos de su esposa y la niña. Cuando le preguntó a su mujer por ello, esta le dijo que nada sabía de posibles encuentros sexuales. De hecho, acudió con él al cuartel de la Guardia Civil a poner la denuncia contra el procesado.

Pese a todo, el fiscal, tras investigar todos los mensajes, sostiene que la madre era conocedora de todo, de ahí que pida para ella la misma pena de prisión que solicita para el procesado: once años y medio de prisión y orden de alejamiento.